Maria Fátima Lucas, consejera delegada de Zymvol
Maria Fátima Lucas, consejera delegada de Zymvol.

La ‘startup’ Zymvol levanta tres millones para optimizar enzimas

La inversión ha sido liderada por las firmas de capital de riesgo Faber Venture, Elaia Partner y Übermorgen Ventures

Las enzimas son las moléculas que, aunque imperceptibles al ojo humano, permiten que se aceleren todas las reacciones químicas que suceden en el cuerpo humano. Son esenciales, por ejemplo, en el proceso de digestión, así como las responsables de que el organismo pueda tolerar la lactosa. Sin embargo, para que estas enzimas puedan ser usadas en procesos químicos industriales, primero deben ser optimizadas para poder resistir al entorno de la fábrica. Con este objetivo nació en 2017 Zymvol, startup catalana que ha desarrollado un software especializado en diseñar enzimas para que puedan ser usadas en la industria farmacéutica, química y alimentaria. La empresa biotecnológica ha levantado tres millones de euros para dar un salto de calidad a su programa informático y mejorar sus instalaciones.

“Las enzimas son como diminutas fábricas químicas responsables de todas las transformaciones que se dan en la naturaleza; aprovechando el poder de las enzimas podemos ofrecer procesos químicos limpios y sostenibles a aquellas empresas que buscan mejorar sus productos”, explica su consejera delegada, Maria Fátima Lucas. Estas moléculas son usadas actualmente en el sector industrial para, por ejemplo, producir leche sin lactosa —gracias a la enzima conocida como lactasa— o fabricar detergentes con un mayor poder quitamanchas.

Sin embargo, antes de ser usadas en la fábrica, las enzimas deben de ser optimizadas para resistir las condiciones del entorno y los cambios bruscos de temperatura y presión. Para ello, la empresa catalana ha desarrollado un programa informático que ofrece simulaciones que imitan las condiciones de la fábrica. Gracias al uso de este software, se pueden reducir los tiempos y costes que permiten comprobar que una enzima pueda ser resistir a la fábrica y ser usadas en procesos químicos. Además, la tecnología de esta compañía también es capaz de descubrir las enzimas más idóneas para una reacción química determinada.

Desde su creación, Zymvol ha completado más de 100 proyectos para empresas de diversos sectores, principalmente para industrias farmacéuticas y químicas, colaborando con clientes internacionales como Axplora, Medichem o Sanofi. De cara a este 2025, la startup prevé optimizar su tecnología gracias a los tres millones de euros captados en esta ronda. Una inversión que ha sido liderada por las firmas de capital de riesgo Faber Venture, Elaia Partner —quien ya aportó hasta 1,3 millones de euros en la anterior ronda de la empresa-y Übermorgen Ventures. En su anterior ronda de financiación, la compañía también captó 700 mil euros de Avançsa, la empresa de promoción e impulso de empresas de la Generalitat, a través de su línea de ayudas Innova Creixement.

La empresa planea expandir su equipo, que actualmente cuenta con más de 20 empleados repartidos entre sus oficinas de la capital catalana y Boston, y especialmente incrementar su departamento de ventas y marketing para atraer a nuevos clientes. El propósito de esta startup fundada en Barcelona es mejorar su tecnología para que cada vez más empresas conozcan el potencial del uso de las enzimas en la industria, un sector valorado en casi 14.000 millones de euros en 2024. Además, con la inversión captada también prevén mejorar su laboratorio experimental, situado en el Parc Científic de Barcelona (PCB), y expandir su programa informático, así como lanzar al mercado su primer kit de enzimas personalizado.

Zymvol cuenta actualmente con un equipo de más de 20 personas y oficinas en Barcelona y Boston.

“Las enzimas han demostrado ser una solución eficaz para reducir las emisiones y los productos químicos nocivos en la producción industrial, pero siguen estando infrautilizadas debido a la complejidad de su aplicación”, lamenta la consejera delegada de Zymvol. El uso de enzimas en procesos farmacéuticos o alimentarios puede ayudar a reducir emisiones, ya que la aplicación de estas permite reducir o incluso eliminar la necesidad de utilizar productos químicos tóxicos durante estos procesos industriales. Con su tecnología, la empresa quiere facilitar el acceso a estas partículas “para que la química verde se convierta en la nueva norma”, reflexiona Maria Fátima.