A Barcelona le gusta jugar. Lo demuestra su ecosistema vinculado a los videojuegos, su participación en competiciones de alcance internacional, y también su papel en formatos más tradicionales pero igual de populares, como los juegos de mesa. Es en este contexto en el que se enmarca la actividad de Devir, multinacional enclavada en Barcelona desde hace un cuarto de siglo y que dispone de un catálogo de más de 300 juegos de mesa. Entre ellos, despuntan títulos icónicos como Catan o Carcassonne, y centenares de producción propia, muchos de los cuales han sido licenciados en todo el mundo.
La editorial multinacional, con sede operativa en Barcelona y perteneciente a un grupo de origen brasileño, facturó el año pasado 17 millones de euros, lo que implicó un incremento del 12% respecto al año anterior. Para este año, prevé un crecimiento también en torno del 10% en esta división de juegos con sello barcelonés, con unas cifras aupadas en parte por jugadores que se adentraron en este ámbito durante la pandemia. Pese al origen brasileño del grupo, “las decisiones estratégicas y las decisiones creativas en la división de juegos se toman de forma global desde la oficina de Barcelona”, como destaca el International Communication Manager de Devir, Benja Amorín.
En global, Devir cuenta con nueve oficinas en todo el mundo, que suman 200 trabajadores. En concreto, la capital catalana cuenta con una plantilla de 30 profesionales, que incluyen a directivos destacados de la compañía: “La mayoría de sus figuras globales operan desde Barcelona”. Para seguir creciendo desde la ciudad, Devir ha cambiado recientemente de oficina en Barcelona, y se ha reubicado en la calle Muntaner con Via Augusta. “La compañía está en constante crecimiento”, remarca Amorín. De hecho, el grupo en su conjunto ha mantenido un ritmo de crecimiento anual del 20% desde 2020.
El origen de Devir se sitúa en Brasil en 1987, cuando un grupo de aficionados al cómic americano decidieron aparcar sus carreras como ingenieros informáticos por lo que entonces era su hobby. La empresa empezó editando cómics y juegos de cartas coleccionables, y no tardó en abrir oficina en Barcelona. Fue en esta en la que se hizo una apuesta decidida por los juegos de mesa.
“La división de juegos de mesa fue creciendo desde la ciudad, y se ha convertido en una actividad principal de la compañía”, destaca Amorín. “Desde entonces, llevamos 25 años creando juegos de mesa y de rol desde la ciudad”. La firma multinacional celebrará estos 25 años de actividad como editor de juegos de mesa desde Barcelona con un programa de actividades, entre las que destaca un evento con los creadores de los juegos de mesa más representativos de la empresa, como los de Carcassonne y Sushi go.
Recientemente la empresa ha sumado un nuevo juego a su catálogo, que tiene precisamente a Barcelona como una de sus protagonistas. Con el nombre de Cities, el juego representa “una apuesta editorial muy fuerte, ya que es accesible para todo tipo de público”, lo que permitirá avanzar en el crecimiento y la internacionalización del grupo, según Amorín.
El juego consiste en mejorar una de las grandes ciudades del mundo, Barcelona entre ellas. “El jugador se convierte en un maestro arquitectónico que debe urbanizar una de las ocho ciudades del juego”, explica Amorín. La ciudad de cada partida se escoge al azar entre la capital catalana, Sidney, Venecia, Nueva York, Río de Janeiro, Lisboa, México D.F. y Buenos Aires.
“Todas son ciudades representativas de Devir”: Nueva York y Sidney vienen de las ciudades de residencia de los dos creadores del juego, Steve Finn, Phil Walker-Harding, mientras que otras disponen de oficina de la empresa, y Barcelona destaca como epicentro de la creación de los juegos de la firma. Con partidas cortas, de una media hora de duración, los jugadores deben construir la ciudad en función de las características que marca el juego: a Nueva York, por ejemplo, le gustan los rascacielos; a Barcelona, las ramblas.
Precisamente a pocos metros de La Rambla, Devir presentará este martes su nuevo juego de mesa, que permite vivir la experiencia de ser una estrella rockera de los años 70. Los jugadores se trasladan a la época dorada del rock mediante ensayos, conciertos y la promoción de la banda para llevarla hasta el estrellato. Con el nombre de Rock Hard 1977, el juego ha sido creado por Jackie Fox, exbajista de The Runaways, la primera banda de rock formada únicamente por mujeres y que hizo bailar con temas como Cherry Bomb.
El juego se presentará en el Guitar Legends Hall y también en el DAU Barcelona. El festival, que se celebrará en Fabra i Coats este fin de semana con acceso gratuito, invitará a jugar con juegos de mesa y tradicionales pero también con nuevas propuestas. En su decimotercera edición, la cita aspira a consolidarse como el referente de los juegos de mesa no sólo en la ciudad, sino más allá, explorando nuevos horizontes y formatos, desde Barcelona.