Más superficie, más atracciones, más espacio en la pista de hielo, más operadores implicados y una semana más de duración. La sexta edición de Nadal al Port, que se celebrará del 29 de noviembre al 6 de enero, mantiene la tendencia creciente de los últimos años, y en esta ocasión se ha concebido como una feria navideña un enfoque marinero que cambia el diseño para resaltar la identidad marítima del entorno y de la ciudad.
Con este objetivo y con el lema El Nadal més salat, el evento teñirá de azul el horizonte portuario. El Moll de la Fusta estrenará iluminación de tonos azules, que también bañarán por primera vez al Portal de la Pau y a su fachada restaurada. Además, 50 árboles de diferentes espacios del Port Vell reseguirán el contorno portuario por el Gòtic y la Barceloneta, para poner en valor los barrios del entorno del puerto, resaltando un carácter marinero más allá del nórdico habitual de los mercadillos navideños.
Y es que Nadal al Port “no es una feria de Navidad al uso, sino que es una ventana a los barrios del entorno del puerto y de las instalaciones que están en él o a su alrededor”, como ha destacado el presidente del Puerto de Barcelona, José Albert Carbonell, en la que ha sido una de sus primeras ruedas de prensa tras acceder al cargo. Para ejercer de este escaparate de los barrios portuarios, el evento cuenta con la participación de 60 entidades del entorno, que ofrecerán actividades y actuaciones: “Queremos ofrecer una experiencia navideña sostenible e inclusiva”, ha añadido Carbonell junto al director general del Port Vell, David Pino.
El World Trade Center se suma a la programación navideña con cine al aire libre y un concierto de música clásica
Para hacerlo, la feria navideña ha crecido hasta ocupar dos hectáreas del Moll de la Fusta —un 15% más que el año pasado—, y ha rebasado los límites habituales, hasta conquistar espacios de operadores del entorno, como el Maremagnum, el Time Out Market y el Aquàrium. Además, el World Trade Center (WTC) repite el espectáculo de luces de la torre del teleférico con una nueva propuesta diaria, pero este año va más allá y se suma a la programación navideña con cine al aire libre y un concierto de música clásica.
El WTC no sólo abrirá el recinto a los ciudadanos, sino también los muelles que lo rodean: la Noche de Reyes estarán abiertos al público para recibir a los Reyes Magos a su llegada a Barcelona en velero. “Es un paso más hacia la apertura de estos espacios, que se irán abriendo poco a poco a la ciudadanía”, ha destacado Pino sobre el muelle de Barcelona, que ha acogido durante la Copa del América al equipo de Nueva Zelanda.
Los tinglados restaurados se suman como nuevos emplazamientos de la feria, convirtiéndose en un espacio real en el que los visitantes podrán ver los preparativos para la llegada de los Reyes Magos, en una iniciativa con los vecinos de la Barceloneta. También como novedad, “el hinchable más grande del mundo” se instalará en la plaza Miquel Tarradell de la mano de Funbox del 28 de noviembre al 26 de enero, y el Circ Raluy ofrecerá su nuevo espectáculo en su habitual emplazamiento navideño del Port Vell.
La pista de hielo pasará de los 400 metros cuadrados a los 550 en esta edición
La feria como tal también llega este año cargada de novedades: además de ocupar el Moll de la Fusta de punta a punta con comercios, gastronomía, actividades infantiles y actuaciones, sumará nuevas atracciones a las ya habituales, como la noria y la pista de hielo. El espacio para patinar también crecerá este año, y la pista pasará de los 400 metros cuadrados a los 550.
Con el objetivo de atraer también al público joven, se instalará The Limit, una atracción de sillas voladoras de 40 metros de altura, que también dominará el skyline de la ciudad durante la época navideña. “Queremos que también se acerque la gente más joven al puerto”, ha destacado Pino: tal vez alguno puede inspirarse de cara a su futuro profesional y “ver que en el mundo marítimo está su lugar”.
Para ahondar en esta reivindicación del carácter marítimo de la feria, ofrecerá por segundo año tapas de pescado de la Cofradía de Pescadores de Barcelona. Además, se programarán talleres, juegos y actividades divulgativas centradas en el mar, enfocadas especialmente al público familiar. Los más pequeños también tendrán nuevas propuestas, como una bajada de trineos infantil, y el espectáculo Nadal dels Súpers de SX3 el 20 de diciembre.
Para ganar en sostenibilidad, la feria utilizará mobiliario de segundo uso, como estructuras del Imax. Para potenciar esta reutilización, se decorará el puerto con materiales como tuberías recicladas, y elementos y estructuras ubicadas en la Rambla de Mar antes de las obras por la Copa del América. “Queremos ser un espacio de encuentro para toda la ciudad, desde la sostenibilidad y la economía circular”, ha defendido Carbonell.
Los visitantes podrán adentrarse a la feria navideña marinera a partir del 29 de noviembre, cuando iluminará oficialmente sus luces, un día después de que se enciendan las de la ciudad. La inauguración de esta sexta edición del evento ya tendrá un marcado carácter barcelonés, con villancicos rumberos a cargo de Sabor de Gràcia, que abrirán más de cinco semanas de propuestas navideñas junto al mar.