En el mundo del baloncesto hay jugadas que te pueden cambiar la vida. Francesc Julià Ametller lo tenía todo para ser jugador profesional hasta que se rompió el tobillo durante su segundo año de juvenil en el Girona. Al dique seco, en fase de preselecciones y justo antes de jugar contra el Barça. Esta lesión le cambió la vida: estudió Economía en la UPF, trabajó en Kantox y entró en la empresa familiar Julià Grup y Kave Home poco antes del Black Friday de 2016. “Aspiramos a ser el líder global de la gama medio alta del mundo del diseño y del mobiliario, preservando la cultura y la manera de hacer de Girona”, asegura en una nueva sesión de True Leaders en formato afterwork organizado por The New Barcelona Post y EY para conocer de primera mano los diferentes líderes empresariales y sus casos de éxito en un entorno exclusivo con empresarios, altos directivos, emprendedores y nuevas generaciones de familias empresarias.
Dicen que las raíces y los mentores no se olvidan nunca. El empresario Francesc Julià Gelabert era conocido durante los años 80 como Julià de los colchones, y su almacén era un antiguo gallinero de Sils que daba servicio a los hoteles de la Costa Brava. Francesc Julià Ametller recuerda que su padre heredó el gen constructor de la abuela, y que ha sido su gran mentor y el alma mater del proyecto empresarial. Su padre dice que se jubilará pronto, pero de momento parece que trabaja más que nunca. “No se puede entender a una familia empresaria sin la empresa familiar ni viceversa. Todo parte de una vocación sostenible a largo plazo”, apunta.
En este sentido, Francesc Julià Ametller se considera un continuador de la empresa familiar Julià, añadiendo nuevos ingredientes y, sobre todo, mucha vocación global con Kave Home. Parece que los expertos en marketing recomiendan justo lo contrario, pero en el envoltorio de paquetes de esta empresa catalana que llega a más de 80 países de todo el mundo pone un nombre que se conoce en casi todo el mundo: Designed in Girona. “Las raíces son las de una familia trabajadora y de Girona que implica una forma de hacer y de entender la vida, unos valores, un producto y un servicio”, explica. De Sils, al mundo, y con orgullo de Girona.
Nadie dijo que el camino de un joven empresario nacido a principios de los años 90 fuera fácil. Francesc Julià dice que ahora seguramente no estudiaría Economía, sino una Ingeniería combinada con ADE. En su momento, sin embargo, le convencieron un par de libros: El juego de vivir de Fabià Estapé y Economía liberal para no economistas y no liberales, de Xavier Sala i Martín. Francesc Julià se define alto y claro como liberal.
Entró en la UPF, explica, con “un gran síndrome del impostor”, pero descubrió un nuevo mundo acercándose a las startups locales. Entró a trabajar en Kantox cuando la fintech tenía solo seis trabajadores, y salió cuando ya eran más de 150 en plantilla. Tenía una quincena de opciones laborales pensadas, y supuestamente mejores que entrar en la empresa familiar. De hecho, ya lo tenía casi todo ligado con una multinacional americana de publicidad online, pero los caminos de los de Girona también son inescrutables. Los hermanos Gasol, los hermanos Roca o el empresario Dídac Lee son un muy buen ejemplo de ello.
Según el CEO de Kave Home, “la empresa familiar es el típico hermano que no está, pero que se sienta en la mesa durante las comidas o las cenas familiares. Cuando saqué el ego del razonamiento estructural, vi a una empresa industrial que se expande y con presencia global.” Kave era uno más de la familia Julià, y la primera semilla del B2C ya estaba sembrada. El otro hermano Julià también quedó avisado justo al pasar por la puerta de entrada de la empresa familiar: “Es el primer día del resto de tu vida”.
Con poco más de 30 años, Francesc Julià Ametller se encuentra en “fase de consolidación”, y el entorno juega un papel capital. Y cuando hablamos de entorno, no hablamos del famoso entorno que tanto se estila en el mundo azulgrana, sino del entorno personal, familiar y profesional del que fue ganador del Premio Joven Empresario de Aijec en 2023.
El mentor antes que el logo
A la hora de aprender, el CEO de Kave Home aconseja fijarse más en el mentor que en el logo de una empresa. Su mentor, bromas aparte, es el Consejo de Administración. Y su mentor espiritual es el empresario y consultor Xavier Marcet. Compartimos su filosofía humanista de autenticidad, esquivar la mediocridad, crecer haciendo crecer o el sentido común.
Julià aconseja fijarse más en el mentor que en el logo de una empresa
Kave Home nació como una marca de Julià Grup y se ha convertido pocos años después en una empresa que factura más de 250 millones de euros, con un crecimiento anual superior al 30% —un crecimiento orgánico del 85%—, con presencia en más de 80 países y que da trabajo a más de 700 personas. Según Julià, Kave Home nació como una prueba satélite de venta online en Francia que tenía una doble finalidad: testear la venta B2C y crear una marca asociada al producto.
