Cuando suena el nombre de Vicens Vives, a muchos seguro que les vendrá el flash de las horas y horas que pasaron delante de sus libros, leyendo, subrayando, memorizando, haciendo resúmenes, repasando la lección… De esos momentos seguro que han pasado más años de los que cualquiera esté dispuesto a reconocer, por lo que seguro que les sorprende si alguien les dice que los libros de texto ya no son lo que eran. Primero, porque hay escuelas que prefieren los libros digitales frente a los de papel y, luego, porque la inteligencia artificial (IA) puede servir para aprender, aunque esta tecnología se haya demonizado y a todos se les haya preguntado si su trabajo iba a desaparecer.
La editorial barcelonesa hace tiempo que está transitando hacia este escenario, sin olvidar de donde viene. “Siempre hemos tenido un enfoque progresista, útil para la docencia y muy dirigido hacia la innovación. A mi abuelo (Jaume Vicens Vives), siempre se le recuerda por la geografía y la historia. Pero yo creo que sus características más importantes fueron la capacidad de innovación y la de comunicar. Esta es realmente la esencia de Vicens Vives y también del cambio que queremos acelerar”, explica Jaume Vicens, consejero delegado de la empresa familiar.
El proyecto que más representa la nueva etapa es la herramienta de IA que han desarrollado para profesores. “Es una inteligencia artificial educativa y curricular, verificada en un entorno seguro y controlado”, expone Jaume Vicens, “la IA está aquí para quedarse, pero no puedes dejar que actúe por su cuenta, la tienes que parametrizar dentro de un ecosistema humanista”. El directivo pone de ejemplo otras plataformas similares como ChatGPT y señala que han bebido de todas las fuentes que le ofrecía internet, sin discernir si eran buenas o no, simplemente deglutiendo todo lo que pillaban. Conscientes de ello, la editorial ha creado su propia tecnología y ha hecho que se nutra del universo de conocimientos que la editorial lleva acumulando desde hace más de 60 años.
Vicens Vives empezó a digitalizar su fondo hace unos años, etiquetando las unidades temáticas y organizándolas, pudiéndolas clasificar por contenidos y la edad de los estudiantes a los que iban dirigidas. Pero no solo han hecho eso. Jaume Vicens recurre a Ferran Adrià para clarificarlo. “Él deconstruye la comida a partir de sus elementos básicos. Simplificándolo, te pone la tortilla de patatas en un vaso, con el huevo por un lado y la patata por el otro. Después, te lo bebes y reconstruyes el plato. ¿Qué hacemos nosotros? En lugar de dar directamente la tortilla de patata como se hacía tradicionalmente, es decir, el libro de texto, lo que hacemos es deconstruir sus contenidos e indexarlos. Luego, a través de la nueva plataforma, los docentes pueden reconstruir los elementos de aprendizaje en unidades básicas e itinerarios personalizados para cada alumno”, explica.
Sabiendo que no es fácil de entender, plantea un ejercicio práctico. Hay que imaginarse que un profesor quiere dar una clase sobre el Imperio romano en el siglo II a.C. para alumnos de tercero de la ESO. La plataforma buscará toda la información que tiene sobre este contenido en su base de datos, ofreciendo texto y ejercicios, pero también las imágenes, los gráficos y los videos relacionados. Esto representa una unidad de aprendizaje básica, la cual se puede entrelazar con otras, ya sean el resto de etapas del Imperio Romano, lo que estaba pasando en otras zonas del mundo o una selección de emperadores que ha habido a lo largo de la historia. Además de contenidos, la plataforma de Vicens Vives ofrecerá actividades para hacer en clase, trucos nemotécnicos o modelos de exámenes, pudiendo adaptarlos a los diferentes perfiles de alumnos que puede haber en una clase, tanto para los que van más avanzados como los que no. Todo esto sin tener que pasar horas buscando en internet, con contenidos dispersos y sin verificar.
La nueva plataforma de IA estará disponible a partir de esta semana y estará incluida en los recursos que se ofrece a los profesores cuando adquieren el material, ya sea si optan por el libro de texto en papel o por su versión digital, ambos con una licencia que les dará a acceso a la herramienta. Según su consejero delegado, Vicens Vives será la primera editorial española en ofrecer una solución como ésta. “La misión es acompañar a los docentes, los grandes olvidados. Muchas veces en estos grandes concursos que se convocan se hace una dotación enorme para comprar dispositivos electrónicos y solo una parte muy pequeña se destina a la formación. Nosotros estamos aquí para acompañarlos”, defiende.
Un equipo de unos 40 trabajadores ha estado dedicado a su diseño y puesta en marcha. La inversión acumulada se sitúa en los 14 millones de euros, recogiendo todos los trabajos que se han hecho desde 2010 para empezar a digitalizar contenidos y el lanzamiento de la plataforma Edubook.
“Estamos transformando una editorial de libros de texto tradicional y del siglo pasado a una empresa de tecnología educativa, donde la tecnología va ligada al humanismo, es decir, a la ética y los valores”, resume Jaume Vicens. La nueva etapa se cristaliza en la sede que acaban de inaugurar en la Via Augusta, en la confluencia con General Mitre, donde han reservado un espacio para que los docentes se acerquen y puedan conocer de primera mano sus últimas propuestas. Además de la plataforma de inteligencia artificial, la editorial lanzará en septiembre mini cursos de aprendizaje digitales (NOOCS), para facilitar a los alumnos el acceso a las competiciones digitales, así como a los contenidos curriculares. Se podrán encontrar en castellano, catalán e inglés, con ejemplos como Els 4 gats: la bohemia modernista, Sobre el Guernica, Un Quijote con arte, Diseña una smart city o El aire que respiramos.
Después del golpe que les dio la pandemia, la compañía facturó 30 millones de euros en 2022 y prevé crecer un 25% este año. El papel continúa representando un 70% de los ingresos, con el 30% restante para los colegios que solo compran las licencias digitales de los libros. La editorial no está ligada a grandes grupos internacionales ni a la Iglesia, a diferencia de otras como Santillana (comprada por el grupo finlandés Sanoma) o Edebé (de la congregación de los Salesianos). El capital de Vicens Vives se lo reparten únicamente Jaume Vicens y su padre, Pere Vicens, cofundador de la empresa. La editorial independiente es líder en Geografía e Historia, con entre el 30% y el 40% de la cuota de mercado en toda España, luego viene Filosofía y están creciendo en Lengua y Literatura. Precisamente, son líderes en los libros de lectura de clásicos hispánicos.