En pleno confinamiento, Pere Navarro Morera (Terrassa, 1959), delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), lideró hace un año el nacimiento de la Barcelona New Economy Week (BNEW), un evento híbrido, presencial y online, totalmente innovador, 100% profesional y destinado a impulsar la reactivación de la economía en plena crisis pandémica. La primera edición del BNEW, celebrada la primera semana de octubre de 2020, fue un éxito, con más de 11.000 personas inscritas de 111 países y la participación de 400 ponentes.
No fue, sin embargo, flor de un día: BNEW vuelve y lo hará este año aún con más fuerza, duplicando su propuesta. El CZFB ya tiene de nuevo la maquinaria en marcha para organizar una segunda edición de este evento entre el 5 y el 8 de octubre, según explica Navarro a The New Barcelona Post, en una conversación donde también se muestra muy optimista con el proceso de reindustrialización de la fábrica de Nissan y donde avanza un “acuerdo inminente” sobre el precio de venta de los terrenos que permitirán la ampliación de Mercabarna.
— ¿BNEW ha llegado para quedarse?
Sí, queremos que se haga cada primera semana de octubre. ¡Al BNEW no lo para ni otra pandemia, porque es un evento que ya nació vacunado! En pleno confinamiento decidimos inventar algo nuevo, un formato innovador, totalmente diferente de los demás y que estuviera protegido del virus, ya que la plataforma digital que desarrollamos permitía seguir los diferentes ejes temáticos online, con la ventaja de que también hacía que el evento fuera global. Es una fórmula que funcionó muy bien y que nos sorprendió positivamente.
–¿Cuál es el objetivo que se marcan con BNEW?
–Queremos ser útiles y crear actividad económica, ser un punto de encuentro, de networking, de creación de una red de negocios orientada a potenciar la nueva economía. En el primer BNEW hubo más de 25.000 contactos entre personas de alto nivel de las empresas. De las 11.000 inscripciones, 1.800 eran startup, es decir, empresas emergentes que estaban muy interesadas en aprovechar el evento para ponerse en contacto con otras compañías y con los grandes grupos empresariales y a la inversa. Con el primer BNEW se trataba de estar ahí, de estar presentes en un momento muy complicado de la economía, de mucho pesimismo, teníamos que transmitir el mensaje de que hay muchas posibilidades para el crecimiento económico.
–Y este año, ¿cuál será el elemento central?
–Este es el año del relanzamiento, pensamos que en octubre la economía estará dando un salto muy importante y el último trimestre puede superar todas las previsiones y BNEW quiere formar parte de esta tendencia. Una característica interesante de este evento es que no es sectorial, sino que quiere potenciar la nueva economía en general y conectar mundos que habitualmente no se tocan o no se miran. Nosotros mezclamos diferentes aspectos y temáticas y pensamos que de aquí pueden salir muchas oportunidades. En el primer BNEW tuvimos cinco ejes temáticos: logística, comercio electrónico, industria digital, sector inmobiliario y nuevas zonas económicas. Este año volvemos sobre estas áreas y añadimos cinco más: sostenibilidad, movilidad, talento, ciencia y el BNEW City, un canal de carácter más lúdico para vivir la ciudad y que ofrecerá todo tipo de actividades gastronómicas, culturales y vinculadas al diseño.
–¿Qué expectativas tiene para esta segunda edición?
–El año pasado vendíamos humo, era algo que no se había hecho nunca y la respuesta fue muy buena. Ahora ya partimos de una experiencia de éxito y lo que haremos es perfeccionarla. En el primer BNEW la presencia física fue limitada, pero este año, si las restricciones sanitarias no lo impiden, tendremos más público presencial en los diferentes escenarios de los diez ejes temáticos. Estamos perfeccionando la plataforma digital y esta vez las conferencias se podrán seguir también desde el teléfono móvil, lo que facilitará aún más la participación. También duplicamos el número de ponentes, en lugar de 400 tendremos 800, con el reto de aumentar muchísimo la capacidad de transmitir conocimientos y fomentar la generación de negocio.
