“Parece increíble, pero te lo digo de verdad. Cuando llegó el coronavirus vivíamos los mejores meses en ventas de nuestra historia, los números eran fabulosos”, explica Rosa Clará, la empresaria que hace 25 años se lanzó al mundo nupcial y triunfó, llegando ha estar presente hoy en día en más de 80 países de los 5 continentes, con 140 tiendas exclusivas y más de 4.000 puntos de venta.
2020 había de ser el año en que celebrara una gran fiesta para conmemorar esas bodas de plata con la moda blanca, pero la pandemia no solo canceló estos planes sino que trastocó las bodas de medio mundo, aplazó aperturas de puntos de venta y también la obligó a prescindir del desfile anual donde presenta sus colecciones habitualmente rodeada de celebrities y de las Wags del Barça, encabezadas por Antonella Roccuzzo, que se casó con Messi vestida con un diseño suyo. Ahora, la empresaria barcelonesa se enfrenta al 2021 con optimismo, aunque todavía haya muchas incógnitas por resolver: “Ya celebraremos los 30 o los 35… Estoy convencida que cuando recobremos la normalidad, las novias estarán ahí, volverán a nosotros”, explica a The New Barcelona Post.
En esta mirada positiva no solo influyen los buenos resultados conseguidos en los meses precedentes a la pandemia, que les han aportado un buen cojín económico, y la perspectiva de vacunación global anti covid-19. Rosa Clará se siente con energías renovadas desde que su hijo Daniel, de 29 años, le dio el sí quiero. “Hacía un tiempo que estaba vinculado de alguna manera a la empresa, pero desde finales del verano ya es uno más de nosotros, trabaja al 100% y se ha implicado muchísimo en el proyecto”, cuenta orgullosa. Y añade: “Tengo claro que encajará muy bien, si pensara que iba a hacer el ridículo nunca hubiera permitido que entrara”. De hecho, aunque no puede ocultar lo feliz que le hace que su único hijo sea su delfín, siempre le dejó elegir profesión. “Solo le dije que lo que hiciera, lo hiciera bien”.
Daniel –a quién todos llaman Dani— estudió arquitectura, una disciplina donde juegan a fondo dos materias que le gustan, el dibujo y las matemáticas, en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de La Salle, justo enfrente de la sede de 10.000 metros cuadrados de Rosa Clará en Barcelona. “Ha sido una carrera muy larga y muy dura, que tiene puntos en común con la moda, sobre todo en su parte más creativa”, explica el joven heredero, que está implicado en el área de producto de la empresa, la misma que apasiona a su madre. La empresaria contrató hace siete años al CEO Manuel Caro para ocuparse de la parte económica del negocio, y está muy satisfecha con la decisión, también en estos tiempos difíciles.
Capas nupciales para capear la crisis sanitaria
La crisis sanitaria del coronavirus ha afectado en general al negocio nupcial, en pleno proceso de digitalización y evolución hacia la sostenibilidad. La Valmont Barcelona Bridal Fashion Week fue atrasando sus fechas hasta que, en septiembre, decidió realizar las pasarelas de manera totalmente digital. Rosa Clará, una firma puntera en el evento, no participó en este escaparate líder a nivel internacional, concentrando sus esfuerzos en dar respuesta a las necesidades surgidas por la pandemia. Todavía no saben si desfilarán en el del año próximo.
Rosa Clará no participó este año en la Valmont Barcelona Bridal Fashion Week para centrarse en dar respuesta a la pandemia
En 2020 un 60% de novias aplazó sus bodas, por lo que la empresa se ofreció a guardarles el traje elegido hasta que mejorara la situación. También el equipo de diseño se adaptó a la emergencia realizando una cápsula especial con capas, abrigos y jerséis para que las novias pudieran lucir sus vestidos escotados en la temporada invernal. Igualmente, se cerraron tres meses las tiendas, se impuso el teletrabajo, el control de gastos y las exportaciones a otros países fueron modificándose según las restricciones impuestas por los gobiernos. “Alemania que durante todos estos meses ha sido un mercado abierto, que nos funcionaba muy bien, ahora ha tenido un gran repunte de casos y la situación ha cambiado completamente”, explican a pocos días de llegar a 2021 desde la compañía, que este año no ha podido cumplir con los planes de abrir nuevas tiendas en Turquía, Polonia e Israel. Ni inaugurar las de Londres y Dubái. Aún así, no se quejan de cómo se ha ido vendiendo la colección 2020.
Con los repartidores de mercancía y de vendedor en China
En estos momentos Dani Clará está trabajando en la colección 2022, en pleno proceso de creación. Mientras estudiaba, fue tanteando el negocio familiar “porque me apetecía” para ver si le atraía lo suficiente como para dedicarle su vida profesional. Pasó por todos los departamentos, —incluso trabajó “feliz” con los repartidores de mercancía—, y realizó un circuito con los equipos de ventas alrededor del mundo. Descubrió que le interesaba mucho comprobar cómo se adaptaban los diseños sencillos y refinados de Clará a las distintas culturas, y le impresionó tanto China que hasta estudió mandarín. Al terminar este aprendizaje inmersivo, decidió que se le daba bien el trabajo y le dijo a su madre que seguiría sus pasos. Rosa —que ya planificaba una futura venta si la respuesta era negativa— recibió encantada la noticia. “Creo que la empresa tiene una buena base y que podrá hacer grandes cosas”, nos dice. De momento, en Rosa Clará realizan al año 16 colecciones de novia, más de 5.000 vestidos diferentes y cuatro colecciones de fiesta.
