Ránking de las principales empresas de moda ubicadas en Catalunya

El sector de la moda en Catalunya factura 14.500 millones de euros y emplea a 64.500 personas. Ha mostrado competitividad y resiliencia con su capacidad de transformación y adaptación de los modelos de negocio, lo que le ha permitido responder a los desafíos de los nuevos hábitos de consumo y la irrupción de la tecnología.

El sector de la moda en Catalunya se reafirma década a década como una industria primordial para la economía del país. La competitividad y la resiliencia, con una adaptación constante a los cambios del sector, y del consumo, en general, son las fortalezas de una industria que con casi 800 empresas facturó 14.500 millones de euros y empleaba a 64.500 personas, en 2019.

Esta actividad económica la generan más de 160 empresas siguiendo una estrategia de marca e integración en el retail, con un volumen de negocio superior a los 10.500 millones de euros y un crecimiento medio en los últimos años superior al 4,5% anual. Estas empresas concentran la mitad de la facturación, según el estudio Nova Indústria: Nous serveis de valor afegit en les cadenes de valor industrials. El cas de la moda a Catalunya, del Departament d’Empresa i Treball y elaborado por Cluster Development.

El informe analiza su transformación y expone cómo las compañías tractoras han sofisticado sus estrategias para afrontar los avances y cómo a su alrededor se ha potenciado el desarrollo de muchas empresas de servicios de valor añadido y otras de base tecnológica. El análisis deja claro que la mitad del volumen de negocio procede de la suma de Mango y de las marcas de Inditex con sede operativa en Catalunya y argumenta que “los grandes jugadores acaban llevando a la transformación y generación de cambios positivos en el sector. Son quienes inician los cambios, quienes preparan la cadena y también el entorno para hacer frente a los retos que pide el sector”.

Sin embargo, el 50% de las empresas restantes tenía una facturación superior a los tres millones de euros y muchas de ellas, como en el caso de las citadas cadenas, tienen presencia internacional.

La estrategia de marca, la conversión en retailers, la transformación digital y, más recientemente, la sostenibilidad han sido las principales palancas de cambio para convertirse en un claro ejemplo de la nueva industria en Catalunya. Pero a su alrededor existe toda una cadena de valor mucho más amplia que también se ha ido adaptando y especializando para incrementar la competitividad.

Por una parte, más de 300 proveedores productivos (tejidos, hilaturas y tintes y acabados) que han apostado por la innovación en el diseño y en la especialización de producto; y por otra parte, los gestores de la producción y el diseño (con una treintena de firmas) que concentran un volumen de negocio de casi 700 millones de euros y registran un ritmo de crecimiento medio superior al 6,5% anual.

 

Entre las conclusiones de Nova Indústria: Nous serveis de valor afegit en les cadenes de valor industrials. El cas de la moda a Catalunya destaca que los cambios en los negocios ---especialmente los efectuados en las tres últimas décadas--- han llevado al desarrollo de una cadena de valor rica en diversidad y nuevos perfiles de empresas y que esto ha supuesto también la incorporación de nuevos profesionales más acostumbrados a los avances tecnológicos y digitales.

Las grandes empresas han hecho de tractoras de toda la cadena de valor, que se ha diversificado y tecnificado

Estas estrategias han supuesto la aparición progresiva de nuevas empresas dentro de la cadena productiva, que quizás no fabrican, pero que aportan un alto valor añadido. Por un lado, las agencias de márketing online y comercio electrónico (más de un centenar trabajando básicamente para pymes dado que las grandes marcas tienen sus propias estructuras o proveedores globales), y por otro, las empresas de soluciones tecnológicas, que en Catalunya serían una veintena (la mayor parte startups llamadas fashtech o retailtech) que suman 500 trabajadores en un 80% de alto perfil tecnológico.

El informe también abarca el proceso de digitalización y cómo la irrupción del e-commerce y el cambio de cultura de los consumidores a unos hábitos más sostenibles está cambiando el sector. En este sentido, expone que la venta online ha permitido a las empresas tener más información sobre sus clientes y conectar con sus necesidades de forma que, con el tratamiento de los datos, se logra también dirigirse y atraer mejor al usuario, por tanto, mejorar la rentabilidad de la omnicanalidad y desarrollar nuevos mercados.

El proceso de digitalización ha sido clave para el desarrollo y el modelo omnicanal es parte del futuro

Hace referencia también a que esta industria está en recuperación después de la pandemia y cómo la crisis derivada del coronavirus ha puesto al sector en un escenario completamente incierto en términos de previsión de consumo y de hábitos del cliente. “En 2020, sólo en seis meses, el canal online ha tenido un crecimiento equivalente a seis años consecutivos, casi duplicando la cuota en la mayoría de mercados. Y se esperan incrementos de hasta el 20% o más en el ejercicio 2021”, concluye el informe.

En términos de sostenibilidad, el estudio menciona que el consumidor sigue aumentando sus preferencias por productos que tengan menos impacto en el medio ambiente y alerta del “efecto tractor de las normativas medioambientales para el sector, así como el Green Deal, se ven reforzados por los nuevos fondos Next Generation en el ámbito europeo”.

El estudio concluye que “la pandemia ha abierto un escenario incierto” y que los aspectos clave para afrontar el nuevo contexto serán “la expansión del modelo omnicanal, la transformación digital en todos los procesos, la búsqueda de modelos de aprovisionamiento más flexibles y ajustados a la demanda, la reestructuración del canal de venta físico, así como la redefinición del propio surtido de producto y la estrategia de precios, según canal, mercado y cambios de hábitos”.