Laureano Molins, experto en cáncer de pulmón.
El experto en cáncer de pulmón y presidente de la AECC en Barcelona, Laureano Molins.
ENTREVISTA

Laureano Molins: “El cáncer se cura con investigación”

El cirujano torácico preside la Asociación Contra el Cáncer en Barcelona desde 2018. En el marco del día mundial contra esta enfermedad, que se celebra el 4 de febrero, el experto en cáncer de pulmón repasa los avances de la investigación de los últimos años y, sobre todo, los que están por venir

Laureano Molins es uno de los mayores expertos en cáncer de pulmón. Tuvo claro que quería dedicarse a la medicina desde que una enfermedad le obligó a rodearse de médicos durante una larga temporada cuando era un niño. A raíz de esta decisión, con la que descartó vincularse a la empresa familiar Cementos Molins, se decantó por especializarse en cirugía torácica. Por sus manos han pasado centenares de pacientes, incluído uno que operó de un nódulo en el pulmón en 2010 y por el que todavía se le recuerda: Juan Carlos I.

Laureano Molins ha llevado su compromiso más allá del quirófano. Coordina el proyecto internacional Lung Ambition Alliance, focalizada en combatir el cáncer de pulmón, el que más mata a nivel mundial. Desde 2018, preside la Asociación Contra el Cáncer en Barcelona. La entidad, que cuenta con un centenar de trabajadores y 2.200 voluntarios en Barcelona, forma parte de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), que dispone de un presupuesto anual de unos 10 millones de euros, el 70% del cual proviene de sus socios. La asociación trabaja con un triple objetivo: promover la investigación, la prevención y acompañar a las personas con cáncer y a sus familias.

— Laureano Molins, la AECC nació en 1953 para hacer frente al cáncer. ¿Qué ha cambiado desde entonces?

— En estos años ha habido una transformación de la asociación. Al principio se distinguía por hacer recolectas para la investigación, y luego ha sumado dos patas más, además de la investigación: asegurar el acompañamiento y el apoyo a las personas con cáncer y sus familias, y promover la prevención.

— ¿Hacia dónde va ahora la investigación contra el cáncer?

— Tenemos un objetivo: alcanzar una tasa de supervivencia del 70%. Ahora nos movemos en torno al 50% de media, que va desde el 90% de un tumor de piel hasta el 10% del cáncer de páncreas. El cáncer de pulmón tiene una tasa del 20% y, al ser más frecuente, es el que más mata a nivel mundial.

— ¿Qué medidas se están tomando para avanzar hacia este 70%?

— Sabemos que el cáncer se cura con investigación. Cada euro en investigación es una mejora en supervivencia, y también en diagnóstico precoz, que juega un papel determinante. Cuanto antes diagnósticas, más capacidad de curación.

— ¿Cómo se puede avanzar este diagnóstico?

— Es crucial impulsar proyectos de cribaje. Actualmente en España se llevan a cabo para el cáncer de mama, el colorrectal y el de cérvix, y a nivel europeo hemos entendido que el siguiente que tenemos que incluir es el de pulmón. Aunque el 80% se da por el tabaco y se debe poner el acento también en la prevención y en que la gente deje de fumar, no hay que dejar de defender el cribado.

— ¿Cómo podría materializarse un programa así?

— Con un TAC de dosis baja a las personas de riesgo, primero anual y, si es negativo, cada tres años. De cada 100 personas, se detectaría cáncer a dos, y otras afecciones a muchos otros. Pero la supervivencia en el cáncer de pulmón sube del 20% al 70% en el caso de detección precoz. Cada TAC tiene un coste de 80 euros, ¿cuánto vale una vida salvada?

— ¿Y este programa de cribado podría ser una realidad a corto plazo?

— Hace 23 años que estoy detrás de este tema. Las sociedades científicas que nos dedicamos al cáncer de pulmón impulsamos un programa de cribado a nivel científico, y queremos realizar una prueba piloto para demostrar que es posible y efectivo llevarlo a cabo. Sin embargo, nos faltan fondos de la administración para poner en marcha esta prueba piloto que facilite que se incorpore en un futuro a la cartera de servicios. Aquí es donde tenemos la lucha, y lo estamos abordando con el Gobierno.

— ¿Qué influencia tiene la AECC en esta lucha?

— La asociación es un actor principal, y ya lo ha sido para poner en marcha otros programas de cribado. De hecho, el de cáncer colorrectal tiene su origen en una investigación que inició el doctor Antoni Castells hace 15 años con una beca de 1,2 millones de la AECC. Nos hemos convertido en la entidad privada que más aporta a los investigadores, a través de unas becas que se adjudican de forma anual en base a una evaluación de un comité técnico.

Laureano Molins
Laureano Molins

— Además del cribado de cáncer colorrectal, ¿cuáles son los principales proyectos que han emergido con la financiación de la AECC?

— Por citar algunos, hemos contribuido al desarrollo de la terapia de células CAR-T y a la investigación del cáncer de hígado con el doctor Josep Maria Llovet, y de terapias epigenéticas con María Berdasco.

— ¿Qué avances podemos esperar en el futuro en base a estas investigaciones?

— El foco está puesto en cómo evitar que los tumores hagan metástasis y, una vez se produce, cómo atacar las células cancerosas de forma dirigida con tratamientos personalizados, tanto con quimioterapia como con inmunoterapia, aumentando la capacidad de nuestro propio sistema inmunitario para destruir estas células.