La empresa y mi hijo han ocupado toda mi vida, todo mi tiempo libre fuera del trabajo se lo he dedicado a él
Dani completó sus estudios haciendo un MBA en el Babson College de Boston y, al acabarlo, a finales de agosto, se sumergió de lleno en Rosa Clará, aunque no ha querido tener un cargo concreto. “Aporto mis ideas y si me equivoco, acepto que me lo digan”, dice sonriendo. “Ahora hay que darle margen, todavía le digo que es nuestro becario”, apunta Rosa, que lo describe como un chico tranquilo y positivo, que de niño nunca le dio ningún problema.
Rosa Clará lo crió prácticamente sola mientras crecía como empresaria, y eso los unió muchísimo. Fue en 1995 cuando abrió su primera tienda en Passeig de Gràcia, dejando atrás su puesto en el gigante Pronovias, que ha sido una dura competencia durante estos 25 años. “La empresa y mi hijo han ocupado toda mi vida, todo mi tiempo libre fuera del trabajo se lo he dedicado a él”.
Con 18 años adopta el apellido Clará
Aquellas horas que pasaban juntos cuando Dani era pequeño, seguramente han influido en su decisión actual de seguir con el negocio familiar. Rosa se traía el trabajo a casa y mientras él hacía deberes, le enseñaba tejidos, le preguntaba su opinión y, casi sin darse cuenta, le iba inoculando su refinado gusto estético. “Mi madre ha sido una gran maestra, me educó en la responsabilidad”, dice Dani, que no tiene relación con su padre, quien durante años ha pleiteado con Rosa solicitando dividendos de la empresa nupcial en un contencioso que todavía continúa.
Cuando cumplió 18, el joven se puso el apellido materno en primer lugar. Fue el mismo año en que su madre se enamoró del empresario Josep Artigas, con el que se casó en 2013. En estos momentos de pandemia, Dani vive con ellos en su amplia casa de Barcelona, junto a su pareja desde hace tres años, Anne Marie, también vinculada al mundo de las novias. La familia de la joven es propietaria de tiendas multimarca en Estados Unidos, y fue en una de las multitudinarias convenciones de clientes de la firma catalana en Barcelona donde se enamoraron. Estos días de pandemia seguro que se han convertido en una buena prueba de convivencia para ellos, aunque el joven empresario también comparte muchas horas, “y hasta el coche”, con su madre, de la que se preocupa en todo momento, controlando que todos a su alrededor lleven mascarilla.
Mi madre ha sido una gran maestra, me educó en la responsabilidad
Una marca visionaria, elegida por las ‘celebrities’
Siempre sonriente y amable, Dani explica que también sus cenas con amigos y su vida viajera se ha frenado por la covid-19. “Ni siquiera celebró su fiesta de cumpleaños para protegernos”, cuenta su madre. Y eso que es un relaciones públicas nato, como ya ha demostrado desde hace algunas temporadas en los desfiles, haciendo de anfitrión de las famosas casaderas invitadas por la marca, que han sido muchas. Está acostumbrado a tratar con naturalidad a las esposas de los jugadores del Barça, que nunca fallan, a actrices de prestigio o a instagramers con millones de seguidores.
Ha crecido viendo como se casaban de Rosa Clará desde Paula Echevarría con David Bustamante en 2006 a Mery Perelló con Rafa Nadal en 2019. La lista es larga: Paulina Rubio, Montse Martí Caballé, Mary Chevalier de Mónaco, Paulina Fox (hija del ex presidente mexicano), Alba Carrillo, Laura Pastrana (hija de Andrés Pastrana), Candela Serrat, Esther Cañadas, Daniella Semaan (que vistió un diseño a la carta super sexy en su boda con Cesc Fàbregas), Melissa Jiménez (Marc Bartra), Fiona Ferrer, Shaila Dúrcal…
La apuesta por las celebrities es marca de una casa que, en sus inicios, fue pionera ensamblando la moda de las pasarelas con el diseño nupcial. Unió fuerzas con creadores como Karl Lagerfeld, Lacroix, Jesús del Pozo o Modesto Lomba para elevar a la categoría fashionista los diseños blancos, a la vez que ideaba líneas básicas y muy contemporáneas pensadas para una mujer independiente que quería verse guapa y sensual el día de su boda.
Rosa Clará también fue visionaria en márketing, rompiendo barreras: En 2012 vistió de novia al modelo transgénero Andreja Pejic, cuando todavía se llamaba Andrej. Fue todo un boommediático. “Realmente, nos impresionó a todos”, recuerda Rosa, que en estos momentos no se aparta de su hijo (“es un gran regalo abrirle camino”) aunque, poco a poco, aspira a poder pasar cada vez más tiempo viajando y disfrutando de la vida con su marido. “Han sido 25 años duros, con mucha dedicación y esfuerzo, pero muy felices”, sintetiza la diseñadora.
