La futura gestión de los fondos europeos promete muchas oportunidades para reactivar la economía catalana después del impacto causado por la pandemia. Europa ha acordado movilizar 750.000 millones de euros para repartir entre los estados miembros, que se dividirán en préstamos y transferencias directas. En España, se espera que lleguen un total de 140.000 millones de euros, de los cuales la Generalitat reclama casi 32.000 millones.
Montserrat Vendrell es una de las profesionales que asesora al Govern para identificar cuáles tienen que ser los proyectos que opten a estos recursos. La socia de Alta Life Sciences apuesta por destinar estos fondos a “proyectos grandes y ganadores” que ayuden a sentar unas bases y permitan superar esta crisis “más preparados para encarar el futuro”, garantizando que se puede dar respuesta a necesidades actuales y a las que vendrán. “Es una ocasión única”, remarca Vendrell, que insiste en no dejarla pasar y garantizar que los fondos “se invierten bien”.
Después de veinte años trabajando en el mundo de la salud, Vendrell defiende que la Covid-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de apostar por este sector, velando por que se continúe investigando: “No podemos permitir que no avance”. Para conseguirlo, considera que hay que fomentar la investigación y poner más recursos “pero no un año sí y un año no”, yendo más allá de los periodos legislativos. Esta apuesta sostenida por la investigación tiene que garantizar que el talento, cada vez “más móvil y líquido, y ahora más con la virtualidad”, no se marche cuando se acaba el dinero.
Y hacerlo pensando que “no es un gasto, sino una inversión de futuro”. Más allá de poner recursos para la investigación, Vendrell cree que hay que facilitar determinadas cuestiones, como los trámites para crear empresas y cerrar acuerdos, y potenciar incentivos fiscales para invertir y venir a investigar a Catalunya. “Es el momento para hacerlo”, asegura, y sostiene que tiene que ser una prioridad, si se quiere cambiar el modelo económico actual y avanzar hacia uno basado en el conocimiento.
Todos estos esfuerzos tienen que garantizar que aquello que se descubre en los laboratorios encuentra una aplicación válida en los hospitales y no se queda por el camino, perdido por falta de fondos o por procesos burocráticos. Para garantizar esta transferencia tecnológica también enfatiza la importancia de perseguir la excelencia en los centros sanitarios y tener buenos profesionales para investigar y otros para liderar empresarialmente los proyectos, como también poder acceder al capital. “Hay que aliar todos estos elementos y potenciarlos al máximo”, insiste Vendrell, que avisa que, si no se hace, se puede acabar perdiendo todo el potencial ganado en Catalunya con la inversión ya hecha en investigación.
El papel del capital riesgo
Es aquí donde entra Alta Life Sciences, empresa de capital riesgo que invierte y asesora proyectos que solucionan necesidades médicas no cubiertas, en todas las áreas de las ciencias de la vida, incluyendo la biotecnología, los dispositivos médicos, la diagnosis, la genómica y la salud digital. Ona Therapeutics, Inbrain Neuroelectronics, Sanifit o Mediktor son algunas de las compañías por las que han decidido apostar desde Alta Life Sciences. Con oficina central en Barcelona, la firma está muy conectada con Estados Unidos, el principal mercado internacional para el sector, donde hay la experiencia necesaria para trasladarla al ecosistema catalán de las ciencias de la vida y la salud.
Empresas como Alta Life Sciences ayudan a iniciativas nacidas en ambientes de investigación, como el Institut Català de Nanociència o el Institut de Recerca Biomèdica, para que puedan impulsar sus proyectos y hacerse grandes aportándoles recursos. Pero no solo eso, también forman parte de sus consejos de administración y les apoyan en la gestión empresarial, aportando la experiencia acumulada durante años por profesionales como Vendrell.
Alta Life Sciences, empresa de capital riesgo que invierte y asesora proyectos que solucionan necesidades médicas no cubiertas, en todas las áreas de las ciencias de la vida, incluyendo la biotecnología, los dispositivos médicos, la diagnosis, la genómica y la salud digital
Además, hacen mentorías a emprendedores y asesoran a compañías en las que no acaban de invertir porque no encajan en su cartera, pero a las que pueden poner en contacto con otros a quienes sí: “Lo que intentamos es ayudar a que el tejido emprendedor del sector de la salud se haga más fuerte, crezca y se desarrolle“. Y es que se trata de un sector “muy cooperativo”, donde, como subraya Vendrell, “nadie puede ir solo”.
Esta confluencia y coordinación entre los diferentes agentes del ecosistema de la salud en Catalunya ha hecho que en los últimos años hayan surgido más entidades como Alta Life Sciences. Todas ellas han identificado que había una necesidad —y una oportunidad— por cubrir. Catalunya es “un país pequeño” y con un presupuesto limitado, como dice Vendrell, pero tiene “un tejido de excelencia”, como se ve en el hecho que la investigación en este sector no para de crecer y lo hace exponencialmente desde hace años. Y, ahora, con la pandemia, parece que la cosa no se para.
