Planta baja Juno House
El club social femenino abrió puertas a finales de abril.

El diseño y la gastronomía detrás del primer club social hecho por y para mujeres

Una comunidad diversa, internacional e intergeneracional da forma al lugar del que todo el mundo habla en Barcelona. Así respira Juno House.

Estar a la altura de las expectativas nunca es fácil, pero todo apunta a que Juno House va camino de superarlas. Desde finales de abril, el primer club de Barcelona concebido por y para la mujer ha cautivado a unas 400 socias que, en su día a día, hacen de este proyecto pionero en la ciudad uno de sus ámbitos de acción, tanto a nivel laboral, como social y de bienestar.

Lo que hace escasamente un año atrás era apenas una idea de proyecto es hoy una realidad, cuya acogida ha sorprendido a las propias socias fundadoras, Natalie Batlle, Liana K. Grieg y Eva Vila-Massanas. “Estamos encantadas y muy ilusionadas por la acogida que ha tenido Juno House desde su apertura. Ver a tantas mujeres apasionadas por formar parte del proyecto y venir en su día a día nos hace muy felices. Nuestra misión siempre ha sido la de crear una marca viva que evoque la colaboración y la inspiración”, comentan sus fundadoras.

Y así ha sido. Este punto de encuentro femenino se ha convertido en poco tiempo en un espacio de conciliación entre el ámbito personal y el profesional, un entorno ameno y cómodo, donde fomentar las relaciones personales, así como el propio talento femenino. “Tenemos una comunidad colaborativa, intergeneracional y diversa de mujeres, todas ellas de diferentes sectores, con mucho talento, por lo que es muy fácil que aquí se creen sinergias y oportunidades. De hecho, en las pocas semanas que llevamos con el club abierto ya hemos visto como se han creado algunas sinergias entre socias y sus clientes. Nuestro papel es crear un entorno que inspire a crear y a desarrollar oportunidades para nuestras socias”, apuntan sus fundadoras.

Fundadoras Juno House
Liana K. Grieg, Natalie Batlle y Eva Vila-Massanas, las socias fundadoras de Juno House.

La motivación que cada una de las socias encuentra en Juno House es tan diversa como perfiles hay. En el caso de la socia Pepa Morillas, el espacio de trabajo se convierte en uno de sus máximos alicientes. Originaria del sur, lleva muchos años viviendo entre Barcelona, Madrid y el extranjero, y desde la apertura de Juno House ha convertido sus instalaciones en su oficina: “Venir a Juno es muy cómodo, los días que vengo llego a las 8:30 de la mañana. Empiezo con un café y con llamadas al extranjero. Después, sigo con gestiones diarias con el ordenador y, cuando tengo reuniones por Zoom, para no molestar al resto de socias, entro en el Phone Booth. Y para momentos más relajados, en los que necesito más silencio, voy a la biblioteca”.

Natural de Valencia, la socia Estefanía Sánchez-Gómez encuentra en el club un buen lugar para trabajar como freelance, además de permitirle pasar buenos ratos con su hijo de tres años en espacios pensados para los más pequeños como Little Juno. “Me apetecía encontrar un espacio donde poder trabajar a gusto y, a veces, hacer alguna clase en medio de mi jornada laboral. Hoy mismo la he hecho y me ha sentado de maravilla. Es algo que nunca consigo cuando me tengo que desplazar para reuniones. También he probado Juno Café y he utilizado Little Juno con mi hijo, disfrutando de ratos de ludoteca. Una de las cosas que más valoro de Juno House es el hecho de que la conciliación esté en el eje del proyecto. Soy nueva en la ciudad, madre primeriza y poder combinar mi desarrollo profesional con la maternidad es top”, explica.

“Me apetecía encontrar un espacio donde poder trabajar a gusto y, a veces, hacer alguna clase en medio de mi jornada laboral. Hoy mismo la he hecho y me ha sentado de maravilla”, cuenta una de las socias

La fotógrafa inglesa y socia Liz Baggaley, por su parte, va al club uno o dos días a la semana, pero siempre que lo hace tiene la sensación de haber tenido “un pequeño descanso de la vida real”. Liz subraya la facilidad de conocer gente nueva, a mujeres emprendedoras de la ciudad. “Todas las socias son muy abiertas e interesantes y es un espacio que invita a crear sinergias entre unas socias y otras. De hecho, yo ya he conseguido mi primera comisión de fotografía gracias a una de las socias”, apunta Baggaley.

La completa agenda de actividades que se organizan en el club es otro de los alicientes que atrae a decenas de socias semanalmente. Ese es el caso de Vanessa Alves, fundadora d’Ours: “Por el momento, estoy yendo a todas las actividades que se están organizando para las socias: talleres y charlas principalmente, pero mi intención es establecer una rutina para coworking y de clases. Tengo muchas expectativas con Juno House, pero, sobre todo, espero que sea un espacio de encuentro de mujeres que quieran compartir, apoyarse y aprender juntas”. Alves, además, ha aprovechado el espacio de tienda Juno Shop como escaparate para mostrar sus propuestas, en una clara apuesta del club para dar visibilidad a los proyectos emprendedores de sus socias y que periódicamente va rotando y cambiando.

