En el Salón Ocasión, hay que irse apartando de los pasillos para dejar pasar a los coches que ya se han vendido. Momentáneamente, dejan plazas vacías en los expositores de los concesionarios, rápidamente ocupadas por otros modelos que esperaban fuera a su turno. La disponibilidad inmediata es uno de los valores que más aprecian los asistentes que estos días se acercan al gran concesionario de coches de segunda mano en el que se ha convertido el recinto de Montjuïc de Fira de Barcelona. Es el caso de una familia que está buscando un coche para su hijo, según cuenta el padre: “Lo más importante es que sales con él”. Una ventaja competitiva respecto al mercado de coches nuevos, afectado por las listas de espera que ha provocado la falta de semiconductores.
Desde el miércoles 22 de noviembre hasta el domingo 26 de noviembre, el Salón Ocasión ha abierto sus puertas para mostrar más de 2.500 coches seminuevos, un 25% más respecto el año anterior. Las principales marcas del sector como Abarth, Audi, Citroën, Ford, Hyundai, Jeep, Kia, Seat o Mercedes-Benz se reparten por todo el Palacio 8, ocupando un total de 14.000 metros cuadrados, un 17% más en comparación con la edición pasada, la primera poscoronavirus. El horario va desde las 10 de la mañana hasta las 8 de la noche, con acceso por Plaza España.
Aunque hay algunos como Arnaud que se han acercado el primer día para no perderse las mejores ofertas, desde los concesionarios señalan que “la gente mira bastante, pero compra poco”. Los días fuertes del Salón Ocasión se esperan para el fin de semana, según señala Judith Cortés de Lesseps Motor: “La faena empezará el viernes por la tarde”. Bajo el lema Precios que vuelan, la feria espera superar en esta 41a edición las ventas conseguidas el año pasado, cuando cerró puertas con 800 vehículos vendidos y un volumen de negocio de 19 millones de euros.
Entre los que pasean por el salón, una de las frases que más se escucha es “no sé qué comprarme”. Más allá de los que quieren una marca u otra, la principal preocupación es qué escoger entre gasolina, diesel, híbrido y eléctrico. Están los que no quieren ver los enchufables ni en pintura, como Àleix y Alfred, una pareja de compañeros de trabajo jubilados que creen que la ciudad aún no está preparada para este tipo de vehículos, ni tampoco los párkings particulares ni las carreteras, como también desconfían de la durabilidad de sus baterías.
También están los que directamente ni se plantean los coches híbridos y eléctricos porque son muy caros, aún siendo de segunda mano. “Quiero un coche pequeño, bonito y barato”, cuenta Bárbara, un poco desesperada al ver que los modelos son cada vez más grandes, con los SUV acaparando la mayoría de los concesionarios: “¿Dónde está el Seat Marbella de antes? Ya no existe, hasta el Polo es gigante”. Una tendencia de mercado que complica el encaje en los aparcamientos, acostumbrados a utilitarios más modestos, y que consumen más en una época con los precios de la gasolina en escalada. Además, señala Arnaud, acompañado por su hijo pequeño, los modelos se ven bastante nuevos, lo que le da que pensar que no encontrará ofertas adaptadas a su cartera.
Ambos han venido al Salón Ocasión con un presupuesto de 10.000 euros, bastante alejado de los precios que se ven en los carteles que acompañan los vehículos. Si ha subido todo, desde la gasolina hasta el aceite de oliva, también lo ha hecho el precio de los coches seminuevos, dicen desde Lesseps Motor. La falta de semiconductores y las listas de espera beneficiaron en un principio al sector de segunda mano, pero también les han acabado perjudicando, con la caída de los réntings de los que se nutre, lo que ha reducido la oferta y ha hecho subir precios, señalan desde Spoticar. Así lo ha detectado Mercedes, quien ha visitado el salón para buscar un coche para su hijo y ha visto que un coche expuesto en el recinto de Montjuïc tan solo vale 3.000 euros menos que el mismo modelo nuevo.
Entre los que quieren comprarse un coche y los que lo quieren vender, se cuelan algunos estudiantes del ciclo formativo de Gestión de Ventas y Espacios Comerciales. Es el caso de Carla y Aya. Tienen como deberes encontrar un modelo de Opel y otro de Peugeot, y hacerles fotos, por dentro y por fuera. Luego, en clase, tendrán que hacer de vendedoras y convencer a sus compañeros para que les compren el producto. A ellas también les gustaría comprarse un coche de verdad el año que viene cuando se saquen el carnet, dicen un Fiat 500 o un Mini, pero, de momento, los ven muy caros.