Andreu Texido y Jon Balzategui, cofundadores de Vilma.

Vilma, la plataforma de clases online que quiere empoderar a los séniors

Antai Venture Builder invierte en una startup de aprendizaje y socialización dirigida a personas de entre 55 y 75 años interesadas en saber más sobre cualquier materia. Tras alcanzar ya los mil alumnos mensuales, la compañía barcelonesa acaba de abrir una ronda de financiación de un millón de euros para convertirse en un referente europeo en cinco años.

“Queremos empoderar a los séniors, ayudarles a vivir la vida al máximo”. Con esta declaración de intenciones presenta Vilma Jon Balzategui, cofundador junto a Andreu Texido de esta startup recién nacida en Barcelona y que ya ha recibido la bendición de un padrino de lujo: la factoría de nuevos negocios digitales Antai Venture Builder, liderada por Miguel Vicente y Gerard Olivé.

Vilma es una plataforma de clases online en vivo que funciona como un servicio de suscripción y que permite a sus usuarios aprender sobre cualquier materia y, además, sociabilizar con personas que tienen sus mismos intereses. La empresa nace con la vocación de posicionarse como un actor de referencia en dos segmentos con fuerte potencial de crecimiento: la digitalización de la educación (edtech) y la denominada Silver Economy, es decir, el ingente volumen de negocio asociado a los ciudadanos de más de 50 años. Se calcula que, solo en España, los sénior generan una actividad económica de 325.000 millones de euros, equivalente al 26% del PIB de 2019, según el reciente estudio Economía de la longevidad en España, elaborado por Oxford Economics, la Universidad de Salamanca y el Centro Internacional Sobre Envejecimiento (CENIE).

“En una sociedad en la que el hacerse mayor se vuelve invisible, nuestro objetivo en Vilma es cambiar el enfoque y empoderar a los séniors a disfrutar de una vida activa y alcanzar la mejor versión de sí mismos. La generación de los baby boomers ya está muy digitalizada y tiene muchas ganas de aprender cosas nuevas. Claramente pensamos que hay un espacio para Vilma en el mercado”, explica Balzategui a The New Barcelona Post.

Se calcula que, solo en España, los séniors generan una actividad económica de 325.000 millones de euros

La startup quiere focalizarse en un segmento de edad muy determinado: las personas de entre 55 y 75 años, es decir, las que ven cada vez más cerca la jubilación y las que ya han puesto fin a su vida laboral. Son un colectivo con el suficiente dominio de las herramientas digitales y para quien han creado una plataforma de aprendizaje con un funcionamiento muy senzillo y permite apuntarse a clases de cualquier temática.

Yoga para adultos, ganchillo, cómo cuidar un bonsai, hojas de cálculo, cocina japonesa, introducción a la fotografía, la magia de la Alhambra, técnicas de respiración, cuidar un huerto urbano o qué son y cómo funcionan las criptomonedas. Estas son solo algunas de las clases disponibles actualmente en Vilma e impartidas por profesores expertos en la materia que encuentran también en este servicio una nueva vía para monetizar sus conocimientos.

Hay clases que se repiten a lo largo de la semana o de los meses para que los usuarios puedan disfrutar de las sesiones de una hora siempre que quieran —entre las 10 de la mañana y las nueve de la noche—, mientras que hay otras temáticas que quedan acotadas a una única sesión. Todas las clases de realizan en directo y online y permiten la interacción, ya que los alumnos pueden realizar preguntas y conocerse también entre ellos.

Para acceder a este Netflix educativo hay que pagar una cuota mensual de 20 euros, importe que permite participar en un número ilimitado de clases. “La gente pasa cada vez más tiempo en sus hogares; en vez de ver series ahora pueden también aprender cosas nuevas sobre cualquier temática —historia, tecnología, cocina, idiomas, arte…— o recibir clases de yoga, pilates, zumba o meditación”, explica el emprendedor.

Vilma ofrece clases de múltiples temáticas.

Vilma arrancó el pasado mes de septiembre y, actualmente, ya suma unos mil alumnos cada mes, de los cuales el 25% participan en cuatro clases mensuales. “Ahora, tenemos disponibles 80 clases semanales distribuidas en diez categorías que iremos incrementando; hemos superado ya las 18.000 reservas de sesiones desde septiembre”, apunta el cofundador y consejero delegado.

Nuevos socios e internacionalización

La startup ha nacido con un capital social de 470.000 euros aportado por el equipo fundador y por Antai Venture Builder. Una vez arrancado el proyecto, ya se ha empezado a negociar una primera ronda de financiación para captar un millón de euros antes de que termine este primer semestre del año. El objetivo es incorporar a un fondo de capital riesgo que crea en el futuro del edtech, nacional o internacional, ya que la intención de Vilma es escalar su modelo de negocio a todo el mundo con la incorporación de nuevos idiomas.

Actualmente, el 100% de las clases son en castellano, pero en la segunda mitad de 2022 Vilma prevé iniciar la internacionalización con la apertura de un primer mercado en el exterior en otra lengua. En 2023 se abrirá un tercer país o idioma. “En Europa tenemos un mercado potencial muy importante; nuestro objetivo en los próximos cinco años es posicionarnos como la plataforma de aprendizaje y bienestar de referencia para los séniors en Europa y Latinoamérica. Se calcula que en Europa hay más de 100 millones de personas mayores de 65 años y, en 2050, 1 de cada 3 habitantes pertenecerá a este segmento.

“Nuestro objetivo en los próximos cinco años es posicionarnos como la plataforma de aprendizaje y bienestar de referencia para los sénior en Europa y Latinoamérica”

“Para Antai, Vilma representa una oportunidad muy atractiva para ampliar nuestra presencia en la economía de impacto haciendo frente a problemas reales de la sociedad, en este caso la población sénior. Nos encanta que el proyecto combine un gran potencial de impacto económico e impacto social para mejorar la vida de las personas mayores. Además, Vilma cuenta con el mejor equipo emprendedor para hacer frente a esta gran oportunidad”, afirman los socios de Antai, Miguel Vicente y Gerard Olivé.

Antes de fundar Vilma, Balzategui ya había puesto en marcha una fintech en Edimburgo, Inbestai,  y había trabajado en Ve Global, eDreams y Badi. Por su parte, Andreu Texido, que ejerce de director de operaciones (COO), ha desarrollado su carrera profesional en KMPG y en la consultora Virtus Partners.

“El valor diferencial de nuestra propuesta —considera Teixido— se encuentra en que la comunidad online ofrece aprendizaje, entretenimiento y, además, también promueve la socialización entre personas sénior. Los profesores son mayores de 45 años y estamos viendo que se están produciendo unas dinámicas muy buenas entre los usuarios y los profesores. Además, en muchos casos, vemos que son nuestros propios usuarios quienes recomiendan Vilma a sus amigos, siendo esta nuestra principal vía para crecer y darnos a conocer”.