La falta de conocimientos de inglés resta competitividad a las empresas catalanas, ya que pierden oportunidades en su proceso de internacionalización. Además, deben asumir los sobrecostes derivados de los planes de formación interna que ponen en marcha para incrementar las competencias idiomáticas de sus empleados, un gasto que no tienen que asumir habitualmente sus competidores globales. “En la sociedad catalana existe falta de motivación por tener unas mejores competencias lingüísticas que se traduzcan en un mejor desarrollo profesional; es sorprendente esta falta de interés”, lamenta David Marín, vicepresidente de FemCat y único candidato para relevar a Elena Massot al frente de la presidencia de la fundación el próximo mes de enero.
Según Massot, incentivar el multilingüismo en las empresas y hacer del conocimiento de idiomas extranjeros una prioridad es un tema urgente y pide que esta cuestión “forme parte del debate público” porque “no vamos a poder mejorar la competitividad si no somos competentes en idiomas”. “El multilingüismo es un valor emergente ante la globalización, es necesario subir el nivel de idiomas de nuestro capital humano porque es clave para la internacionalización de las empresas y para una mejor inserción profesional”, considera Massot. Según la empresaria, la Generalitat “debe incrementar la dotación presupuestaria” destinada a la enseñanza de idiomas en todos los niveles formativos y pide también que haya “más transparencia para saber realmente qué nivel de inglés tienen los alumnos” .
“Los idiomas deben ser un objetivo de país”, enfatiza Massot, quien considera “lamentable” la decisión del Govern de retirar este año la exigencia de acreditar un nivel B2 —equivalente al First Certificate— de un idioma extranjero para obtener el título universitario. La presidenta de FemCat cree prioritaria una mayor inversión de recursos públicos para potenciar el conocimiento de idiomas para evitar que estas competencias “sean un privilegio de las personas que tienen más recursos” y se pueden pagar clases de inglés privadas o estancias en el extranjero.
“Potenciar las lenguas extranjeras no significa abandonar el catalán, al contrario; las personas bilingües tienen más facilidad para adquirir una tercera lengua”, destaca FemCat. En opinión de Marín, recibir una educación trilingüe desde pequeños “sería lo ideal”, aunque señala que no corresponde a FemCat hacer propuestas concretas sobre cómo debe ser el modelo educativo. “Lo que sí pensamos es que la Administración puede hacer más” y que el nivel de inglés que se da en las escuelas “debería ser más alto”. “Claramente, es un tema de horas, las actuales no son suficientes”, reflexionan los dirigentes de FemCat, que piden que pueda hablarse abiertamente de este tema “con racionalidad” y sin politizarlo.
Un instrumento para medir y tomar decisiones
Para sumar esfuerzos y contribuir a mejorar esta problemática, FemCat ha creado el Observatorio de los Idiomas, un modelo de indicadores que tiene por objetivo servir de control y guía sobre el grado de conocimiento de lenguas extranjeras en Catalunya. “Después de dos años de trabajo, nos hemos dado cuenta de que no se mide bien el nivel de idiomas y que no se dispone de herramientas que nos permitan medir su evolución, por eso queremos dotar a la sociedad de un instrumento riguroso de análisis que permita tomar decisiones objetivas y constructivas”, destaca la fundación, que cuenta con el apoyo de las patronales Foment del Treball y Cecot y de la Cámara de Comercio de Barcelona.
Según el Ministerio de Educación, el 100% de los alumnos de primaria y ESO estudian una primera lengua extranjera, pero el porcentaje desciende al 36% en la formación profesional de grado medio y al 15% en la FP de grado superior. “Hay que mejorar el conocimiento en todos los niveles formativos, porque la demanda de idiomas es transversal en todos los puestos de trabajo“, dice FemCat, que añade que la FP “es la gran olvidada” y que no dispone de ningún estudio sobre el nivel de idiomas.
Queremos dotar a la sociedad de un instrumento riguroso de análisis que permita tomar decisiones objetivas y constructivas
Los únicos datos oficiales disponibles son los correspondientes a las pruebas de competencias básicas de 4º de ESO y las PAU de acceso a la universidad. En el primer caso, la puntuación media de los alumnos en inglés era de 69,3 sobre 100 en 2015, una cifra que ha mejorado muy ligeramente en 2021, con 70,5 sobre 100. Respecto a las PAU, la nota media en inglés era de 7,10 sobre 10 en 2015 y de 7,23 en 2021. Según el Idescat, sólo el 33,9% de la población adulta catalana tiene conocimientos de inglés. Este idioma, con datos de Adecco, es el más solicitado en las ofertas de trabajo (73%), seguido del francés (19%) y el alemán (11%).
Según Randstad, el 26% de las ofertas laborales exige conocer un idioma extranjero, pero FemCat cree que la cifra real es muy superior porque “muchas ofertas de trabajo renuncian a pedir el inglés porque ya saben que si ponen esta condición no encontrarán a nadie”.
Con un centenar de socios empresarios y directivos, FemCat es una fundación que trabaja para mejorar la competitividad de Catalunya y generar iniciativas que ayuden a potenciar su tejido económico, productivo y social. Lleva a cabo diferentes programas para incentivar la iniciativa emprendedora, proyectar Catalunya al mundo, y analizar casos de éxito y buenas prácticas internacionales aplicables a Catalunya. Los programas Escola i Empresa y Parlament i Empresa son dos de sus acciones más destacadas, junto con los viajes de benchmarking. En el primer caso, los socios de FemCat visitan las escuelas para hacer valer la figura de los empresarios y el rol de la empresa entre los alumnos, mientras que el segundo programa consiste en acercar a los diputados a las empresas para que conozcan mejor su realidad.