Las cifras quizás no lo son todo, pero ayudan a poner contexto a las trayectorias empresariales. “Podríamos crecer más deprisa, pero decimos que no a algunas opciones porque queremos un crecimiento sólido y sostenido aprovechando lo mejor de cada mundo: el B2C y el B2B”, asegura.
¿Qué debe tener el crecimiento para que sea bueno? El crecimiento tiene que ser sobre todo digerible. El CEO de Kave Home detalla que “ha sido un año duro en cadena de operaciones, y la compañía no permite digerir un crecimiento superior al 35% o al 40% de forma correcta y sin que afecte en exceso la experiencia de cliente”. Alerta, sin embargo, de que uno de los hándicaps de futuro es la excesiva presencia en Europa, y eso que España no supone ahora mismo ni el 20% de su facturación.
La cultura Kave a gran escala
En materia de escalabilidad, Julià insiste en que la diversificación continental es muy importante, pero a la vez también hay que mantener “la cultura Kave a gran escala”. La compañía tiene fama de ser “la ONU de Girona” porque en su oficina de Sils conviven 26 nacionales diferentes en un pueblo que tiene menos de 7.000 habitantes. “Mantener la cultura en los centros de trabajo de Kave en todo el mundo es una de las grandes complejidades por las que muchas compañías mueren”, señala.
“Ya no miro el CV antes de hacer una entrevista; me deslumbra la mirada, el mensaje o la explicación de una persona. Es mucho más difícil enseñar Kave que un rol profesional”
Lo cierto, sin embargo, es que Francesc Julià trabaja prácticamente a diario la cultura de empresa, y admite haber cometido muchos errores en gestión y captación de talento. El CEO de Kave aconseja fichar primero el equipo y, después, elegir bien el proyecto estratégico. Su mejor jugada es “fichar a buena gente y jugadores de equipo que pongan el colectivo por delante del individuo, fijarse en la energía, la actitud y las ganas, antes que en los logos”. “Ya no miro el CV antes de hacer una entrevista. Me deslumbra la mirada, el mensaje o la explicación de una persona. Te puedes equivocar mucho si fichas a una estrella y no preservas la cultura. Es mucho más difícil enseñar Kave que un rol profesional”, insiste.
Aprender de las dificultades es un arte. Cometer errores es fácil y, seguramente, también recomendable. Francesc Julià se acuerda de todos aquellos críticos que decían que crear una marca en el mundo del mueble era imposible, o del boicot sectorial que se generó después de que Kave Home se convirtiera también en vendedor.
Así pues, no es de extrañar que el CEO de Kave Home reivindique la importancia de creer en las convicciones y escuchar poco o nada el ruido de ambiente. “Tenemos que poner en entredicho cualquier cosa que hagamos, tenemos que estar dispuestos a cometer errores y tenemos que abrazar la renovación. Todo esto viene de mi padre”, explica.
Francesc Julià defiende en clave de actualidad del Foro de Entidades para la Reforma de la Administración (FERA) que habría que cambiar el sistema partidista y que la administración pública tiene que abrazar más al sector privado: “Creamos y construimos Catalunya durante el siglo XX con una colaboración publico-privada que era referencia nacional y europea”. Fira de Barcelona es un muy buen ejemplo de ello.
Llega el turno de preguntas y como siempre, el nivel está a la altura del ponente. A continuación, y para no alargarme más, un resumen de los grandes hits:
- Cambio de chip: “Estamos dispuestos a cambiarnos el abrigo cada temporada o el móvil cada dos años, pero nos parece caro el colchón o el sofá que cambiamos cada quince años”.
- El precio: “Trabajamos con las mejores calidades, pero no ha habido un aumento de margen”.
- El diagnóstico: “El sector del mobiliario es arcaico, tiene poca visión de integración vertical y un reconocimiento bajo de marca. Aplicamos la lógica en la comunicación”.
- El modelo: “La marca de B2C transformó el grupo y reorganizó la distribución hacia la multicanalidad. El B2C supera al B2B en facturación”.
- El protocolo: “La familia tiene la potestad de preservar el legado, pero no tiene la potestad de llevar la gestión ejecutiva de la compañía. La familia política no puede entrar en la empresa por protocolo”.
- El reto: “Todo pasa por la nave logística de Tordera. Estamos definiendo el nuevo modelo comercial y de distribución para que sea más capilar y de proximidad. Tenemos un producto que viaja muy mal. El siguiente almacén estará en el norte de Europa”.
- La receta financiera: “Hacemos ventas que son positivas en generación de caja y ebitda. El B2C es una bestia de generación de caja, y tenemos que buscar la venta que nos deje un margen positivo. El límite rentable de crecimiento es de un 30% o un 35%”.
- La visión: “¿Cómo conseguir crear un líder global con la cultura y los valores de una provincia de Catalunya? Facturar no nos engorda el ego. Queremos tener impacto global, manteniendo nuestra forma de hacer las cosas”.