Construmat desembarca en Fira de Barcelona hasta el 22 de mayo. © Albert Hernàndez / ACN

Construmat pone los cimientos para edificar viviendas más asequibles, sostenibles y eficaces

Fira de Barcelona se convierte en el mayor aparador de materiales y soluciones constructivas innovadoras, en una edición con un 24% más de empresas pero que también crece en internacionalidad, con 22 países representados

La vivienda es ya la principal preocupación para los españoles. Para solucionar esta problemática social, el sector de la construcción se fija como objetivo edificar más residencias asequibles en los próximos años. Construmat, el salón de referencia del sector en el sur de Europa, ha desembarcado en el recinto Gran Via de Fira de Barcelona, hasta el 22 de mayo, para convertirse en el escaparate más grande y transversal de la industria, con materiales y soluciones constructivas innovadoras que sirvan para poner los cimientos y avanzar hacia este objetivo.

Desde viviendas construidas con paja o corcho, hasta andamios o maquinaria especializada, pasando por pavimentos, fachadas o urbanismo, son los protagonistas de la 24ª edición de la feria. Un escaparate de soluciones constructivas novedosas que persiguen el propósito no solo de construir más sino también mejor, garantizando que las viviendas sean sostenibles, saludables y eficaces sin que se encarezca su precio final.

En una edición que crece un 15% en superficie expositiva, superando los 12.000 metros cuadrados netos, las nuevas aplicaciones de materiales tradicionales, como la madera o el hormigón, conviven con componentes disruptivos, como aquellos reutilizados a partir de residuos plásticos. Durante tres días, 350 expositores de una veintena de países aprovecharán el salón para presentar algunas de sus novedades más destacadas, como la empresa Molins que, durante la feria, presenta su nueva Gama Susterra, con cementos y hormigones con una menor huella de carbono.

Para avanzar hacia la sostenibilidad, compañías como World Wood Future apuestan por construir con materiales como la madera o la paja, que no solo representan ventajas a nivel medioambiental, sino que también agilizan la instalación, según el consejero delegado de la compañía, Salvador Ordóñez. La madera también es la protagonista de la estructura del salón La Plaza, que, además de ser un espacio de encuentro para los visitantes, también es una muestra de innovación y talento joven. Diseñada por los fundadores de Blue Containers Company, que ganaron el Concurso de Ideas para el diseño de este espacio dirigido al alumnado de universidades y ciclos formativos relacionados con la arquitectura y la construcción, la estructura está construida con madera local, además de paja y cáscaras de arroz.

Pero el salón no solo busca servir de expositor de los últimos materiales de la industria de la construcción sino que, sobre todo, quiere ser un escaparate de las innovaciones del sector en todos los ámbitos. Desde la primera piedra de un edificio o los andamios, pasando por fachadas, cocinas, baños e incluso piscinas, y sin olvidarse de las múltiples aplicaciones de la inteligencia artificial en el sector.

En esta necesaria innovación del sector también juegan un papel destacado las startups, que este año duplican su presencia en el evento, pasando de 20 empresas en su anterior edición a 40 en la de este año. Unas empresas protagonizadas claramente por la inteligencia artificial, pero en las que tampoco faltan los drones con Dronica o los sistemas inteligentes, como las pulseras que previenen los golpes de calor entre los trabajadores de la construcción que presenta AT Protección.

Materiales tradicionales como el hormigón conviven con componentes reutilizados o casas construidas a partir de paja. © Albert Hernàndez / ACN

Generar presupuestos automáticamente o planificar tareas son algunas de las aplicaciones de la inteligencia artificial que ofrece la compañía madrileña BrickControl, según detalla Patricia Garayalde, responsable de desarrollo de negocio. Pero la inteligencia artificial va más allá y no quiere quedarse solo en las oficinas, sino también llegar a pie de obra. “La digitalización de la construcción conlleva un esfuerzo, por lo que debemos garantizar que el proceso sea lo más intuitivo posible para los trabajadores”, defiende el director comercial de Trowel, José Fernando.

Trowel permite la gestión digital de presupuestos o planos, pero también ayuda a los empleados a entregar partes de trabajo, a través de una sencilla aplicación con reconocimiento de voz. Con el mismo propósito trabaja Benetics, una aplicación móvil que incorpora inteligencia artificial para agilizar la comunicación entre la oficina y los trabajadores a pie de obra, quienes pueden enviar fotografías o marcar las tareas realizadas desde su móvil. Con presencia en Alemania, Suiza y Francia, la empresa quiere desembarcar ahora en España a partir de su participación en el salón, según asegura su director comercial, Antonio Thurnher.

