“Esta entidad que vela por la continuidad del dibujo en todas sus vertientes no depende de nadie, depende de sus socios”, subraya Parera. “Somos seiscientos treinta socios, que a través de una cuota mantenemos el Cercle. Cada cuatro años se elige una junta nueva. Yo estoy en la mitad de mi segundo mandato. Los socios escogen al presidente y la junta. En la junta actual tenemos al escenógrafo Josep Castells y a la modelo Marimax Satsera, de origen griego”, prosigue.
Subimos las escaleras del palacio… “No sabemos exactamente de qué fecha es la construcción. Creemos que es el del siglo XVII y que formaba parte de la propiedad del Monasterio de Santa Catalina. También se sabe que en 1714 lo ocupó una familia noble de Girona. Nosotros compartimos edificio con la Coordinadora de Geganters de Barcelona. Compartimos el patio interior. Ellos tienen aquí los Entremeses festivos que son los cabezudos, enanos y bestiario; cada bestia tiene su propia ejecución”, indica.
El Cercle Artístic Sant Lluc se instaló en la calle Mercaders en 2009. Parera nos explica que es un edifico del Ayuntamiento y que tienen una cesión administrativa por cincuenta años: “Nosotros nos hacemos cargo de todo y de una hipoteca de 500.000 euros con Arquia para sufragar parte de los gastos de remodelación del edificio que se hizo entre 2007 y 2009. No tenemos un alquiler, es una concesión contra esta hipoteca”.
Socios de honor
“Antoni Gaudí fue miembro de la junta de Sant Lluc cuando la entidad tenía un matiz eclesiástico muy importante —destaca Parera—. En aquel momento Gaudí era muy místico y coincidía con la línea de la entidad y por eso se implicaba en las procesiones como la del Corpus Christi de la cual guardamos una foto que es una de las pocas instantáneas que existen de él”. Los hermanos Llimona, muy afines con la iglesia, también tuvieron un rol importante: “Sobre todo Joan Llimona que fue presidente y la hija de Josep, Mercè Llimona, que fue presidenta en los años cincuenta”.
Sant Lluc se fundó en 1893. Entre los primeros socios destacaron el arquitecto Sagnier, los hermanos Llimona y Alexandre de Riquer. Nace como centro dedicado al dibujo, al fomento del dibujo y de la amistad. Joan Miró fue un gran asiduo porque le interesaba mucho el dibujo y cuando murió su viuda regaló un dibujo a la entidad por el amor que Miró tenía a Sant Lluc. También se conservan varios de los dibujos que hizo el artista en Sant Lluc.
Herramienta esencial
“El dibujo es esencial. Mucha gente nos dice que sabía dibujar pero que se ha olvidado. Sant Lluc es dibujo. Cuando dibujas estás sacando tu intimidad, tus sentidos. El dibujo es innato; cualquier niño lo primero que hace es rayar, expresarse con un lápiz”, afirma Parera.
Todas las actividades giran alrededor del dibujo. “Nosotros no somos la alternativa a nadie, somos complementarios a todo, a las escuelas de diseño, a las de arquitectura, a los ilustradores… Es un sitio donde puedes practicar aquello que necesitas para tu desarrollo profesional. Ofrecemos sesiones diarias con modelos y espacios preparados para trabajar. Tenemos profesores de la universidad dispuestos a acompañar a todos los alumnos”, detalla.
“El científico Josep Perelló dice que sólo puede explicar la física cuántica a través del dibujo y los médicos también utilizan el dibujo para explicar cómo está el estómago del paciente”, reflexiona Parera desde el majestuoso salón del palacio.
El dibujo al cubo. Hay cursos para aprender a coger el lápiz y enfrentarte al papel; introducción al dibujo, dibujo académico, acuarela, grabado, cómic… También hay exposiciones colectivas de lo que se hace durante el curso. “Si te apuntas a un curso, durante ese periodo pasas a ser socio de la entidad con todas sus ventajas como los descuentos para acceder a museos como el Macba, el Mnac y el Picasso”, señala su presidente.
El dibujo en el siglo XXI
Parera es consciente que el siglo XXI es de las tecnologías pero no por eso decae su entusiasmo. Sí que entristece cuando desvela que es el primer año que la Generalitat les deniega la subvención porque alegan que no cumplen “con los requisitos de entidades históricas y tampoco como centro de formación porque no es una formación reglada”. Pero nadie tiene en cuenta el trabajo social que hacen en colaboración con el Centro de Psiquiatría de Barcelona con grupos de trastornos límites y el apoyo a los estudiantes del Bachillerato Artístico de catorce institutos de Barcelona: “Los alumnos del Bachillerato Artístico vienen aquí con sus profesores y hacen clases especiales en un marco diferente del instituto y con buenas instalaciones con gradas, tarimas y modelos”.
Asignatura pendiente, la web. Hoy en día la web de una entidad es su ventana al mundo. “Es una de las urgencias que tenemos; está en construcción… Esperemos que durante este mes de noviembre vea la luz”, sostiene Parera.