Laboratorio de LuxQuanta.
Laboratorio de LuxQuanta, uno de los actores destacados del ecosistema cuántico catalán.

La cuántica se abre paso en Catalunya para convertirla en referente internacional

El ecosistema catalán vinculado a la cuántica crece en actores y en relevancia internacional, orbitando especialmente alrededor del ICFO y del que será el anillo de comunicación cuántica metropolitano, que garantizará comunicaciones digitales potentes a la par que seguras

El futuro será cuántico, o no será, y Catalunya está llamada a desempeñar un papel en este futuro. El ecosistema catalán vinculados a las tecnologías cuánticas se está robusteciendo, con el Instituto de Ciències Fotòniques (ICFO) y su anilla de comunicaciones cuánticas en el centro, y con startups e iniciativas surgidas de este ecosistema que están adquiriendo relevancia internacional, como LuxQuanta, Qilimanjaro y Quside.

Pero, ¿qué es la cuántica y cómo puede afectar a nuestra cotidianidad? Las innovaciones en este campo están esbozando beneficios como la mejora de la detección de enfermedades; comunicaciones ultraseguras mediante la criptografía cuántica; el diseño de moléculas para la síntesis de nuevos fármacos; sensores cuánticos extremadamente sensibles, y un sinfín de aplicaciones que incluso están por descubrir.

“Cuando oye hablar de la cuántica, a la mayoría de gente le parece ciencia ficción. Sin embargo, es una de las tecnologías que más impactarán en el futuro en nuestras vidas”, destaca Vanesa Diaz, ceo de LuxQuanta, spin-off del ICFO puntera a nivel mundial en el desarrollo de sistemas de criptografía cuántica.

La ceo de LuxQuanta, Vanesa Diaz.
La ceo de LuxQuanta, Vanesa Diaz, pone en valor el ecosistema cuántico catalán.

“Es más, junto a la IA, la cuántica es una de las tecnologías que está recibiendo más atención de forma global a todos los niveles”, remarca Diaz. Tanto es así que se estima que su impacto económico a escala mundial se multiplicará por diez durante la próxima década, alcanzando al menos 100.000 millones de euros en 2030.

El ecosistema catalán de tecnologías cuánticas, en fase de desarrollo, está integrado por centros de investigación, empresas de telecomunicaciones y startups como LuxQuanta. “Hay muchísima capacidad en cuántica en Catalunya, con entidades muy potentes que están trabajando muy duro y que la convertirán en referente, estoy convencida”, garantiza la ceo de la startup, que opera desde el Parc Mediterrani de la Tecnologia de Castelldefels, donde también se ubica el ICFO.

Uno de los proyectos que despuntan en este campo en Catalunya es el Barcelona Quantum Ring: un anillo de comunicación cuántica para el entorno metropolitano. El proyecto, que cuenta con la participación del ICFO, la Generalitat y empresas del ámbito, desplegará enlaces terrestres de comunicaciones con seguridad protegida con claves cuánticas a partir de la infraestructura ya existente de fibra óptica del entorno barcelonés, conectando también el ICFO, el Centre de Telecomunicacions i Tecnologies de la Informació (CTTI) de la Generalitat y la Torre de Collserola.

El anillo de comunicaciones cuánticas de Barcelona.
El Barcelona Quantum Ring despliega enlaces de comunicaciones protegida con claves cuánticas en el entorno metropolitano.

Este anillo de comunicaciones se está construyendo para preparar el entorno metropolitano ante el desarrollo gradual de la red paneuropea de la Internet cuántica, la European Quantum Communication Infrastructure, que se pondrá en marcha durante los próximos años. “Este proyecto nos acerca a lo que será un cambio de paradigma a nivel tecnológico, y nos posiciona como territorio pionero en Europa, lo que será fundamental a nivel reputacional y también para atraer negocio y talento”, defiende Diaz.

“El Barcelona Quantum Ring va a ser una red de uso compartido que ejercerá de banco de pruebas en el ámbito de las tecnologías cuánticas. Todas las redes de comunicación van hacia ahí: el futuro de las redes es comunicarse con qbits”. Estos qbits sustituirán a los bits clásicos de ceros y unos, y darán lugar a nuevas posibilidades lógicas y a cálculos más complejos que supondrán una revolución.

El ecosistema catalán de tecnologías cuánticas, en fase de desarrollo, está integrado por centros de investigación, empresas de telecomunicaciones y startups

Esta revolución desembocará en sensores de una sensibilidad extraordinaria y en ordenadores de una gran potencia, como el superordenador MareNostrum 5 del Barcelona Supercomputing Center, que integra computación cuántica. La potencia y la capacidad de estos ordenadores generan múltiples oportunidades, pero también entrañan riesgos, como la garantía de la seguridad de las comunicaciones digitales.

Y es que, a medida que avance la computación cuántica, los sistemas de ciberseguridad actuales serán insuficientes, ya que las nuevas capacidades de los ordenadores podrán superarlos. LuxQuanta nació en 2021 precisamente para hacer frente a este riesgo: “Es combatir el fuego con fuego: la cuántica con más cuántica”.

Aparato de LuxQuanta
LuxQuanta está especializada en la criptografía cuántica para garantizar la seguridad de las comunicaciones digitales.

Así, esta spin-off del ICFO se centra en garantizar comunicaciones ultra-seguras mediante un sistema de encriptación cuántica que se integra en las redes ópticas ya existentes, mediante la instalación de máquinas de LuxQuanta en ambos extremos de la comunicación. La startup, que ha sido seleccionada este año por el programa de financiación European Innovation Council Accelerator, trabaja así para “proteger las comunicaciones de todo el mundo con una tecnología extremadamente puntera”, como describe su ceo.

La apuesta europea de este actor del ecosistema cuántico catalán se suma al que obtuvo otra de las principales empresas de este ámbito en Catalunya, Qilimanjaro, que fue premiada como la mejor startup del 4YFN en el marco del Mobile World Congress de este año. Además, otra spin-off del ICFO, Quside, fue uno de los proyectos seleccionados por el mismo programa europeo que este año ha apostado por LuxQuanta. Estos reconocimientos internacionales a iniciativas catalanas contribuyen a reforzar el posicionamiento del ecosistema cuántico catalán, y certifican que Catalunya está preparada y determinada a formar parte de un futuro que estará marcado por la revolución cuántica.