Sólo el 2% de la inversión de capital riesgo se destina a startups lideradas por mujeres, una cifra ínfima que no se corresponde con la también baja proporción de empresas emergentes con liderazgo femenino, que representan en Europa el 15% del total. En Barcelona, la cifra mejora, pero lo hace hasta un insuficiente 20% de startups lideradas por mujeres. En este contexto, Sheblooms ha empezado a operar en la ciudad como comunidad para emprendedoras e inversores, con el objetivo de contribuir a transformar estas cifras.
La plataforma aspira a facilitar la inversión en iniciativas lideradas por mujeres generando una comunidad de emprendedoras con recursos clave para impulsar y consolidar sus proyectos, como explica la directora de Sheblooms, Virginie Rogé. Esta comunidad gratuita se complementa con un programa de pago para facilitar la captación de capital con formación, documentación y el acceso a su red de 800 inversores, que incluyen inversores de todo tipo: desde business angels hasta family offices y fondos de venture capital. Y Sheblooms ha incorporado recientemente una figura más: la del “microinversor”, que admite tickets a partir de 500 euros: “Si queremos más startups lideradas por mujeres, debemos estar abiertos a todo el mundo, y no ser un club elitista”.
Con este mismo objetivo de abrir el panorama emprendedor femenino más allá de los inversores profesionales, Sheblooms se presentó en Barcelona en un acto con un formato diseñado para atraer a profesionales de otros ámbitos y al público general, en el que cinco startups lideradas por mujeres compitieron combinando un breve pitch con pruebas de liderazgo.
Las valoraciones de un jurado formado principalmente por inversoras y las votaciones del público desembocaron en un empate: se alzaron como ganadoras Fabbric, liderada por Alba Rocafort y centrada en optimizar el diseño y fabricación de colecciones de moda, y Envita, dirigida por Noelia López, que ofrece soluciones digitales para el cuidado personalizado de personas mayores. Al proclamarse ganadoras, han abierto una campaña en Sheblooms para captar financiación: por ahora se han interesado inversores que han planteado invertir hasta un total de 80.000 euros. La cifra definitiva se traducirá en fondos para ambas startups durante la próxima semana, como detalla Rogé.
Ahora, ya tienen el foco puesto en los próximos pasos: la plataforma creada en Barcelona replicará este evento en Madrid en abril, mientras trabajan para captar inversión para startups a través de la plataforma. “Nos gustaría ayudar a 20 empresas a levantar capital en 2025”, y luego, multiplicar la cifra, con una meta: “En el futuro querríamos crear un fondo de inversión propio”.

Todo ello para dar a la emprendeduría femenina un empuje necesario para dar la vuelta las cifras. “Hay que darle un push. Es cuestión de tiempo que más mujeres se lancen a emprender y que reciban más inversión, pero, si no le damos un push, vamos a tardar demasiado”, advierte la inversora y consejera independiente Helena Torras. “Creo que es posible llegar a una cifra cercana al 50-50, pero si queremos conseguirlo hay que hacer este push y hacer un esfuerzo hacia proyectos de mujeres”, a través de iniciativas como la de Sheblooms y la también barcelonesa Wa4Steam, como destaca la también miembro de la junta de Barcelona Tech City.
Torras, que fue speaker y jurado en el acto de Sheblooms, defiende esta postura desde la perspectiva que le da haber pasado por todos los ángulos de la emprendeduría desde que dio el salto desde la empresa tradicional en 2007. Empezó como pequeña inversora en un proyecto que acabó dirigiendo dos años después. “Entonces se acordaban de mí en los actos porque era prácticamente la única mujer, y ahora esto ya no pasa. Estamos lejos de estar a la mitad, pero hay muchas más mujeres emprendedoras con proyectos potentes”, recalca Torras, que después empezó a mentorizar startups, emprendió con otros proyectos y siguió como inversora y consejera independiente.

Después de haber pasado por las distintas facetas del ecosistema emprendedor, Torras tiene claras las razones por las que los proyectos liderados por mujeres sólo captan el 2% de la inversión de capital riesgo. En fases iniciales de una startup, el inversor valora más al equipo que los resultados —porque a menudo aún no hay datos que evaluar—, y el hecho de que la mayor parte de inversores sean hombres ya condiciona las cifras, ya que “el ser humano tiende a apoyar algo en lo que se ve reflejado”. Además, la falta de role models y de casos de éxito dificulta que apuesten por mujeres, a pesar de que diversos estudios apunten a que los proyectos con al menos una mujer en el equipo fundador tienen un 63% más de rentabilidad que los liderados sólo por hombres, como destaca Torras, que ha sido considerada una de las 100 mujeres más influyentes en Europa en el panorama startup y del venture capital.
“Necesitamos a más mujeres inversoras para que haya más emprendedoras financiadas y más casos de éxito, para que haya más mujeres que emprendan y más mujeres que pasen a la siguiente fase”, motivo por el que Torras ve crucial que se generen comunidades como Sheblooms. “Necesitamos este push, al menos durante un tiempo, que espero que sea corto. Lo ideal será que podamos dejar de hacerlo. El push lo necesitamos para llegar a la diversidad, que es la meta”, defiende la inversora que, de hecho, considera que los mejores equipos son los formados por un hombre y una mujer, con ella de CEO.
En todo camino hacia la diversidad, el tejido emprendedor de Barcelona juega un papel clave: “El ecosistema de la ciudad ayuda a que se generen iniciativas que van en este sentido”. Y es que “Barcelona siempre ha sido pionera en el ámbito emprendedor y ha estado a la vanguardia”, con la ambición de posicionarse como una ciudad en la que emprender y en la que crecer: “En Europa hay otros ecosistemas extraordinarios, está claro; pero que Barcelona tiene algo único, también”.