La Rambla vuelve a convertirse en un escaparate de la mejor gastronomía barcelonesa, con su ya tradicional muestra culinaria del 6 al 9 de junio. Y lo hará en una edición especial por un doble motivo: además de ser la décima del evento, estará vinculada a la Copa del América, acercándose a la cocina de las 12 nacionalidades que competirán en la regata.
Desterrada temporalmente de la Rambla Santa Mònica por las obras que renovarán la avenida más icónica de la ciudad, Tast a la Rambla volverá a celebrarse por segundo año consecutivo en la Plaza Catalunya. Siguiendo la morfología de la plaza, la feria se organizará con un núcleo central en el que se ubicarán las propuestas de los restaurantes, entre las que figuran las croquetas de Nandu Jubany; garbanzos con carabineros de Txema Martínez, de Bodega Amposta; las empanadas de res con salsa de ajo de Coya, y las palomitas crujientes de cerdo cantonés de Casa Xica. Orbitando a la isla gastronómica ubicada en el centro de la plaza, se dispondrán las instituciones y patrocinadores del evento, que participarán con degustaciones y actividades que congregarán a una treintena de profesionales.
Después de diez años, el evento mantiene su objetivo fundacional: atraer al barcelonés a la calle más emblemática de su ciudad, como ha recordado el presidente de Amics de La Rambla, Pau Bosch, en la presentación del evento en La Boqueria. “Está en el ADN de La Rambla ser la calle más hospitalaria de la ciudad”, algo que Tast a la Rambla ha querido poner en sintonía con el gran encuentro deportivo que acogerá la ciudad este verano: la Copa del América.
La feria gastronómica y la competición se entrelazarán a través de diversas propuestas incluidas en la Regata Cultural que ha diseñado el Ayuntamiento. Uno de los platos fuertes será la muestra gastronómica de los 12 países que participarán en la competición. Para acercar su cocina a los barceloneses, el restaurante Vrava del chef Albert Ventura ha elaborado 12 tapas, con sabores como albóndigas suecas con salsa de tomate, tostada de pan con rillette de cordero y la nuez de macadamia propia de Australia, y una dulce pavlova de fresa y nata típica también de Nueva Zelanda.
Además de degustar la gastronomía de los 12 participantes a través de estas tapas, se ofrecerá una jornada de showcooking coordinada por el chef del restaurante Lasarte Paolo Casagrande, junto a cocineros de los equipos que competirán en la Copa del América, que explicarán cómo se alimentan los regatistas para prepararse para la competición.
Sin embargo, la cata de la cultura de los 12 países de la Copa del América irá más allá de la gastronomía: el escenario que se ubicará en la Plaza Catalunya programará actuaciones musicales y culturales en torno a estos países, como danzas maoríes y un taller infantil de chocolate suizo.
El espacio será el escenario también de propuestas musicales al margen de la Copa del América. Y es que el Tast a la Rambla aspira a atraer a los barceloneses con su propuesta gastronómica, pero también a que se queden a “disfrutar del evento un rato más largo, más allá de la comida”. Para ello, el evento amplía en esta décima edición la zona de degustación, con más mesas y sillas a la sombra de los árboles de Plaza Catalunya. Lo ha avanzado Jordi Parra, director general de Tast a la Rambla y del grupo GSR, en una presentación junto al teniente de alcalde Jordi Valls, al chef Nandu Jubany, y al presidente de la Asociación de Comerciantes de La Boqueria, Jorge Mas, además de Pau Bosch.
La familia Escribà, primer Premi Tast a la Rambla
Además, el evento cuenta con “un programa de actividades muy denso”, con más talleres y showcookings, como el que protagonizará el chef Raül Balam Ruscalleda, además de catas de vino y una novedad: el Premio Tast a la Rambla, que galardonará a figuras que trabajan por la gastronomía y la convierten en un punto de encuentro social, cultural y artístico.
En esta primera edición, el premio ha recaído no en una persona, sino en toda una familia: la de los Escribà, por haber ligado Barcelona con la mejor pastelería. El chef Albert Adrià entregará el premio durante el acto inaugural de la feria a Joan, Jordi, Pol y Christian Escribà y a su madre, Jocelyne Tholoniat, por su contribución al sector desde la Pastisseria Escribà, fundada en La Rambla en 1906, entonces con el nombre de Can Serra.
Además, la organización se ha propuesto poner en valor a los restaurantes que participan de forma recurrente en el evento. Para ello, ha impulsado un distintivo que indicará los establecimientos que son habituales de la ya tradicional fiesta gastronómica, un evento con “alma” que se inspira en las ferias gastronómicas celebradas en comarcas catalanas, según Nandu Jubany.
Bebiendo de este modelo, el evento nació hace diez años para “recuperar el orgullo de La Rambla y mostrar lo que La Rambla aporta a la ciudad”, como ha defendido Valls. Tast a la Rambla interpela así a los barceloneses para que visiten su calle más emblemática e internacional, con una propuesta que, según Jorge Mas, sirve a la vez para “democratizar la alta gastronomía” y acercarla a todos los ciudadanos.