–¿Dónde se ubicarán los platós de cada eje temático?
–BNEW es una fórmula de éxito porque está muy unida a Barcelona. Todos los escenarios son espacios emblemáticos de la ciudad, lugares de referencia donde poder instalar un plató que nos permita ofrecer una señal de streaming impecable. Este año repetiremos en la Estación de Francia, en la Casa Seat y en el Movistar Center de Plaça Catalunya, pero BNEW tendrá lugar también en La Pedrera, en el Roca Gallery y en otro espacio que todavía no puedo concretar. Será también emblemático y nos permitirá disponer de un gran espacio al aire libre donde poder reunir entre 500 y 1.000 asistentes, aunque dependerá de la evolución de la pandemia.
–¿Con qué presupuesto trabaja el CZFB para esta segunda edición?
–No puedo adelantar la cifra; pero en 2020 destinamos unos dos millones de euros y conseguimos equilibrar las cuentas gracias a las empresas que confiaron en nosotros. Todos los patrocinadores quedaron muy satisfechos y obtuvieron un retorno positivo y este año repiten y tendremos también patrocinadores nuevos.
–¿Qué objetivo de participantes se han marcado?
–No le puedo decir, pensamos que serán más de 11.000, que en todo caso ya es una cifra muy exitosa. Doblamos temáticas y ponentes, tendremos más presencialidad… el ritmo de inscripciones está funcionando bien. También es un buen indicador el hecho de que en la segunda convocatoria del BNEW Startup Innovation Hub se han apuntado para participar 110 startup, frente a las 76 del primer año.
–¿Se mantiene la apuesta por la internacionalización?
–Totalmente, BNEW ha nacido para ser global, es un evento que promociona de una forma muy clara a Barcelona en el mundo y la posiciona como abanderada de la nueva economía y las nuevas oportunidades. Nos focalizamos en el mundo Atlántico —América, Europa y África— y no descartamos en el futuro tener una pata en otras ciudades, como Lisboa, Londres o Dubai, aunque Barcelona siempre será la referencia. ¿Por qué no hacer que el streaming en directo del BNEW empiece en Barcelona y vaya conectando a medida que pase el día con otras ciudades y acabe dando la vuelta al mundo? Son sueños de futuro…
No descartamos en el futuro que BNEW tenga una pata en otras ciudades, como Lisboa, Londres o Dubai, aunque Barcelona siempre será la referencia
–Cambiando de tema, el nuevo president de la Generalitat ha manifestado que quiere pedir al Estado el traspaso del Consorcio de la Zona Franca. ¿Qué opina?
–Creo que el modelo de gestión que tenemos actualmente es el correcto. En nuestro plenario hay representantes de todos los partidos políticos y de los agentes sociales, es un plenario muy plural presidido por la alcaldesa de Barcelona y que funciona muy bien. El CZFB ha demostrado que es útil no sólo para la ciudad de Barcelona, sino para todo el país.
–Durante una larga etapa, el CZFB llevó a cabo una potente actividad de promoción inmobiliaria. ¿Qué centra actualmente los esfuerzos de la entidad?
–El CZFB administra un importante patrimonio público: el polígono industrial de la Zona Franca. Nos autofinanciamos con los ingresos que obtenemos de los alquileres y destinamos todos los beneficios a actividades de promoción económica y de dinamización, como el Salón de la Logística, el Meeting Point o ahora BNEW. Es verdad que tenemos parcelas para construir viviendas en los cuarteles de Sant Andreu o en la Marina del Prat Vermell, lo iremos haciendo, pero nuestra prioridad ahora es crear oportunidades vinculadas a la nueva economía y por eso hemos impulsado una de las incubadoras de impresión 3D más importantes que existen y proyectos como el DFactory Barcelona.