“Mientras no podamos erradicar el cáncer, que es nuestro objetivo, tenemos que encontrar los medios para poder convivir con él”, Laureano Molins

— Laureano Molins, ¿nuestro propio sistema inmunitario podría acabar derrotando el cáncer?

— De hecho, nuestro sistema ya elimina el 90% de las células tumorales que circulan por nuestro torrente sanguíneo. El problema es ese 10% que no se elimina y que va a anidar a órganos y tejidos del cuerpo en los que se desarrolla. Sabemos que fortaleciendo el sistema inmunitario podemos conseguir que combata estas células, y aquí está el nuevo reto de la inmunoterapia.

— Un reto que podría ampliar las tasas de supervivencia.

— Aunque no lo estamos curando todavía, estamos ampliando la tasa de supervivencia y los años que se puede vivir después de ser diagnosticado. Algunos dicen que estamos cronificando el cáncer, yo prefiero decir que estamos consiguiendo convivir con el cáncer. La diabetes, la psoriasis, son enfermedades que no se curan, pero con las que convivimos. Mientras no podamos erradicar el cáncer, que es nuestro objetivo, tenemos que encontrar los medios para poder convivir con él.

— Y antes que todo eso, está la prevención.

— Y la prioridad aquí es el tabaco. El 30% de los cánceres se evitarían si la gente no fumara. También es determinante seguir unos hábitos de vida saludables, con ejercicio físico, sin alcohol y con una alimentación adecuada, como la dieta mediterránea.

— Con prevención e investigación, se ha fijado esta tasa de supervivencia del 70% como objetivo. ¿Es el techo al que se puede aspirar?

— Nos marcamos esta cifra como objetivo de cara a 2030 para tener clara una meta y enfocar hacia ella todas las maniobras y acciones. El cáncer persistirá, pero confiamos en que llegue un momento en que se superará como ahora se superan enfermedades que hace unas décadas provocaban miles de muertes en España, como podría ser la tuberculosis.

— ¿Qué papel tiene Barcelona en el avance de la investigación?

— En todo el Estado, desde la AECC tenemos 140 millones de euros invertidos en investigación. De estos, más de 50 están en Barcelona. Tenemos investigadores de primer nivel, y casi el 40% de las ayudas que otorga la AECC se destinan a Barcelona. Y es relevante que, aunque muchos proyectos parten de Barcelona, en realidad son multicéntricos y llegan a varios hospitales a nivel estatal.

— Y eso permite avanzar hacia la equidad territorial.

— Queremos que al paciente de cualquier pueblo o ciudad le llegue el tratamiento más avanzado, igual que al paciente del Vall d’Hebron o del Clínic. El hub es Barcelona, pero está abierto a los pacientes de otras provincias, y eso es un factor relevante. Siempre hemos dicho que el código postal no debe ser un factor de mal pronóstico, y a menudo en ocasiones postal afecta más que el código genético.

— ¿Este hub de Barcelona tiene un papel a nivel internacional?

— De hecho, a nivel europeo se están empezando a crear los llamados Comprehensive Cancer Center, que acreditan que un centro incluye todas las áreas necesarias para abordar el cáncer: oncología, cirugía, asociaciones de pacientes, investigación… Desde la AECC nos estamos ofreciendo para colaborar para que se sumen hospitales de Barcelona, como podrían ser el Vall d’Hebron y el Clínic.

— Además de impulsar la investigación y la prevención, el papel de la AECC va más allá.

— La persona con cáncer está muy bien atendida en cuanto a los servicios hospitalarios, pero la mayoría requieren algo más, y un apoyo que se escapa de la sanidad pública. Desde la asociación queremos ofrecer este apoyo, no sólo a la persona con cáncer, sino también a sus familias, poniendo el acento especialmente en las personas vulnerables.

La asociación se propone abrir un centro para estancias largas para pacientes y familiares que deben desplazarse desde otras ciudades, Laureano Molins

— ¿Cómo apoya la asociación a estas personas vulnerables?

— Con acompañamiento psicooncológico y ayudas sociales. Tenemos convenios con Cruz Roja y Cáritas, que nos derivan a personas con cáncer en situación de vulnerabilidad, como personas sin hogar. Además, vamos a los diversos barrios de Barcelona a difundir nuestra labor.

— ¿El apoyo se ciñe a los pacientes, o también a sus familiares?

— También atendemos a las familias desde la asociación. Per ejemplo, tenemos un convenio con el Gremio de Hoteles para alojar a familiares de pacientes con pocos recursos que tienen que desplazarse a Barcelona para su tratamiento. Ahora, además, estamos estudiando la posibilidad de abrir un centro para quienes tengan que realizar estancias largas, de más de 15 días, para que sientan más estabilidad.

— Por último, Laureano Molins ¿hay fecha de apertura prevista para este nuevo centro?

— Este es uno de nuestros objetivos para 2025, en el que seguiremos priorizando, además de la investigación y la prevención, el acompañamiento a personas con cáncer y sus familias. Y este acompañamiento lo ofrecemos a través de los cerca de 100 profesionales y más de 2.200 voluntarios que tenemos en Barcelona y en 28 de sus hospitales.