Campus Poblenou UPF
El Campus Poblenou de la UPF. © V. Z. González

Barcelona quiere atraer más estudiantes internacionales con la nueva ley de universidades

Barcelona Global cree que la capital catalana se puede posicionar como un 'hub' de referencia en educación superior

Barcelona Global ve en la ley de universidades que se ha aprobado este jueves en el Congreso una oportunidad para reforzar la capacidad de la capital catalana para atraer estudiantes extranjeros. La nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) potencia la internacionalización de las universidades, obligándoles a definir estrategias con ese fin, uno de los aspectos que el lobby presidido por Maite Barrera más le ha reclamado al ministro Joan Subirats. “Tenemos un sistema universitario que por falta de planes de internacionalización no está tan bien posicionado en los ránkings de referencia”, expone su directora general, Mercè Conesa.

Con las enmiendas presentadas por Barcelona Global a la LOSU, como también hizo con la ley de startups, Conesa señala que la capital catalana se puede convertir en un destino preferente para los estudiantes de grado y de posgrado, como ya lo son otras ciudades como Londres, Boston, San Francisco y, más recientemente, Singapur, Shanghái, Copenhague y Ámsterdam. Se trata de un mercado en expansión, con 5,1 millones de estudiantes que cambiaron de país para obtener su título universitario en 2016, un 76% más respecto a la década anterior y con la previsión de llegar a los 10,2 millones en 2030. No preocupan tanto los másters, con una capacidad constatada de atraer a público internacional desde Barcelona y menos trabas para facilitar la llegada de sus estudiantes.

“Queremos que Barcelona sea un hub de educación superior: tiene el prestigio y una oferta de universidades excelente. La educación está en la base del posicionamiento que puede tener en el futuro: la competencia entre ciudades ahora es la competencia por el talento”, señala Conesa. En sus demandas para mejorar el acceso a los grados, Barcelona Global se ha acompañado por el presidente del Barcelona Institute of Science and Technology (BIST), Andreu Mas-Colell; la directora de la Barcelona School of Economics (BSE), Teresa Garcia-Milà; el presidente ejecutivo de Roca Junyent, Joan Roca; el abogado de Roca Junyent Joaquim Via, y el socio de Crea Inversión, Marcel Prunera, coordinados por la directora de proyectos de Barcelona Global, Cristina Valiñani.

Además de la obligatoriedad de tener planes de internacionalización, Barcelona Global celebra otros puntos incorporados en la nueva ley, como la apuesta por las alianzas con universidades de otros países internacionales, lo que permitirá crear nuevos grados de tres años. A diferencia de las carreras de cuatro años que existen en España, el lobby barcelonés señala que en el resto de Europa la mayoría son de tres años, lo que genera una desventaja competitiva respecto a otros países en el momento de atraer a estudiantes extranjeros.

Otra propuesta de la asociación introducida en la LOSU ha sido ajustar la duración del visado con la duración de la formación. Hasta ahora, los estudiantes internacionales tenían que ir renovando sus visados varias veces durante su estancia en España. Una traba que también se ha agilizado recientemente, en este caso con la aprobación de la ley de startups, ha sido la posibilidad de extender el visado para buscar prácticas o emprender por un período mínimo de dos años, como ya se hace en otros países de la Unión Europea. La ley de startups también ha simplificado el proceso de obtención del visado.

“Si tenemos un buen posicionamiento en el mundo de la educación superior, estamos creando talento que ya ha escogido Barcelona en el momento de decidir dónde estudiar y después puede decidir si se queda a trabajar o montar una empresa”, indica Conesa. Y, en el caso que vuelvan a sus países de origen, la directora general de Barcelona Global defiende que, a medida que sus carreras avancen, llegará el momento en el que estarán tomando decisiones y podrán pensar en Barcelona para ubicar filiales.

“Si tenemos un buen posicionamiento en el mundo de la educación superior, estamos creando talento que ya ha escogido Barcelona en el momento de decidir dónde estudiar y después puede decidir si se queda a trabajar o montar una empresa”

Sin embargo, aún hay algunas barreras a superar para que los grados que ofrecen las universidades de la capital catalana capten más estudiantes, advierte la directora de proyectos de Barcelona Global, Cristina Valiñani. En ese sentido, la asociación está trabajando para introducir mejoras en las áreas de competencia que le pertocan a la Generalitat. Concretamente, la asociación pide que se reconozca el título de Bachillerato a los estudiantes provenientes de países de la UE, con convenio universitario e International Baccalaureate sobre 14 puntos en vez de sobre 10. A día de hoy, se tienen que presentar a dos exámenes para completar su nota.

El lobby también reclama para los estudiantes que provienen de países sin convenio universitario evitar que tengan que esperar un año para que sus expedientes sean homologados. Por ello, pide recuperar la preavaluación que hacían antes las universidades catalanas, lo que les permitía incorporarse a los estudios a la espera que sus currículums fueran homologados. El último fleco pendiente para Barcelona Global es reservar plazas para los estudiantes extracomunitarios, en aquellos grados con exceso de oferta, con el objetivo de facilitarles la decisión de mudarse y darles tiempo para hacer los trámites.