Celebración del 125 aniversario del Barça en el Palau de la Música.

Barça, 125

El Fútbol Club Barcelona celebró en el Palau de la Música un acto recopilatorio de los mejores momentos del 125 aniversario del club, con formato de pódcast radiofónico y con momentos de gran carga emocional. Ambas instituciones se reencontraban cien años después de su cierre simultáneo bajo la dictadura de Primo de Rivera, y escenificaron un canto a los valores más positivos que las hermanan: catalanismo, resiliencia, excelencia y humanidad. Un acto en el que no faltaron los parlamentos, la música, los audiovisuales y los reconocimientos personales.

Sara Loscos y Andreu Juanola protagonizan desde hace meses el pódcast La llotja del 125, un espacio de conversación por donde han pasado diversos protagonistas de la historia del Barça. Esta, sin embargo, ha sido su última edición: miércoles 25 de junio, Palau de la Música cerrado para los socios, palco presidencial lleno y escenografía azulgrana, con una mesa de estudio radiofónico en el centro donde se lee el lema cruyffista Queremos el balón. La alineación la descubriremos paso a paso: de momento, el Orfeó canta el himno L’escut al pit, que nos ha acompañado durante todo este año, y empieza la celebración.

El primer jugador en salir es David Carabén, comisario del año, que nos habla de conceptos en forma de titulares o capítulos: “disfrutar, compartir y vencer” como filosofía; “un club propiedad de sus socios”, como aviso para navegantes ante los escépticos; “un club multideportivo”, es decir, que no se anda con rodeos, y una referencia obligada (una vez más) al estilo Cruyff: Masía, posesión, juego en equipo.

También menciona el logotipo del año, que ha querido combinar el aspecto de un balón antiguo de cuero con uno moderno y la cifra emblemática. Sin olvidar, por supuesto, la identificación del club con el catalanismo político: a pesar de haber sido fundado por expats, fueron ellos quienes vieron en el catalanismo una herramienta de integración y, al mismo tiempo, de apertura y modernidad. Eran tiempos de modernismo, en efecto. Y de Renaixença. Por eso el Barça sigue representando, para muchos, la reserva simbólica de aquello que el país sabe hacer cuando se atreve y cuando le pone toda la pasión.

Sí, el cartel de Barceló ha sido “muy comentado”. Dejémoslo así, y mencionemos que se trataba de establecer la sucesión Miró-Tàpies-Barceló. Y en cuanto al himno, David “se complicó un poco la vida” (sic) y convocó un concurso de ámbito mundial. Hasta 500 propuestas, incluidas letras en catalán llegadas desde Vietnam. Los socios escogieron, en otro ejemplo (según Carabén) de “repartir juego”. Y finalmente, otro elemento que nos hizo sufrir a muchos desde el primer momento pero que parece haber tenido éxito: la mascota, el CAT, que sale a platea a saludar y que fue creada por el departamento de Identidad del Barça. Carabén subraya que son muchos los equipos de la Premier que tienen mascota, y que en este caso parece que ha funcionado. Rápidamente también se hace referencia a la película producida, a la subida a Montserrat, al 30 aniversario de la Fundación y al propio pódcast La llotja.

El vídeo que sigue hace un repaso al año deportivo, ya que hablamos de un club “multideportivo”: los triunfos en fútbol, el “no hay manera” del baloncesto, el impulso del equipo femenino en los últimos años, el hockey, el balonmano… Lo cual permite a los presentadores dar paso al vicepresidente Rafael Yuste, que lo primero que destaca es la unidad de la junta ante un presidente capaz de navegar en plena tormenta. También menciona a Hansi Flick y su dominio del concepto de la Masía, así como a unos jugadores que combinan perfectamente procedencias locales y lejanas. Aquí, Andreu Juanola concluye que lo que hace el equipo masculino de fútbol, con remontadas épicas que acaban en victoria, empieza a parecer profundamente anticatalán.

Aniversario del Barça en el Palau de la Música Catalana.
El encuentro por el aniversario del Barça ha llenado el Palau de la Música.

Cuando toma la palabra Elena Fort, vicepresidenta institucional, llega el recuerdo del cierre del club en 1925 a raíz de la celebración del éxito del Orfeó Català en Roma, pero también por los silbidos al himno español que resultaron indigestos para las autoridades y que acabaron con la clausura de ambas instituciones. Podemos decir que entramos en la parte más patriótica, con el nuevo vídeo que hace referencia a la nueva sede, el Spotify Camp Nou, y que, a través del Timbaler del Bruc, nos hace sentir las vibraciones que nos indican cómo volver a casa. Se rinde homenaje a Joaquim Gabarró, presidente del Casal de l’Avi, que ya había visto partidos en el antiguo campo de Les Corts, del mismo modo que se entrega la insignia de plata a Núria Quintana, socia histórica con los cómputos interrumpidos por culpa del machismo. El Palau aplaude, en pie.

El acto se encamina hacia su tramo final con la elección de la frase preferida de los socios, que acaba siendo, por votación, la de Guardiola: “Si perdemos, seguiremos siendo el mejor equipo del mundo; si ganamos, seremos eternos.” Esta frase da paso al discurso del presidente Laporta, que antes responde de manera bastante hábil a las preguntas de algunos de los socios más jóvenes. Joan Laporta habla de valores, y de estilo, pero sobre todo subraya la determinación de que el Barça siga siempre en manos de sus socios y socias: “Este es el Barça que imaginó Gamper”. Laporta sabe hablar de forma cercana, emotiva y entusiasta —que algunos provincianos confunden con provincianismo— y que encaja de forma fluida con el paso al himno del club y al Cant de la Senyera. Hay cosas que suceden de forma natural cuando se pone el esfuerzo y el amor (sí, con toda la cursilería: el amor) en la tecla adecuada. El error, la nota desafinada, llega cuando el Barça (o el país) se desvía.