Todo ecosistema tecnológico requiere centros de datos potentes que garanticen la conexión entre actores tanto locales como internacionales, incluido el de Barcelona. Tanto es así que estos data centers representan infraestructuras imprescindibles para el mundo digital, y contribuyen a posicionar ciudades y regiones en el panorama internacional. En esta escena tecnológica, Barcelona se erige como un punto estratégico para la industria, con ocho centros de datos operativos. Todos ellos suman una potencia instalada de 66 megavatios, casi el doble de los 34 megavatios de hace un año.
Con este incremento, la ciudad y su metrópolis ganan terreno, y pasaron de representar un 14% del mercado español en 2023 a un 18% en 2024. Así, el año pasado Barcelona se mantuvo como la segunda región con mayor capacidad en cuanto a data centers, por detrás sólo de Madrid —que acumula el 55% del total estatal—, en un contexto en el que otras regiones están experimentando crecimientos acelerados. Es el caso de Aragón, que ahora representa el 10% del total, como detalla el presidente de la Asociación Española de Data Centers (Spain DC), Emilio Díaz.
Pero, ¿qué son los centros de datos? ¿Qué ocurre dentro de esos edificios sin ventanas y semi-bunkerizados que están emergiendo por el entorno metropolitano? ¿Qué función tienen los miles de cables y racks que forman a largos pasillos que se replican de forma idéntica a lo largo del centro? “Somos como las líneas de ferrocarril de mediados del siglo XIX, imprescindibles para mover las mercancías de las fábricas. Si montas una fábrica y no puedes mover el producto, no tiene sentido. Ahora, los centros de datos somos esa infraestructura crítica”, ilustra la consejera delegada de Equinix en España, Eulalia Flo.
“Cualquier comunicación, videollamada, whatsapp, por mucho que empiece a transmitirse de forma inalámbrica, después necesita cables y una infraestructura física, y esa es la que a menudo se olvida”, recalca Flo, que resume que “los centros de datos son el alojamiento de lo digital; son donde lo digital ocurre”. Ante la previsión de que este mundo digital siga expandiéndose de forma exponencial, los promotores de centros de datos aceleran la puesta en marcha de nuevos centros, como hace Equinix.
La compañía estadounidense, que opera en 70 mercados y cuenta con 270 centros de datos en todo el mundo, ha abierto recientemente su segundo data center en el entorno Barcelona, en el que ha invertido 50 millones de euros y que dispone de 2.500 metros cuadrados. Ubicado en L’Hospitalet de Llobregat, entró en funcionamiento en diciembre, y ya tiene el 15% de su capacidad instalada ocupada. A medida que vaya aumentando esta cifra, la multinacional ejecutará nuevas inversiones: “Tenemos planes de seguir creciendo en Barcelona”.
“Los centros de datos ayudan a las empresas catalanas a tener presencia digital en todo el mundo”, asegura Flo, y va más allá: “También atraen a empresas hacia Barcelona”. Y es que, según la directiva de la multinacional, disponer de actores como Equinix en la ciudad facilitan que grandes compañías opten por operar desde la capital catalana. La empresa, que dispone de unos 60 trabajadores en Barcelona, algunos con funciones internacionales, cuenta con 130 clientes en sus dos centros de datos en el entorno metropolitano, con más de 60 operadores de comunicaciones, “por lo que es el centro de datos más interconectado de Catalunya, y uno de los más interconectados de España”.

Y es que Barcelona es un punto estratégico tanto por su ecosistema empresarial y tecnológico como por su conectividad internacional, con infraestructuras clave como la Barcelona Cable Landing Station. “Es el punto en el que Europa se conecta con África, y donde África también se conecta con América”, ilustra Flo, originaria de Badalona y también vicepresidenta de Spain DC.
Dada esta conectividad y potencial internacional, Barcelona atrae inversiones vinculadas a data centers y nuevos operadores que quieren poner un pie en la capital catalana, como Templus. La compañía española ha sido la última en desembarcar en la metrópolis barcelonesa, y lo ha hecho a través de la compra del data center BitNap de L’Hospitalet de Llobregat. “El arranque de nuestra actividad en Barcelona ha sido muy positivo, y nuestro centro de datos ya está ofreciendo una interconexión avanzada a más de 120 clientes y 20 operadores de telecomunicaciones”, explica el CEO y cofundador de Templus, Ignacio Velilla.

Ahora, Templus explora nuevas oportunidades de crecimiento en Catalunya, ya que Barcelona y su entorno son “uno de los principales mercados empresariales de España y un punto estratégico clave para el sector tecnológico y empresarial”. La empresa, creada en mayo del año pasado y con data centers en seis ciudades a nivel estatal, se propone superar los 20 centros en la península durante este año.
Y es que el de los data centers es un sector que prevé seguir creciendo, y confía en poder hacerlo de forma acelerada. En Catalunya, las previsiones de crecimiento prevén una tendencia positiva mediante la que, si mantiene el ritmo actual, la potencia instalada rozará los 200 megavatios en 2030, “consolidando su posición como uno de los principales hubs tecnológicos de España”, según el presidente de Spain DC.
Para ello, sin embargo, se requieren tres elementos clave: “facilidad de suelo, de acceso a la energía y administrativa”. Junto a la necesidad de disponer del talento adecuado, “el principal desafío para el crecimiento del sector de los data centers es el acceso a la energía”, remarca Díaz, también CEO de Nabiax.

Y es que, como recuerda Flo, todo lo digital requiere energía, desde la IA, la biomedicina y la supercomputación hasta un meme o un whatsapp: “Y los data centers no consumimos esa energía, lo que hacemos es cogerla y dárselo a lo digital”. Por ello, avisa de la necesidad de ajustar la planificación y las inversiones eléctricas a la digitalización: “Si queremos tener una estrategia de transición digital, hay que meter la energía dentro de la ecuación; es un factor habilitante”.
“La energía tiene que planificarse para el mundo del futuro, no para el del siglo XIX”, y teniendo en cuenta las necesidades de ese “boom imparable” de tecnologías como la IA, según Flo. En este sentido, Díaz recalca que los data centers son fundamentales para la transformación digital, ya que posibilitan el desarrollo de tecnologías avanzadas como la IA, la automatización y el análisis de datos”. Así, la potencia de estas infraestructuras debe crecer en paralelo al ecosistema tecnológico en Catalunya, que ha reforzado su posición internacional a lo largo de los últimos años, según Díaz: “Para mantener la competitividad y seguir atrayendo inversiones, es crucial que se continúe ampliando la capacidad instalada y mejorando las condiciones de desarrollo de nuevos centros de datos”.