El modelo de gestión que tenemos actualmente es el correcto; el CZFB ha demostrado que es útil no sólo para la ciudad de Barcelona, sino para todo el país
–¿Cuando se pondrá en marcha el DFactory?
–El objetivo es inaugurar una primera fase de 17.000 metros cuadrados en otoño, con el reto de impulsar la industria 4.0 y juntar en un mismo espacio todo lo que tiene que ver con la digitalización, la sostenibilidad, la impresión 3D, la robótica o la sensórica. El DFactory quiere ser un núcleo inicial de creación de puestos de trabajo vinculados con la nueva industria. Esta primera fase puede dar trabajo a unas 500 personas y será todo un centro de innovación, de prototipado, de espacio de colaboración entre diferentes empresas. Pero habrá una segunda fase, con 70.000 metros cuadrados más, que sí será un espacio de fabricación. Ya tenemos dos grandes multinacionales comprometidas con el Dfactory, HP y Huawei, que pueden ejercer de tractoras para muchas otras empresas. HP es clave en el negocio del 3D, mientras que Huawei ha visto en esta iniciativa un marco para potenciar la inteligencia artificial aplicada a la industria.
–¿Cuando prevé tener una solución para la parcela de 518.000 metros cuadrados que ocupa Nissan y que quedarán vacantes el 31 de diciembre?
–En otoño debemos tener sobre la mesa alternativas muy sólidas. Estoy convencido de que este tema se solucionará bien, tanto para los trabajadores de la Nissan afectados como para la actividad económica del polígono.
–Han salido muchos nombres y muchos proyectos, pero, ¿en qué fase estamos exactamente?
–Están a punto de salir buenas noticias. La Comisión de Reindustrialización ha recibido 41 propuestas, todas ellas muy innovadoras. Se hizo un concurso y se adjudicó a KPMG la valoración de las diferentes iniciativas y ahora estamos en esta fase de análisis. Es lógico que los trabajadores de Nissan estén inquietos y quieran resultados rápidos, pero en este mundo los resultados rápidos a veces son contraproducentes porque puede pasar que en tres años volvamos a tener un disgusto. Debemos garantizar muy bien quien se pone aquí, no podemos poner cualquier empresa. La comisión está haciendo un buen trabajo, Nissan y los sindicatos también están colaborando. Pasaremos una temporada con tensiones, pero estoy seguro de que el resultado será positivo y que se recuperarán los puestos de trabajo y tendremos unas empresas sólidas de futuro en este espacio.
Estoy seguro de que el resultado será positivo y que se recuperarán los puestos de trabajo de Nissan y tendremos unas empresas sólidas de futuro en este espacio
–¿Serán varias empresas y más logísticas que industriales?
No, no, la idea es que la mayoría de metros cuadrados sean industriales. Puede haber una parte logística, sobre todo la vinculada a la última milla, que hace mucha falta y ocupa más puestos de trabajo. Sobre el número de empresas, creo que ningún proyecto de los que nos han llegado puede ocupar la totalidad de la parcela de Nissan, pero desde mi punto de vista creo que esto es bueno. Prefiero que vengan diferentes empresas y si un día una de ellas tiene un problema evitar que todo vuelva a quedar colgado. Es mejor poner los huevos en diferentes cestas.
–Otro tema pendiente es el de la ampliación de Mercabarna. La operación ya tiene luz verde, pero no acaba de rematarse, ¿no?
Sí, lo tenemos aprobado y ahora estamos cerrando los flecos del acuerdo. No es un tema fácil, ya que somos dos instituciones públicas que tenemos que defender nuestros intereses. Queremos tener los números muy claros y ponernos de acuerdo con un precio de venta de los terrenos que sea justo para ellos y para nosotros. Estamos ya casi de acuerdo y a punto de cerrar el tema. Pensamos que de manera inmediata ya se podrá hacer efectivo.
