Cola para fotografiarse con el universo galo romano de Asterix en la exposición que CaixaFòrum dedica al cómic.
IN THE STREAM

De la gran exposición del cómic a la nueva tienda del Moco Museum

CaixaFòrum exhibe una de las grandes muestras del año en Barcelona y el nuevo museo de la calle Montcada estrena una concept store, pero no para vender souvenirs, sino productos que superan los mil euros

Quisiera destacar en esta columna dos acontecimientos culturales de Barcelona acaecidos en las últimas semanas. Hay más, puede que con igual o mayor relevancia, pero uno alcanza hasta donde puede, y en esto de seleccionar también cuentan los gustos de cada cual. Así pues, estos días me he desplazado, en primer lugar, al CaixaFòrum para visitar la gran exposición sobre el cómic, y unos días después fui a la calle Montcada para asistir a la apertura de la Concept Store, la nueva oferta de tienda del Moco Museum, que estos días va a cumplir su primer año en la capital catalana.

Más de 300 originales ofrecen un viaje por algo más de un siglo de historia del que se denomina octavo arte, arrancando con una página de Yellow Kid, el personaje creado por Richard F. Outcault y publicada como tira a finales del siglo XIX en la prensa norteamericana. Con Yellow Kid se considera que se inicia la andadura del cómic. Entre otros méritos, fue el primero en utilizar globos o bocadillos para los diálogos entre los personajes. Asimismo, dio nombre a la denominada prensa amarilla, al aparecer simultáneamente en el New York Word, de Joseph Pulitzer, y el New York Journal, de Randolph Hearst.

A partir de Yellow Kid, se despliegan las páginas de otros pioneros, como Little Nemo y Krazy Kat. La exposición está dividida en ocho grandes apartados. Tras los orígenes, la muestra se adentra en la edad de oro del comic norteamericano, con personajes legendarios como Popeye, Dick Tracy, Tarzán y Flash Gordon. Seguimos con los superhéroes encarnados por mitos como Superman, Batman y Capitán América, entre otros, para pasar a una ojeada por el cómic en España, desde Opisso, el Capitán Trueno y el underground de Nazario y Gallardo.

Exposición Comic Caixaforum Rue del percebe
Maqueta de la historieta 13 Rue del percebe, creada por Francisco Ibáñez.

Tiene también gran protagonismo el cómic franco-belga de Tintin, los pitufos, Astérix y Blueberry. También el denominado eje Italia-Argentina, con el Corto Maltés de Hugo Pratt, junto con las aventuras nacidas de los pinceles de Milo Manara y Quino. La fantasía y la ciencia ficción de Moebius, Corben y Loisel ocupan otro los espacios temáticos, que finalizan con la irrupción de la novela gráfica. La muestra deja de lado el manga y otros géneros orientales, por lo que en realidad narra la historia del cómic occidental.

La exposición se completa con algunos escenarios para que el público pueda inmortalizar la visita con fotografías. Entre ellos, se encuentran una reproducción de la cama elevada de Little Nemo, una maqueta del delirante bloque de 13 Rue del Percebe y, como gran guinda, poder posar entre Asterix y Obelix con el resto de personajes del universo galo y romano de Uderzo y Goscinny detrás. Uno sale del CaixaFòrum con la sensación de haber presenciado una de las grandes exposiciones del año en Barcelona.

El Moco Museum hace ya casi un año que abrió sus puertas en el antiguo local de la galería Maeght en la calle Montcada, en un formato importado de Amsterdam por el matrimonio formado por Kim Prins y Lional Logchies. Cumplido un año, han decidido evolucionar e incluir en su oferta una tienda singular, en la que la mayor parte de los productos a la venta supera los mil euros. No se trata de una tienda para que el visitante adquiera un suvenir del museo, sino que está destinada a un público coleccionista de arte.

El Moco Museum es una oferta interesante que venía con la etiqueta del éxito de la capital holandesa. El tiempo dirá si la última apuesta museística de la calle Montcada se consolida también en Barcelona. Mientras, hay que reconocer que una visita a las salas no deja a nadie indiferente. Algunas de las obras son impactantes, con firmas de iconos como Banksy y un nuevo tipo de obra de arte efímero y en cambio constante nacida de la revolución digital. El Moco lleva al museo conceptos nuevos como el arte inmersivo, en el que el espectador se sumerge en la obra, y el arte NFT (non fungible token).

Entrada de la nueva tienda inaugurada por Moco Museum.

Ambos crean polémica y debate. Hay una obra en una de las salas que va generando continuamente un vídeo, de manera que las imágenes que ve el espectador nunca son iguales. Se calcula que para que una imagen se repita deberían trascurrir al menos 600 años.

Pero más allá de polémicas, no se puede negar que lo del Moco Museum no es moco de pavo. Lo siento, no me he podido resistir. Recomiendo igualmente la visita.