La icónica taza diseñada por Matteo Thun en 1991 para illy Caffé.

Seis rutas para saborear la Food Design Week

Del 7 al 14 de junio, seis recorridos por establecimientos de Barcelona ponen el foco en el food design, la disciplina basada en el diseño de productos y conceptos relacionados con el mundo de la alimentación

Las necesidades de transformación y de cambio en los hábitos de consumo en la alimentación han contribuido a que la disciplina del food design vaya poco a poco ganando terreno y mostrando su potencial. Cuando el diseño se pone al servicio de la comida a través de estrategias y metodologías se originan productos, servicios y experiencias que van más allá de su función para brindar beneficios nutricionales, sociales y culturales.

El concepto, originario de 2002, se ha ido desarrollando bajo un pensamiento creativo e interdisciplinar con la mirada puesta a las necesidades y al futuro. Dentro del marco de la presente edición de la Barcelona Design Week (BDW), el food design gana terreno con la voluntad de enfatizar su valor así como su objetivo por mejorar nuestro estilo de vida y la realidad que nos rodea. Así, del 7 al 14 de junio, la Food Design Week llena la ciudad de food design con experiencias, menús especiales, talleres y actividades que ahondan en la innovación del acto alimenticio con un trasfondo medioambiental.

Entre las propuestas organizadas estos días destacan seis rutas tematizadas en las que se muestra cómo el food design aporta un valor experiencial a los restaurantes y espacios gastronómicos a la vez que plantea la resolución de problemas con ideas sorprendentes.

“Queremos acercar el food design a la ciudadanía de una forma orgánica y natural. A través de acciones cotidianas como comer un helado o ir a un restaurante. La idea es que la ciudadanía se encuentre con varias propuestas food design y así lo conozca y lo viva”, comenta Anna Achon, responsable del programa food design de Barcelona Centre de Disseny y BDW. El resultado es una confluencia entre profesionales del ámbito del food design y establecimientos gastronómicos de la ciudad que dibujan seis recorridos dignos de saborear.

Experiencias circulares

Enfocada a la reducción de residuos, la ruta Zero Waste invita a recorrer cuatro heladerías y a degustar alguna de sus innovadoras y orgánicas propuestas artesanales acompañadas de cucharillas biodegradables y comestibles creadas por la start-up Voilà. “Buscamos cambiar el concepto de usar y tirar por usar y comer con el fin de no generar residuos y mejorar la experiencia del consumidor”, apunta Laura Gispert, de Voilà. “El uso de cubiertos comestibles es un claro ejemplo de como el food design contribuye a generar nuevos hábitos. Dejar atrás lo desechable, y a través del food design lograr una experiencia circular en 360º”, añade Gispert.

Bodevici, De la Crem, Natas y Paral.lelo son los establecimientos elegidos para esta ruta de refrescante sabor y con esencia sostenible.

Las coctelerías Ataronioxa Rones, Kyoudai33, Paradiso, Sips y Somnia se suman a la Food Design Week con la ruta Shaking Minds donde, además de “agitar sus mentes” con la creación de un cóctel especial, lo sirven en un posavasos hecho con residuos alimentarios obra de la start-up Makeat. “En el estudio siempre decimos Waste is a lack of creativity y practicamos la sostenibilidad viendo el desecho como la nueva materia prima”, comenta Juan Umbert, de Makeat.

Cócteles servidos sobre posavasos hechos con residuos alimentarios obra de la start-up Makeat.

De forma tranquila y relajada es como se invita a disfrutar de la ruta Sin Prisas by Cervezas Alhambra en la que espacios gastronómicos como Söphie, Museo del Chocolate y 4 latas te descubren una selección de tapas pensadas para maridar con Cervezas Alhambra. Porque todos los detalles importan, la carta elaborada para esta ocasión se ha realizado con biomaterial recuperado de residuos orgánicos. La propuesta, obra de la start up AGRO Bioametrials, tiene como fin “reciclar el residuo de los propios restaurantes para terminar de cerrar el círculo”, tal y como explica Berta Daina de AGRO Bioametrials.