La feria no solo quiere ser un espacio expositivo, sino también un epicentro de debate y reflexión colectiva sobre el presente y futuro del sector

Sin embargo, esta innovación no está reñida con la tradición y con la defensa del oficio manual, dos vertientes de la industria de la construcción que también conviven armónicamente en Construmat. A tan solo a unos metros de distancia, los visitantes pueden observar en directo cómo se realiza la volta tradicional catalana, de la mano del Gremi de Construcció de Barcelona y el grupo Puigfel, así como, gracias a las gafas de realidad virtual, adentrarse en las obras de viviendas sociales, como la Illa Glòries, desarrolladas por Institut Municipal de l’Habitatge i Rehabilitació de Barcelona (IMHAB).

Unas gafas de realidad virtual permiten adentrarse en viviendas sociales en construcción, como la Illa Glòries.

En su conjunto, en el salón participan unas 350 empresas, 120 de las cuales provenientes de fuera de España, cifra que supone un incremento del 140% en representación internacional. En total, 22 países se dan cita en el salón, con compañías principalmente de la Unión Europea, pero también de países más lejanos como Japón o Turquía, que este es el país invitado. Unas empresas que persiguen el mismo objetivo: avanzar hacia las viviendas del futuro. Este objetivo también coincide con los deseos que los asistentes han colgado del árbol de los deseos que ha plantado Construmat, quienes anhelan que la sostenibilidad y la vivienda social dejen de ser un eslogan y sea una práctica generalizada en el sector.

Por este motivo, la feria no solo quiere ser un espacio expositivo, sino también un epicentro de debate y reflexión colectiva sobre el presente y futuro del sector. En el marco de la programación del Sustainable Building Congress unos 60 ponentes nacionales e internacionales abordan y debaten los retos del sector, aportando soluciones para avanzar hacia más viviendas asequibles, la biohabitabilidad de los edificios y la aplicación de la inteligencia artificial en la industria.

La vivienda asequible es uno de los grandes temas que aborda el salón, presentando soluciones para construir de forma más económica aplicando la industrialización y la digitalización de ciertos procesos, pero también reclamando medidas a las administraciones. Así, el congreso será el escenario de la presentación del informe Una mirada constructiva. Decálogo para abordar la escasez de vivienda en España, con soluciones para avanzar en la resolución de esta problemática social, como la elaboración de un Pacto de Estado o la agilización de licencias. Para Montse Pujol, consejera delegada de Grupo PMP, la construcción de viviendas asequibles no solo pasa por la industrialización de la construcción, metodología a partir de la cual las viviendas se construyen dentro de la fábrica y se transportan de forma ágil, sino también por la incorporación de mano de obra.

Durante el salón unas 350 empresas, 120 de las cuales provienen de fuera de España, exponen sus novedades. © Albert Hernàndez / ACN

“El sector enfrenta retos como la falta de suelo urbanizable, los elevados costes o la falta de mano de obra para la construcción”, lamenta Pujol. Por este motivo, otro de los propósitos del salón es captar talento y presentar la construcción como una salida profesional atractiva y viable, con salarios por encima de la media. Durante el tercer día, la feria se abrirá a estudiantes y jóvenes interesados en trabajar en la industria, ya que el relevo generacional es cada vez más urgente, teniendo en cuenta que en aproximadamente una década un 40% de los trabajadores de la construcción actuales estará en edad de jubilarse. Durante su tercer día, Construmat se abrirá a jóvenes con un marketplace donde empresas como Constructora d’ARO o Roma Infraestructuras entrevistarán a posibles candidatos.

Unas actividades que también se complementan con workshops y talleres, además de los ya clásicos premios Construmat de arquitectura sostenible y saludable. Comisariados por la Fundación Mies van der Rohe, este año han premiado al despacho suizo Herzog & de Meuron, por el hospital universitario Kinderspital en Zurich, y al estudio local Peris+Toral, por las viviendas sociales Cases de terra en Ibiza. Los galardones, creados en 1985, también han entregado el premio del público al hotel de cinco estrellas Torre del Marqués de Monroyo, del estudio Edra Arquitectura km0.

A través de sus 350 expositores y su amplio programa de actividades, el objetivo de esta edición es superar los 22.000 visitantes, 1.000 asistentes más que en su anterior edición. En los últimos años, desde que tras la pandemia el salón se propuso repensar su modelo e impulsar el evento, ha crecido tanto en superficie expositiva, como en empresas participantes y representación internacional. Un crecimiento que ha implicado que la organización de Construmat haya decidido que la feria se convierta en bienal, volviéndose a organizar del 18 al 20 de mayo de 2027. 

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