La factura electrónica supuso un antes y un después en la organización y gestión de las empresas. Por un lado, implicaba la modernización y la aceleración de trámites que, hasta entonces, requerían una gran cantidad de papeleo y trabajo manual. Sin embargo, también suponía un reto especialmente para las pequeñas y medianas empresas, quienes debían adaptar su modelo administrativo. Ante este cambio organizativo en las compañías, el ingeniero informático Oriol Bausà, que acumulaba años trabajando en facturación electrónica, decidió en 2003 acompañar, como consultor, a las empresas en esta transición hacia las plataformas digitales.
Este fue el origen de B2Brouter, plataforma para el envío y recepción de facturas electrónica que actualmente cuenta con más de 200.000 clientes de todo el mundo. Sin embargo, hasta 2010 Bausà trabajaba de forma autónoma como consultor, pero ese año decidió dar un paso adelante y crear el sistema B2Brouter para la gestión de documentos digitales. Por aquel entonces, Bausà preveía que pronto entraría en vigor la normativa en España que obligaría a presentar todas las facturas remitidas a las administraciones públicas de forma electrónica.
Hasta entonces, el ingeniero había adquirido una gran experiencia en este ámbito, ya que también desarrolló un papel fundamental en la creación de la Norma Europa de la factura electrónica y participó de forma activa en la creación de la red Peppol (Pan European Public Procurement Online), una red que permitía a las empresas de todo el mundo intercambiar documentos electrónicos de forma segura.
Aun así, la normativa que obligaba a presentar facturas electrónicas a la administración no se implementó hasta cinco años más tarde de lo que preveía Bausà, aprobándose finalmente en 2015. “Sin embargo, esos cinco años nos hicieron refinar y mejorar nuestro servicio, de manera que cuando se produjo la gran avalancha en 2015, con la introducción de la normativa, ya contábamos con un sistema preparado y robusto”, considera Bausà.
Tras quince años de funcionamiento, la startup trabaja ahora para adaptarse a los nuevos cambios en la normativa española. En 2026, las empresas deberán a empezar a cumplir con el reglamento VeriFactu, enmarcado en la Ley Antifraude de España, que obligará a emitir facturas verificables y reportarlas en tiempo real a la Agencia Tributaria, una normativa que tiene la finalidad de evitar las facturas falsas. Ante estos cambios, la compañía, con base en Sabadell, ha sido una de las primeras en ser certificada como Software VeriFactu, que permite a las compañías asegurarse que envían facturas con un software oficial y verificado.
Además, en España también entrará en vigor la nueva Ley Crea y Crece, que impondrá la facturación a través de sistemas electrónicos para todas las empresas. Bausà recomienda a las corporaciones y autónomos adelantarse a la normativa y empezar a digitalizar su facturación ya que, según el ingeniero, “no solo se trata de reducir papeleo, sino también representa un gran ahorro para las compañías, así como una mayor transparencia”.

B2Brouter cuenta con dos modelos de negocio: un portal de gestión de facturas para autónomos y pequeñas y medianas empresas, y una interfaz para grandes corporaciones con sistemas de gestión integrales. Para popularizar la facturación electrónica entre las empresas y con la voluntad de ayudar a pequeñas y medianas empresas, el portal cuenta con un sistema conocido como freemium, es decir, que ofrece una suscripción básica gratuita, aunque también dispone de opciones más completas de pago, con suscripciones anuales que rondan los 100 o 200 euros.
Actualmente, la compañía trabaja en llegar a nuevos países donde todavía no tienen presencia, como Polonia o Portugal
“Cuando se introdujo la obligatoriedad de presentar facturas electrónicas para aquellas empresas que trabajaban con la administración pública, entendimos que había una gran necesidad pero que, sin embargo, no existían herramientas intuitivas ni sencillas”, lamenta Bausà. Por este motivo, decidieron que la plataforma debería ofrecer una opción gratuita. Pese a la gratuidad de su portal, la fuente principal de ingresos de la startup son los usuarios suscritos.
Con estos ingresos, la compañía cerró 2024 con una facturación de 3 millones de euros, un 40% más respecto al año anterior. La compañía aspira a crecer anualmente un 70%, impulsada por los nuevos reglamentos que se están introduciendo no solo en España sino también en países de todo el mundo. Así, aunque España, Francia, Alemania o Bélgica son los principales mercados de la compañía, ya que son países que ya han introducido o están a punto de introducir la obligatoriedad de la facturación electrónica, también tiene presencia en países remotos como Japón.

El portal cuenta actualmente con más de 200.000 clientes de más de un centenar de países de Europa, Oceanía y Asia. Precisamente, una de las ventajas del sistema que ofrece la startup es que es un modelo estándar, capaz de adaptarse a las normativas de la mayoría de países. Por lo tanto, desde la compañía monitorizan continuamente los diferentes reglamentos de países de todo el mundo para poder introducirse en nuevos mercados. “Nuestro objetivo es claro: ayudar a empresas de todo el mundo a digitalizarse de forma sencilla, segura y conforme a las normativas locales”, remarca Bausà.
Así, en los últimos meses, B2BRouter ha consolidado su entrada a Malasia, donde ha sido oficialmente certificada por el Ministerio Digital como proveedor autorizado de facturación electrónica. Actualmente, también trabajan para llegar a nuevos países donde todavía no tienen presencia, como Polonia o Portugal, así como reforzar su papel en Estados Unidos. Por ahora, sin embargo, no prevén abrir más filiales, teniendo sede en Sabadell y filiales en Italia y Nueva Zelanda, en las que trabajan unos cuarenta trabajadores. Una plantilla que también planean aumentar en los próximos años para acompañar al crecimiento de la empresa.