El Port de Barcelona ha dejado atrás la pandemia con un tráfico total de casi 71 millones de toneladas movidas en 2022, superando la cifra más alta de la serie histórica hasta el momento, los 67,8 millones de toneladas de 2018. Se deja así atrás los efectos de la covid en la operativa de la infraestructura, después de que, el año pasado, el tráfico ya se hubiera acercado a los números previos a la covid, solo un 1,5% por debajo.
El récord a nivel operativo se ha visto acompañado en 2022 por una cifra de negocio que ha superado la pandemia, con 181 millones de euros, un dato, no obstante, aún mermado por el plan de recuperación de 25 millones de euros que aprobó el puerto para hacer frente a la crisis, señala la subdirectora general económica financiera, Miriam Alaminos. Los beneficios del ejercicio también han mejorado los de 2019, obteniendo 63 millones de euros. El presidente del Port de Barcelona, Lluís Salvadó, ha defendido que son unos buenos resultados teniendo en cuenta el “ejercicio convulso” que se ha vivido a nivel internacional.
El buen comportamiento del tráfico total ha sido bastante homogéneo entre los diferentes segmentos, con crecimientos en todos a excepción de los contenedores, que se han mantenido en un nivel similar respecto a 2021 (-0,3%), año de récord histórico con 3,5 millones de TEU. Sin tener en cuenta los contenedores, los tráficos que se han mostrado más dinámicos han sido las potasas (+53%), recogiendo los frutos de las inversiones realizadas en años anteriores por ICL, y los hidrocarburos (+34,5%), con la crisis energética potenciando infraestructuras clave en el puerto como la planta de GNL de Enagás, la más grande en Europa, y propiciando un crecimiento de este gas de transición del 39,1%.
También ha mejorado el tráfico de automóviles, una partida que arrastraba años de crisis, no solo por la pandemia, y se había empezado a recuperar a mediados del año pasado. En total, se han movido más de 591.000 unidades en 2022, un 18,4% más. A pesar de que las exportaciones han disminuido casi un 8%, afectadas por la falta de semiconductores y el cierre de la planta de Nissan en la Zona Franca, las importaciones han crecido un 63% y los tráficos lo han hecho aún más, con un 145,7% más.
“En los últimos años, el Port de Barcelona se está convirtiendo en un hub de distribución”, sostiene el director general, José Alberto Carbonell, para entender el aumento de los tráficos, con coches que vienen de Asia y se distribuyen por Europa desde la capital catalana. Un 20% de las importaciones corresponde a coches eléctricos, que están creciendo y han hecho que China se haya convertido en el principal origen, relegando a Japón. Una de las compañías que ha escogido el Port de Barcelona para distribuir sus vehículos es Tesla.
Un segmento que aún sufre los efectos de la covid son los cruceros, con 2,3 millones de pasajeros registrado en 2022, aun lejos de los 3,1 millones de 2019 pero por encima de los 521.000 de 2021. De cara a 2023, Salvadó prevé un crecimiento “muy moderado”, entre el 2% y el 3%, aunque espera que mejore en cuestiones como la recuperación de rutas con Barcelona como puerto base y la desestacionalización. A diferencia de los cruceros, los ferris han registrado 1,6 millones de pasajeros, un 62,9% más que hace un año y una cifra jamás conseguida en la historia del puerto gracias, especialmente, a las conexiones con las Islas Baleares, que también han beneficiado al tráfico Ro-Ro.
Plan de inversiones de 300 millones
La Autoridad Portuaria de Barcelona prevé invertir unos 300 millones de euros este 2023, según ha detallado Salvadó, “un salto cualitativo”, en comparación con los años previos, con 32 millones desembolsados en 2021. La partida más importante se la llevará la actualización de infraestructuras portuarias, con 200 millones de euros. Principalmente, se destinarán a nuevos atraques en el Moll de l’Energia, con 80 millones de euros, y la ampliación del Moll Adossat, con 57 millones de euros. Otros aspectos en los que invertirá el puerto serán su electrificación, destinando 35 millones de euros, y los nuevos accesos ferroviarios, con 28 millones de euros. También se actuará en el Port Vell, con un presupuesto de 31 millones de euros, con la mirada puesta en la Copa América.