Con una historia que se remonta al siglo XIV, Paseo de Gràcia se ha consolidado con el paso de los años como una de las principales arterias de la ciudad y se ha convertido en la más lujosa. Su pasado reciente, periodo en el que se ha catapultado entre los ejes comerciales más reconocidos en todo el mundo, no se entendería sin la tarea desempeñada por la Associació del Passeig de Gràcia, conocida como Amics del Passeig de Gràcia, que este 2022 celebra su 70 aniversario con casi 200 miembros.
Desde principios de los cincuenta, la Associació del Passeig de Gràcia, formada por comercios, restaurantes, hoteles y equipamientos culturales, trabaja para conseguir mejoras en la vía que les acoge. Algunas de las campañas que han liderado han reclamado eliminar el paso de los tranvías, ampliar las aceras o crear aparcamientos subterráneos. “Sin estas actuaciones, hoy el Paseo de Gràcia no sería la mejor calle de Barcelona y una de las más destacadas a nivel mundial”, sostiene su presidente, Luis Sans, también propietario de una de sus históricas tiendas, Santa Eulalia.
Tal ha sido su insistencia que, a veces, les han tildado como “los Enemigos del Paseo de Gràcia”, recuerda Sans, “pero en todo momento la asociación tuvo claro que uno de sus principales papeles debía ser el de contrapeso: solicitar al poder municipal que rectificara cuando tomaba decisiones contrarias al interés del paseo”. “El poder político es temporal, pero los intereses del Paseo de Gràcia y de la ciudad perduran en el tiempo”, ha defendido este martes Sans en una cena conmemorativa celebrada en la Casa Seat.
Con una tradición comercial que empezó a partir de 1930, en la década de lo 40 fue cuando las tiendas y los restaurantes arraigaron en esta arteria de la ciudad. Para que luciesen más, la asociación empezó reclamando una mejor limpieza e iluminación. Luego vendría construir aparcamientos subterráneos y ampliar las aceras, pedido durante casi 20 años. También fue la defensora del hexágono diseñado por Gaudí, ante la voluntad municipal de dotar todas las calles del Eixample con el panot. “Logramos hacer entender al gobierno municipal que el Paseo de Gràcia fue anterior incluso al propio Eixample y merecía un trato especial”, explica Sans. Más recientemente, la entidad ha promovido la retirada de los contenedores de basura y ha participado en la última reforma, que culminó a mediados de la década pasada.
70 años después, las demandas siguen y, aunque adaptadas a los nuevos tiempos, no han cambiado mucho. Sans, tercera generación al servicio de la asociación, pide poner el foco en cuestiones como una mayor seguridad y un fácil acceso en vehículo privado. “Tan importante es que no roben a nuestros clientes y vecinos como que puedan venir a vernos”, expuso Sans, muy crítico con las leyes que permiten que en la ciudad actúen impunemente un colectivo de 200 delincuentes reincidentes. “Son pocos, pero nos hacen mucho daño; el sistema no funciona”, lamentó. “Nosotros no somos comercio de proximidad, somos comercio de centralidad y, por lo tanto, necesitamos la demanda que genera el conjunto de la ciudad, la región metropolitana, el resto de España y el turismo internacional”, subrayó tras criticar los atascos que provoca el túnel de Glòries y las restricciones a los vehículos privados.
La entidad tampoco ve con buenos ojos el urbanismo táctico ni el proyecto del Ayuntamiento de Barcelona de impulsar ejes verdes en el Eixample y el nuevo plan de usos que comportará, puesto que consideran que supondrá “una estocada para la economía del centro de la ciudad”. “El Eixample no es un barrio cualquiera, es el centro económico, financiero y de servicios de la ciudad y de Catalunya y necesita movilidad”, advirtió.
“Tan importante es que no roben a nuestros clientes y vecinos como que puedan venir a vernos”
No todo son críticas y la asociación aplaude medidas como la futura instalación de cámaras de seguridad en la vía urbana, así como la apertura de una comisaría conjunta de Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana cercana a Paseo de Gràcia. La ampliación del horario comercial, que permitirá abrir los domingos y festivos de mayo a setiembre, es otra de las políticas municipales puesta en valor por la entidad.
La Associació del Passeig de Gràcia también defiende seguir proyectando la ciudad al mundo y, por ende, al eje comercial al que representa. “No queremos ser una capital de provincia, sino continuar siendo una ciudad global, abierta e inclusiva, que no deje a nadie atrás, pero que tenga ambición para jugar en la liga de las mejores ciudades del mundo”, defiende su presidente. En ese sentido, la elección de Barcelona como sede de la Copa América en 2024 es “una inyección de orgullo y autoestima”, pero aún quedan asignaturas por resolver, subraya Sans, como la ampliación del Aeropuerto de Barcelona y la candidatura para acoger los Juegos Olímpicos de Invierno en 2030. “Necesitamos más consensos”, concluyó.
Cena conmemorativa en la Casa Seat
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, no estuvo presente en la cena organizada por la Associació del Passeig de Gràcia, pero sí estaba el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, quien destacó que “Barcelona vuelve a latir de nuevo” y que el turismo “ha vuelto”. Collboni tildó de “histórico” el acuerdo para ampliar el número de domingos comerciales, además de aseverar que el comercio de proximidad “es una joya para la ciudad” que hay que cuidar.
En el evento también estaban presentes la presidenta del Parlament, Laura Borràs; el secretario de Empresa i Competitivitat de la Generalitat, Albert Castellanos; la delegada del Gobierno en Catalunya, Maria Eugenia Gay; la presidenta de la Cámara de Comercio de Barcelona, Mònica Roca; y el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, y dos exalcaldes de Barcelona: Jordi Hereu y Xavier Trias.
Entre los numerosos asistentes a la cena figuraban Gabriele Palma (Casa Seat), Damià Calvet (Puerto de Barcelona), Rafael y Andreu Soldevila (Majestic), Malco Par (Majestic), Ramon Agenjo (Damm), Marian Muro (Turismo de Barcelona), Marga Farga (Farga), Jordi Rabat (Rabat), Juan Juvé (Juvé & Camps), Josep Martínez Vila (Saba), Rosa Maria Esteva (Mordisco), Javier Cottet (Cottet Óptica), Gabriel Jené (La Mallorquina), Fermin Villar (Amics de la Rambla), Llucià Homs (Hänsel i Gretel) y otros representantes políticos como Ernest Maragall, Albert Batlle, Montserrat Ballarín, Assumpta Escarp, Nacho Martin Blanco e Ignacio Garriga.