No es fácil introducir innovaciones en el mundo del vino y menos si tienen que ver con el envase. La botella de vidrio y el tapón de corcho son imbatibles en cuestión de calidad, pero no todos los vinos son iguales y, aún menos, no todas las ocasiones de consumo son idóneas para poder llevar a cabo este ritual de descorchar la botella que tanto nos gusta.
Con ningún tipo de voluntad de sustituir este formato tradicional sino con la vocación de ampliar los momentos de consumo y ensanchar el tipo de público que bebe vino nace Aluvinum Wines, una empresa con sede en Sant Sadurní d’Anoia especializada en la comercialización de vino envasado en una lata de aluminio. Sí, en una lata similar a la de una Coca-Cola, un Red Bull o una cerveza, tres productos muy consumidos por los jóvenes, un colectivo demasiado alejado del mundo del vino y que con este nuevo formato podría iniciarse más fácilmente a beber un producto tan arraigado a nuestra tierra y clave para el sector agroalimentario.
Además de ser un formato más amigable para los jóvenes, la lata es fácil de transportar, es ideal para consumirse en entornos de ocio, fácil de guardar en la nevera y presenta muchas ventajas medioambientales, ya que el aluminio es 100% reciclable y pesa menos que el vidrio, lo que reduce sensiblemente la huella de carbono. Otra punto fuerte del producto es el precio, ya que las latas serán asequibles: costarán unos dos euros.
Para la venta de sus vinos enlatados, Aluvinum Wines ha creado la marca Glass Canned Wines. Llegará al mercado este próximo mes de febrero y su objetivo es estar disponible tanto en los supermercados y tiendas especializadas como en el sector de la restauración y los hoteles. Ya se ha firmado un acuerdo con una cadena de supermercados, aunque todavía no se sabe el nombre.
No esperen encontrar vinos de reserva o gran reserva. Glass se presenta en el mercado como una marca de vinos jóvenes, sin crianza en barrica, elaborados en el Penedès, aunque en el futuro se quiere extender a otras zonas vinícolas. Las latas de vino, sin embargo, no están dentro del paraguas de la Denominación de Origen Penedès porque su normativa no lo permite, ya que obliga a los productores a envasar siempre en vidrio.
Glass llegará al mercado con cinco variedades: lata de vino tinto (cabernet y merlot), blanco (chardonnay con xarel·lo y muscat), rosado (merlot y tempranillo) y dos vinos carbonatados, es decir, con burbujas (blancbubbles y rosébubbles). Las latas contienen 250 ml y se podrán comprar de una en una o en packs de cuatro.
Reinventarse en plena pandemia
¿Y quién está detrás de Glass? La startup ha sido constituida por Joan Anton Romero, un experto en márketing que conoció el consumo de vino en lata durante un viaje a California hace dos años y que ha decidido emprender y reinventarse en plena pandemia. La idea de llevar a Catalunya los vinos en lata que había conocido en Estados Unidos se concretó después de que se quedara sin trabajo por culpa de la Covid. Su vinculación con el mundo del vino no es nueva, ya que trabajaba como director de márketing de una empresa fabricante de etiquetas para botellas de vino. En el equipo fundador de Glass también hay un enólogo y otras personas que han estado profesionalmente vinculadas al sector.
Aunque no quiere desvelar la inversión efectuada hasta ahora en el proyecto, Romero admite que la empresa cuenta con un socio financiero que le acompaña en esta aventura. Aluvinum Wines no produce los vinos, los compra y selecciona a bodegas de la zona y los envasa en las latas y comercializa. La producción inicial se ha externalizado, pero la empresa ya trabaja en la puesta en marcha de una planta de envasado propia en Sant Sadurní d’Anoia equipada con maquinaria especializada que se pondrá también al servicio de las bodegas que quieran introducirse a partir de ahora en este nuevo mercado del vino en lata.
“No hay que ver la lata como un producto que va en contra de la botella, sino como un elemento complementario. Mi objetivo es contribuir a promocionar el vino y que llegue a muchos más lugares y a muchas ocasiones de consumo a las que ahora no llega “, explica Romero.
Según el empresario, con la lata, el vino se puede igualar a la cerveza en términos de facilidad de consumo. También pone como ejemplo que al tratarse de un formato individual también se rompe otro freno muy habitual: “a veces llegas a casa y te beberá una copa de vino, pero no lo haces porque no quieres abrir toda una botella. Esto con la lata no pasa“. Romero asegura que las latas contienen un revestimiento interno específico que impide que pueda haber migraciones de sabor al vino o una oxidación del contenido. “Las catas a ciegas nos dicen que no se aprecia diferencia con el mismo vino joven envasado en una botella de vidrio y que no hay pérdida de calidad”, destaca.
De moda en Estados Unidos
Según Nielsen, en 2019 el consumo de vino en lata se disparó un 68% en Estados Unidos, hasta mover un volumen de ventas superior a los 183 millones de dólares. Se calcula que en este país unas mil bodegas ya se han apuntado a la producción de vinos enlatados y que los consumidores ya pueden escoger hasta 4.000 vinos diferentes en lata. La bodega californiana fundada por Francis Ford Coppola es una de las empresas que han logrado éxito con sus vinos en lata bajo las marcas Coppola y Sofia. Varias revistas especializadas del sector, como Food & Wine, ya elaboran ránkings sobre los mejores vinos en lata elaborados en Estados Unidos o en países como Francia y Australia. Entre las marcas más destacadas figueran Underwood, Sofía, Santa Julia, Sans, Beach Juice, Oskar Blues, Movo, Lubanzi o Mancan.
El precedente de Cavas Hill
Hay que decir, sin embargo, que no es la primera vez que una empresa intenta popularizar el consumo de vinos en lata en España. En 2008 la también catalana Cavas Hill, que en aquel momento era propiedad del desaparecido grupo empresarial de la familia Ruiz Mateos, sacó al mercado un vino blanco y uno tinto en lata. El producto fue presentado con mucha expectación en el Salón Alimentaria, pero nunca llegó a cuajar en el mercado, aunque se vendieron más de 300.000 unidades. Ahora Joan Anton Romero volverá a probar éxito con Glass. Veremos si lo consigue.