El campus urbano que Tech Barcelona quiere impulsar en toda la ciudad se empieza a concretar. Dado el éxito del primer espacio que impulsó en Palau de Mar, el Pier 01, la asociación ha querido replicar el modelo en otros edificios singulares de la capital catalana, haciendo convivir bajo un mismo techo a empresas emergentes, corporaciones e inversores. La expansión también responde a la necesidad de ampliar el espacio disponible para startups, después de que el Pier 01 se quedase pequeño casi el mismo día de su inauguración en 2016.
Ha sido en Via Laietana donde esta expansión del Tech Barcelona se está materializando. Un edificio que había sido hasta hace unos años la sede del Departament de Polítiques Digitals se está transformando para convertirse en el Pier 07 y acoger a startups del sector de la salud y las ciencias de la vida. Se espera que el nuevo hub esté listo en el último trimestre, después de haberse sometido desde diciembre de 2020 a una rehabilitación integral. Con 6.000 metros cuadrados de superficie, repartidos en diez plantas, tendrá capacidad para 500 trabajadores.
El 20% del espacio —dos plantas— ya está adjudicado, y Tech Barcelona está estudiando los candidatos para ocupar el resto del edificio. El consejero delegado de la asociación de emprendedores, Miquel Martí, señala que el foco está puesto en compañías tecnológicas que aporten soluciones para el ámbito biotech y asistencial. Pero el abanico es amplio, remarca Martí. Por ejemplo, también puede dar cabida a empresas proptech que imaginen cómo tienen que ser los hogares de una sociedad cada vez más envejecida.
Personalidades relevantes del sector de la salud, como el fundador y presidente de Trifermed, Sergi Trilla; la socia de Alta Life Sciences, Montse Vendrell; el director de Innovación en ISGlobal, Joan Bigorra, y el venture partner de Nina Capital, Jorge Juan Fernández, han contribuido a su desarrollo. También se ha trabajado con Novartis, Ferrer, Grupo Mayo, el instituto de investigación de Vall d’Hebron (VHIR) o el hospital de Bellvitge. “Es un proyecto que tiene vocación de ser sistémico y en el que todo el mundo se sienta acogido”, defiende el consejero delegado de Tech Barcelona. El proyecto cuenta con el apoyo de Acció.
El nuevo hub no está pensado para empresas que necesiten laboratorios, puesto que no se quiere entrar a competir con centros de investigación o parques científicos. “Que la ciencia se mantenga ahí y el negocio se concentre en el Pier 07”, remarca Martí. Con un modelo que sí que choca es con el del Barcelona Health Hub, un espacio dedicado a compañías de salud ubicado en Sant Pau, con el foco muy puesto en la telemedicina. Tech Barcelona contribuyó en sus inicios, pero se acabó distanciando al tener planteamientos diferentes.
Tech Barcelona se ha aliado con Núñez i Navarro para la reforma, en una relación que ha nacido con una visión a largo plazo y que tiene que servir para desarrollar futuros Pier, expone Martí. La promotora y constructora inmobiliaria ha sido quien ha realizado la inversión de adaptar el edificio, destinando unos siete millones de euros.
No se quiere competir con centros de investigación o parques científicos: “Que la ciencia se mantenga ahí y el negocio se concentre en el Pier 07”
El responsable del proyecto de rehabilitación en Núñez i Navarro, Daniel Soria, explica que los trabajos han querido potenciar la sostenibilidad del edificio, así como dar importancia a la luz y usar materiales naturales como la madera. La reforma ha servido para conseguir las certificaciones LEED Gold, Well Gold y WiredScore. Se venía de unos espacios cerrados, oscuros y antiguos, y se han querido crear espacios diáfanos y amplios. Además, se han diseñado espacios verdes, tanto en las terrazas superiores como en las interiores de las plantas bajas, con muros verdes y plantas autóctonas, y se instalarán una treintena de placas solares en la cubierta, con una potencia de 11,2 kW.
Construido en la década de 1930, se ha respectado la protección que tienen sus patios interiores y fachadas. Ahora, se está trabajando en la rehabilitación de la fachada interior, que da a la calle de L’Oli. Para finales de junio está previsto que se empiece con la que da a Via Laietana. Una de las mejoras conseguidas con las obras es la conexión visual que se ha establecido entre ambas calles, a través de los porticones que hay en Via Laietana. También se ha reservado un espacio en las plantas subterránea y baja para que se acojan usos comerciales.
Queda por definir cómo se configurará el espacio de trabajo, una vez acabada la rehabilitación. Contará con un auditorio multifuncional, terrazas para usos comunes, coworking y espacios de oficina privados. Más allá del espacio de coworking que gestionará Tech Barcelona, las empresas arrendatarias podrán decidir la distribución de las zonas que les correspondan, sin desentonar con la filosofía de la asociación.
Antes del Pier 07, estuvo el Pier 03. Fue el primero que se creó tras el Pier 01 y se concibió como un hub especializado en blockchain. A pocos minutos de Palau de Mar, en el edificio de Els Porxos d’en Xifré, la temática no acabó de encontrar la suficiente masa crítica y se acabó convirtiendo en una extensión del Pier 01. Así, el edificio de Via Laietena se convertirá en el primero diferenciado del Pier 01 y con un foco muy concreto en un sector específico. El próximo hub será el que se está desarrollando en el edificio de la Bolsa de Barcelona, sostiene Martí. No se descarta recurrir a fondos europeos para financiarlos, pero Tech Barcelona no quiere esperar a su llegada para ejecutar sus proyectos.
