Jordi Mercader Miquel y Costas
Jordi Mercader Barata, Jordi Mercader Miró e Ignasi Nieto, de Miquel y Costas.

Nuevo plan inversor de 100 millones y relevo en la presidencia de Miquel y Costas

Jordi Mercader Miró dejará el cargo tras 32 años y le sustituirá su hijo, actual vicepresidente ejecutivo. Con una facturación de 337 millones en 2022, el grupo obtiene el 60% de su negocio de la producción de papel para cigarrillos, pero ganan cada vez más peso otros productos como las bolsas de té o los sustitutos del plástico.

Relevo histórico en la cúpula de la papelera barcelonesa Miquel y Costas. El veterano empresario Jordi Mercader Miró, de 80 años, dejará la presidencia del grupo tras la próxima junta general de accionistas, prevista para el 22 de junio. Optará a la presidencia su hijo, Jordi Mercader Barata, que actualmente ya ocupa la vicepresidencia ejecutiva de la empresa.

Mercader padre, que es el principal accionista de la compañía cotizada, ha ocupado el cargo de presidente los últimos 32 años, función que ha compaginado con otras responsabilidades como la presidencia de la Fundación Gala-Salvador Dalí. El que fuera también presidente del antiguo INI dejará todas sus funciones ejecutivas en Miquel y Costas, pero seguirá vinculado a la compañía como consejero dominical. “No me jubilo”, ha ironizado Mercader este martes en un encuentro con la prensa, tras admitir que a pesar de su edad, dar este paso le “ha costado mucho”. Previamente al relevo, en 2022 la compañía nombró director general a Ignasi Nieto.

El todavía presidente ha reafirmado su total compromiso y confianza con el futuro de la compañía al asegurar que “no tiene ningún interés en vender” sus acciones, “sea cual sea el precio”. “Es un tema de convicción, de compromiso con un proyecto del que estamos muy contentos”, ha asegurado, tras señalar que su objetivo a lo largo de estas tres décadas ha sido asegurar “la recurrencia de resultados” y una inversión continua para mantener en plena forma un patrimonio industrial que considera imprescindible para el país.

En este sentido, año tras año, Miquel y Costas destina entre el 30% y el 40% de sus beneficios a retribuir al accionista vía dividendos, y el resto se invierte en la mejora de la maquinaria y capacidad de producción de sus fábricas, mediante planes trienales. Precisamente, en 2023 la empresa prevé culminar una inversión de 100 millones de euros que activó en 2021; de esta cifra, 46 millones se desembolsarán este año. Según Jordi Mercader, el grupo deberá trabajar en los próximos meses en un nuevo plan para el periodo 2024-2027 que contemplará, “como mínimo”, la inversión de otros 100 millones, si bien auguró que seguramente la cifra acabará siendo más alta.

El futuro presidente, si así lo aprueba la junta, prevé desarrollar un “proyecto continuista” sustentado en cuatro pilares: mantener la fortaleza financiera; asegurar la excelencia y calidad de los productos; apostar por la innovación continua; y seguir impulsando los distintos programas de sostenibilidad, orientados a reducir el consumo energético y al abastecimiento con fuentes renovables.

Aunque no busca operaciones de forma activa, Miquel y Costas estará atenta a la posibilidad de realizar adquisiciones convencida de que “surgirán oportunidades” en el mercado fruto de operaciones de desinversión de grandes compañías multinacionales. “Seremos reactivos y, preferiblemente, compraremos activos, más que empresas. Lo que no haremos será comprar un problema”, ha explicado Mercader hijo, que se incorporó al grupo hace 17 años y forma parte del consejo de administración desde 2012.

Jordi Mercader Miró
Jordi Mercader Miró, de 80 años, fue presidente del INI y preside la Fundación Gala Salvador-Dalí. @Miquel Vera/ACN

Además de nombrar a un nuevo presidente, se prevé que la junta general de accionistas nombre a dos nuevos consejeros independientes, Teresa Busto —exdirectiva de Airbus y presidenta de Entalenta— y el exministro Narcís Serra, en sustitución de Joaquim Coello y Kim Faura.

