Avanza el proyecto para instalar en Mercabarna el mayor parque fotovoltaico de la Península Ibérica construido sobre cubiertas de edificios y destinado a autoconsumo. El mercado central barcelonés acaba de adjudicar a la empresa Acelera Energía SCR el contrato para instalar, mantener y explotar durante un periodo de 25 años el complejo de producción de energía eléctrica sostenible, que cubrirá los tejados de las naves que acogen el mercado central de la fruta, el pescado y de la flor, con una superficie total de 125.000 metros cuadrados.
Acelera Energía se ha impuesto a las ofertas presentadas por otras cinco empresas: el grupo francés Engie; la constructora catalana ACSA (filial del Grupo Sorigué); la compañía gerundense Construcciones Rubau; la leridana Atlas Energia, y la empresa gallega EiDF (Energía, Innovación y Desarrollo Fotovoltaico), aunque esta última sociedad quedó fuera del concurso al no alcanzar la suficiente puntuación en los distintos criterios evaluables. Ninguno de los grandes grupos energéticos españoles se presentó a la licitación.
Según la mesa de adjudicación, que ha contado con el asesoramiento técnico de la empresa Aesa Energía, la oferta presentada por Acelera Energía SCR es la que ofrece “la mejor relación calidad precio” y la que ha logrado una puntuación más elevada, al conseguir 90,71 puntos sobre 100, de los cuales 80,71 puntos corresponden a los criterios económicos y de evaluación automática, y 10 puntos a los criterios evaluables mediante un juicio de valor.
Atlas Energía fue la segunda empresa mejor clasificada, con 68,93 puntos; seguida de Engie (66,42 puntos), Acssa-Sorigué (64,95 puntos) y Rubau (61,53 puntos). La propuesta ganadora se ha impuesto al resto, especialmente, por ofertar un precio máximo de venta de energía generada de 49,79 €/MWh, frente a los 58 € de Atlas, los 59,80 € de Engie, los 65 € de Rubau i los 60 € de Sorigué. El pliego de condiciones exigía no sobrepasar los 70 €/MWh. De hecho, esta fuerte diferencia de precio en relación al resto de licitadores (suponía un porcentaje de baja respecto a la media del 14,92%) hizo que, inicialmente la mesa de contratación considerara que la oferta de Acelera estaba “incursa en presunción de anormalidad”. Sin embargo, tras la revisión de la propuesta y de toda la documentación justificativa aportada, la consultora AESA Energía concluyó que la oferta era válida y no anómala y que el proceso de licitación y posterior adjudicación podía seguir adelante.
Acelera Energía es una sociedad de capital riesgo (SCR) inscrita en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y presidida por José Luis Morlanes, ex director general de La Seda y del RCD Espanyol. Morlanes, que inició su trayectoria como sindicalista, fue también secretario general de la UGT en el Baix Llobregat y presidente del Consell Comarcal de esta misma comarca, además de concejal de Urbanismo de Cornellà. Actualmente, Morlanes es consejero delegado de la química Iqoxe y lidera un grupo dedicado al sector de las energías renovables que integra a distintas empresas, como Senergy, Apclen, Alter Enersun, Alterna Energía, Acelera Alternativas Energéticas y Enalter Renovables, con sede central en la Plaça Francesc Macià de Barcelona.
En 2021, se constituyó Acelera Energía SCR con el objetivo de invertir en la construcción de proyectos de autoconsumo en cubiertas públicas y privadas; suministrar energía renovable a empresas e instituciones públicas; invertir en empresas innovadoras en mejora energética, en empresas de puntos de recarga eléctrica, y en empresas instaladoras, según figura en el folleto informativo depositado en la CNMV. Según esta documentación, las inversiones se centrarán en Catalunya y como máximo podrán ostentarse participaciones del 70% en las sociedades donde invierta. La sociedad gestora de este vehículo de capital riesgo es GVC Gaesco.
Empresa conjunta público-privada
Este operador privado seleccionado por Mercabarna deberá constituir ahora una sociedad de nueva creación, una SPV o special purpose vehicle en la jerga mercantil anglosajona, en la que controlará el 51% del capital. El 49% restante del accionariado estará en manos de la propia Mercabarna y del Ayuntamiento de Barcelona, según avanzó hace unos meses Jordi Valls, director general del polo alimentario.