“Es posible que en un futuro nos encontremos con restaurantes que valoren más el hecho de vender una experiencia gastronómica antes que un menú gastronómico. Y es en esto donde el food design tiene mucho que ver, brindando experiencias donde el comensal descubra nuevos sabores, sensaciones e incluso conocimientos. Así como una revolución sostenible y ecológica dentro del mundo del packaging, donde se tendrán en cuenta factores propios de la restauración como son el Km0, la minimización de residuos y el reciclaje posterior”, explica Daina.

Carta elaborada con biomaterial recuperado de residuos orgánicos.

Experiencias sensoriales

A lo largo de toda la semana, además, diferentes restaurantes y espacios gastronómicos de Barcelona nos sugieren un conjunto de actividades entorno a la denominada ruta Design The Restaurant Experience. Una cata de vinos con elementos de diseño, charlas, tapas y menús especiales, ayudan a ahondar en el área del diseño que trabaja con el alimento. En la ruta se incluyen lugares como Espai Puntual, Hidden Factory Barcelona, La Vinoteca Torres, Santa Cafeïna y Sopa.

En este último, Alexa Trilla de Archicookture crea un jardín dulce comestible para dar valor y recordar la magia de los espacios verdes. “El food design consiste en dar valor al producto, jugar con los sentidos y generar nuevas experiencias, puntos de vista… ¿por quéno disfrutar de ello siempre? ¡Deberíamos saber valorar las buenas cosas que nos regala el planeta, disfrutar de los ingredientes y divertirnos con el proceso!”, explica la diseñadora.

Por su parte, el estudio ComoComo, responsable de Inter- nace, una experiencia de interacción, interconexión e interdependencia entorno a la mesa, ahonda en las experiencias gastronómicas como espacios de diálogo e interacción. “Me encanta pensar que al diseñar un producto (o servicio) estamos diseñando el comportamiento del usuario. Ya no se trata tanto de lo que diseñamos (el qué), como la manera en la que funcionará (el cómo) y el propósito final (el porqué). Diseñamos comportamientos y valores”, explica la food artist Nicole Vindel, de ComoComo.

La ruta Design The Restaurant Experience busca generar nuevas experiencias gastronómicas.

El punto más nostálgico de la Food Design Week lo pone la ruta de los Emblemáticos, un recorrido realizado en colaboración con las escuelas de diseño Elisava e IED y donde se pone en valor a bares y restaurantes icónicos de Barcelona. Todas aquellas personas que visiten estos locales podrán disfrutar de una exposición final que mostrará cuáles son los elementos de diseño que los hacen únicos y especiales. Entre los elegidos están Centric Bar, Casa Rafols, Grill Room y Pla de la Garsa.

Y, finalmente, para los apasionados del diseño y la cafeína, la ruta Café y Diseño resulta la mejor excusa para disfrutar durante toda la semana de un café espresso illy con la icónica taza diseñada por Matteo Thun en 1991. Desde su creación, esta taza ha servido de lienzo en blanco para que centenares de artistas y diseñadores de renombre dejaran fluir su creatividad artística. “Con los años se ha creado una de las colecciones más completas del mundo del arte contemporáneo y se ha hecho accesible a todo el mundo, a través de un objeto cotidiano como es una taza de café”, explica Michele Maneo, responsable de marketing de illycaffè.

La ruta de los Emblemáticos se realiza en colaboración con las escuelas Elisava e IED.

Para esta ruta, seis cafeterías de Barcelona (Cafeteria Sauleda Disseny Hub, Cafeteria de l’Auditori, Pastisseria Ochiai, Fassano Caffé, Petit Bar, Restaurant Santa Maria del Mar) te invitan a degustarlo y de paso, dejarte envolver por la fusión entre un referente del diseño y el arte del buen café en una voluntad por la “diferenciación y la experiencia memorable de consumo”, como apunta Maneo.

La presente edición de la Food Design Week arranca este martes y durante siete días será un punto de encuentro para la reflexión, innovación y experimentación entorno a la comida. Y todo ello entre bocados y sorbos llenos de creatividad y trasfondo. Buen provecho.