El Port de Barcelona quiere consolidarse como una pieza clave al servicio de la industria y la economía catalana, como ha puesto de manifiesto su presidente, Damià Calvet, en un repaso del proyecto de futuro de esta infraestructura que pasa por ganar eficiencia y sostenibilidad. Con estos objetivos, para los próximos ocho años está previsto un proyecto de desarrollo y mejora de las infraestructuras ferroviarias que deben potenciar la intermodalidad del puerto y que se elevan a 600 millones de euros. Unos 400 millones de euros se destinarán a los accesos y otros 200 millones de euros a una terminal ferroviaria, por lo que algunas actuaciones está previsto que se inicien en el primer semestre de 2022.
El presidente del Port de Barcelona, que ha participado en un coloquio organizado en el marco de la Barcelona New Economy Week, junto con el secretario de Infraestructures i Mobilitat de la Generalitat, Isidre Gavín, ha manifestado que el puerto se ha configurado como una gran infraestructura de servicios generadores de riqueza no sólo dentro de su perímetro —y aquí ha insistido en que los límites físicos del puerto “son los que son y no variarán”— sino que es una herramienta indispensable para todo el hinterland al que abastece.
En este sentido, Calvet ha asegurado que la estrategia pasa por reordenar las actividades portuarias dentro de sus límites físicos para ganar eficiencia y sostenibilidad y poder incrementar la actividad. Ha sido en este punto en el que ha pedido al Gobierno crear una oficina técnica que permita desarrollar todas las nuevas infraestructuras ferroviarias del Port de Barcelona desde Catalunya para ser “más eficientes, abordarlas más rápidamente y que encajen con las necesidades del territorio”. El presidente del Port de Barcelona ha celebrado que en los últimos años la cuota modal del ferrocarril haya subido del 3% de hace unos años hasta el 16% o 17% actual.
Por su parte, Isidre Gavín, secretario de Infraestructures i Mobilitat de la Generalitat, ha destacado el valor económico y social de la logística, que ya representa el 14% del Producto Interior Bruto (PIB) catalán y es un claro generador de empleo, “también de alto valor añadido”, puntualizó. Gavín ha insistido en que “si la logística de un país está desarrollada y es competitiva, aquel país es también competitivo”.
La estrategia del Port de Barcelona pasa por reordenar las actividades para ganar eficiencia y sostenibilidad y poder incrementar la actividad
Por ello destacó la estrategia logística de la Generalitat de Catalunya que pasa por potenciar también la intermodalidad, a través de Cimalsa (empresa pública que gestiona los centros logísticos de Catalunya) y el desarrollo de áreas logísticas de gran tamaño que tienen conexión ferroviaria. “Esto debe permitir también que puedan tener conexión con el Port de Barcelona a través del Corredor del Mediterráneo, una pieza también clave para la logística global”, dijo Gavín.