Concretamente, el consistorio se hará con el 25% del capital de la SPV a través del fondo MES Barcelona, el mecanismo creado por la corporación municipal para acelerar la transición energética en la ciudad y donde también participan empresas privadas. Finalmente, Mercabarna tendrá la propiedad del otro 24% de la SPV, aunque la mitad de esta participación, es decir, un 12% de las acciones, podría cederse a las empresas del mercado, ya sea a través del Gremio de Mayoristas del Mercado Central de Frutas y Hortalizas o de la Asociación de Empresas Mayoristas de Mercabarna (Assocome). Mercabarna tendrá, además, un derecho de adquisición preferente sobre el 25% de MES Barcelona que podrá ejercer cuando este vehículo decida desinvertir en la compañía.
La SPV deberá pagar un alquiler a Mercabarna por el uso de los tejados de los edificios públicos y tendrá capacidad para endeudarse, con un tope del 70% de los recursos necesarios. También se prevé solicitar fondos europeos del programa Next Generation. Una vez constituida, esta compañía de capital mixto firmará dos contratos con el mercado central barcelonés: uno de obra, es decir, de instalación y puesta en marcha de las placas solares, y uno de mantenimiento, gestión y operación de la planta durante 25 años. La SPV adoptará un modelo de gobernanza basado en la toma de decisiones con mayorías reforzadas, de forma que el operador privado no podrá imponer de forma unilateral sus criterios.
Hay que tener en cuenta que la SPV se centrará exclusivamente en instalar cubierta solar en los edificios que son propiedad de Mercabarna, fundamentalmente las grandes naves que acogen el mercado central de la fruta, el pescado y de la flor, con una superficie total de 125.000 metros cuadrados. Los tres socios de la SPV deberán invertir entre 4 millones y 5 millones de euros en esta primera fase del proyecto, que arrancará este 2023 y permitirá generar 6,8 GWh de energía al año. Toda la energía generada se venderá a los paradistas de los mercados centrales, que dispondrán de una fuente alternativa y más económica de suministro eléctrico.
Objetivo: generar el 25% del consumo anual
En paralelo, el 100% de las empresas mayoristas de Mercabarna se han comprometido también a instalar placas fotovoltaicas en sus edificios, que ocupan parcelas públicas, pero que, a diferencia de los mercados centrales, son inmuebles de su propiedad. Así, en esta denominada fase 2, que se extenderá hasta finales de 2025, se promoverán 235.000 metros cuadrados más de paneles solares, con una capacidad de generación de 16 GWh al año. La inversión prevista en esta fase superará los ocho millones de euros. En este caso, este presupuesto no será asumido por la SPV, sino por cada uno de los mayoristas. Sin embargo, la empresa de capital mixto, aprovechando su experiencia con la parte pública, sí que podrá ofrecer sus servicios como empresa instaladora, pero cada operador de Mercabarna podrá elegir libremente en el mercado qué compañía instaladora contrata.
En total, el proyecto, denominado RePowerMercabarna-Energía, requerirá una inversión de 12 millones de euros y permitirá a Mercabarna generar el 25% de todo su consumo eléctrico anual. El reto es reducir los costes energéticos de las empresas mayoristas que operan en el mercado, ya que esta energía renovable autogenerada, en principio, será más barata que la que puedan comprar libremente en el mercado eléctrico.
Actualmente, en Mercabarna ya hay varios inmuebles que disponen de energía fotovoltaica, con una potencia instalada que suma 5 MWp y 32.000 m². Con el proyecto que liderará Acelera Eneergía, la potencia se incrementará a 18 MWp, con 360.000 m² de superficie de captación de energía solar, lo que permitirá reducir en 6.000 toneladas las emisiones de CO₂. El plan de sostenibilidad y transición energética de Mercabarna también prevé poner en marcha, más adelante, una comunidad energética, de forma que cuando estén todas las placas instaladas pueda establecerse un mercado interno, permitiendo compraventas de energía entre las distintas empresas mayoristas.