Juno House
Escaparate en la entrada de Juno House en el que las socias pueden exponer sus productos. © theNBP

La esencia femenina del interiorismo

Uno de los grandes alicientes del club es el propio espacio, basado en un interiorismo fresco, cosmopolita a la vez que muy mediterráneo, donde la estética más depurada se combina con un mobiliario sofisticado, rico en texturas, a la vez que funcional. Su ubicación en La Farinera d’Aribau, un edificio histórico de 1915, sorprende y atrae desde su acceso a pie de calle. Su paso interior actúa como lugar de tránsito entre el ajetreo urbano y la serenidad de Juno House. Una vez se accede al propio edificio se tiene la sensación de entrar a ese “hogar” social en el que trabajar, disfrutar y relajarse.

La reforma ha contado con el trabajo de la arquitecta Merche Conca del estudio BCA Arquitectura y el diseño interior de Meritxell Ribé de The Room Studio, ambas también socias del club. La estética del lugar ha sido clave para la propia identidad del proyecto. “Teníamos claro que Juno House tenía que respirar el mundo cosmopolita de la ciudad de Nueva York y el estilo de vida mediterráneo de Barcelona. En conjunto queríamos un espacio único y diseñado para la mujer actual que busca una comunidad, así como un equilibrio entre su vida profesional y personal”, apunta una de las socias fundadoras, Natalie Batlle.

Juno House
Juno House se ubica en la Farinera d’Aribau, un edificio histórico de 1915 que sorprende y atrae desde su acceso a pie de calle.

En esta línea, la interiorista Meritxell Ribé ahonda en una propuesta sofisticada a partir de un acertado juego de texturas y formas envolventes y sinuosas. “Nos inspiramos en la propia mujer, en su sensualidad y delicadeza. Era un espacio para ella, y por eso hicimos una introspección hacia la propia feminidad como mujer y como madre, para entender cómo debía ser el espacio. También queríamos darle un punto mediterráneo, que va tan de la mano con esa melosidad de la mujer. Nos inspiró la luz, la calidez y los materiales naturales, cuyo uso es muy propio de nuestro ADN como estudio”, apunta la propia interiorista, Meritxell Ribé.

Puesto que el programa de usos es muy extenso, con necesidades diferentes, se buscó que cada espacio respirara su propia esencia pero que, a la vez, todos mantuvieran un mismo lenguaje estético. “La clave fue definir ejes conductores muy claros que armonizaran todos los espacios entre sí. Estos consisten en el uso de una misma paleta cromática, en diferentes tonos y texturas, el de materiales naturales (mortero de arcilla, maderas naturales, cerámicas, piedras naturales, linos, mimbre, etc.), el de formas redondeadas que apelaran a esa sensualidad femenina en todo momento y, por último, en recuperar la artesanía y los oficios naturales, lejos de lo industrializado”.

Glow Room Juno House
El diseño escogido se ha basado en el uso de una misma paleta cromática, materiales naturales y formas redondeadas.

Una gastronomía viva y dinámica

La nave anexa a La Farinera es quizás el espacio más concurrido por las socias de Juno House y es aquí donde se cocina a otro de los fuertes pilares del proyecto, su gastronomía. La restauración de Juno Café, así como el resto de las actividades y servicios que se organizan son exclusivos para socias —con la excepción de algún acompañante y donde los hombres también son bienvenidos como invitados—. La vida, el movimiento y la evolución son los tres conceptos básicos sobre los que la chef Laura Veraguas hace girar su propuesta gastronómica dentro del universo de Juno House.

Su pasión por una cocina sin artificios, donde impera la esencia del producto y su sabor se traduce en una carta en constante movimiento donde imperan los ingredientes procedentes de productores locales, ecológicos y de temporada. Estos son los encargados de dar sentido a unos platos saludables pensados para purificar y alimentar el organismo de forma consciente.

En la carta de la chef Laura Veraguas imperan los ingredientes procedentes de productores locales, ecológicos y de temporada.

Esa mirada pura y transformadora que la chef imprime en su propuesta gastronómica también se proyecta en sus palabras a través de las cuales ahonda en el factor humano y no tangible de aquello que se sirve en la mesa. “Intentamos filtrar toda la filosofía de Ver Aguas, basada en dar el espacio y el valor al producto y los productores, utilizando el máximo vegetal posible con una proporción del 80 % frente al 20% de proteína animal, y todo ello le damos cabida en tres propuestas de restauración como son los desayunos, las comidas y los after-works. Elaboramos bebidas y productos de forma casera, contamos con producto ecológico y con una buena selección de personas que trabajan muy bien la tierra y que nos dan lo mejor de ella”, explica la chef Laura Veraguas. Una cuidada carta de vinos naturales y cócteles completan una propuesta creada por y para la mujer y que invita a cuidarse y socializar entorno a una mesa y por extensión a un club cargado de pasión, creatividad y dinamismo.

El equipo de Juno Café.