En 2022, Miquel y Costas logró incrementar en un 11,9% sus ventas, hasta alcanzar los 337 millones de euros. El beneficio neto, de 31,6 millones, se redujo un 38% como consecuencia de la escalada de los costes de la energía y las materias primas. A pesar de este descenso, el grupo mantendrá la remuneración al accionista, con el pago de un dividendo de 16,8 millones, el mismo importe que en el ejercicio anterior.

Estructura industrial

Con sede en Barcelona, Miquel y Costas es una de las empresas más antiguas de Catalunya, con casi 300 años de historia. El grupo, que cotiza en Bolsa desde 1978, está integrado por quince sociedades y emplea a cerca de 900 personas. Su diferenciación en el mercado reside en la producción de ciertos tipos de papel muy especializados y de alto valor añadido, lo que le ha permitido sobrevivir en un sector dominado por corporaciones internacionales que facturan miles de millones. Otra de las claves es su fuerte nivel de internacionalización, ya que el 88% de su negocio procede del mercado exterior.

La gran fuente de ingresos (60% de las ventas) y de beneficios (75% del total) de Miquel y Costas reside en la fabricación de papel para la producción de tabaco, un nicho de negocio en el que controla una cuota de mercado mundial del 8%, sin tener en cuenta China. Esta producción se realiza en la fábrica que la empresa tiene en Barcelona, ubicada junto al río Besós y justo debajo del escalextric viario del Nus de la Trinitat. Se trata de una factoría modernista contruida en 1907 que emplea a cerca de 200 personas y que, según Mercader, está totalmente integrada en el entorno urbano y es un “referente en sostenibilidad”. “Este tipo de fábricas no se pueden trasladar”, asegura.

Jordi Mercader Barata, futuro presidente, se incorporó a la compañía hace 17 años. ©Miquel Vera/ACN

El papel para la producción de Biblias o bolsas de té son otras de las grandes especialidades de Miquel y Costas que, en Catalunya, cuenta con otros cuatro centros de producción ubicados en Tortosa (Celesa), La Pobla de Claramunt (MB Papeles Especiales) y Capellades, estas dos últimas en la comarca del Anoia. El grupo posee también dos fábricas en la Comunidad Valenciana, ubicadas en Mislata y en Villarreal (Clariana). Esta última planta está especializada en la producción de papeles de colores y gracias a las nuevas normativas que penalizan los plásticos de un solo uso ha encontrado un nuevo filón de negocio: la producción de pajitas con un papel resistente a los líquidos. Finalmente, Miquel y Costas dispone de un centro de manipulado en Argentina.

Papeletas para las elecciones generales

A pesar de que el 60% de sus ventas todavía proceden del tabaco, Miquel y Costas es consciente de que se trata de un negocio en decrecimiento, por lo que sus esfuerzos se centran en potenciar el área de papeles especiales para distintos usos industriales, que ya ha alcanzado un peso del 30%. En bolsas de té, por ejemplo, la compañía admite que ahora mismo no tiene suficiente capacidad para absorber toda la demanda. En esta línea, de los 46 millones que está previsto invertir este año, la mayor parte se destinará a un proyecto de innovación tecnológica en una de las máquinas de MB Papeles Especiales destinada a abastecer a la industria alimentaria y otros sectores como el laminado decorativo. También se invertirán ocho millones en un almacén automatizado en Capellades.

Según el futuro presidente, Miquel y Costas lanzará al mercado nuevos productos orientados a la sustitución del plástico en determinadas aplicaciones o tipos de envases de valor añadido. Este año, además, el grupo será uno de los beneficiados de la doble convocatoria electoral, ya que aspira a suministrar a las imprentas que fabricarán las papeletas de voto para las elecciones generales alrededor de 1.200 toneladas de papel, cifra equivalente al 40% de las 3.000 toneladas que se consumirán con motivo de la jornada electoral del 23 de julio.