Nuevo espacio Casa Batlló
Nuevo espacio inmersivo en la Casa Batlló.

La familia Bernat invierte 30 millones en remodelar la Casa Batlló

Uno de los negocios culturales más rentables de la ciudad reabre después de meses cerrado con una nueva propuesta cultural, que sumerge a los visitantes en salas inmersivas que quieren reproducir la manera de pensar y sentir de Gaudí

El visitante que entre en la Casa Batlló a partir de este viernes se encontrará con un recorrido completamente nuevo para descubrir esta obra de Antoni Gaudí. La familia Bernat, propietaria del edificio modernista, ha invertido 30 millones de euros en reformar buena parte del edificio, en unas obras que empezaron en 2017 y que han permitido la recuperación de los estucos originales de la planta noble o la restauración de su fachada principal. La remodelación también ha supuesto incorporar 2.000 metros cuadrados nuevos en el recorrido, con experiencias inmersivas para despertar los sentidos de todos los usuarios.

A partir de ahora, la ruta por la Casa Batlló se inicia en la planta baja, donde antes se situaban las antiguas carboneras. Bajando por una escala oscura, que quiere recordar el antiguo uso de esta zona, se va a parar a la primera sala inmersiva, que recrea las influencias que tuvo Gaudí cuando era niño. Con una cúpula de más de mil pantallas, diferentes sonidos e imágenes se entrelazan para transmitir las sensaciones que pudo sentir el artista, que está durmiendo en el centro. Una pasarela móvil acompaña a los visitantes por toda la sala.

Una vez se supera esta primera experiencia inmersiva, se entregan unos auriculares inteligentes que se adaptan a cada usuario. A través de la inteligencia artificial, la Casa Batlló ha ideado guías que ofrecen unos contenidos diferentes según cómo se comportan los visitantes, generando explicaciones más breves para aquellos que lo quieren ver todo en 40 minutos o más extensas para los que quieren pasarse tres horas.

En este momento, empieza la visita que se había hecho hasta ahora por el interior de la Casa Batlló. Se han añadido nuevos elementos como “cuadros mágicos” colgados en las paredes que explican con imágenes móviles la historia de Gaudí y los Batlló, pero también instalaciones efímeras, que reproducen por sorpresa cartas que se escriben solas o huellas que aparecen en las escaleras.

Para finalizar el recorrido, se tiene que pasar por otra sala inmersiva. Esta consiste en un cubo LED con seis caras que reproduce millones de documentos, planos, dibujos o manuscritos del artista en pocos minutos. Sin necesidad de gafas de realidad aumentada, la sala es una explosión de luces y música que quiere descifrar la manera que tenía Gaudí de pensar. Para apelar también al sentido del gusto, antes de entrar, hay que probar una “flor eléctrica”, popularmente conocida como acmella oleracea, que no deja indiferente a ningún paladar.

A pesar de que los más escépticos pueden ver en estos añadidos una distracción a la obra original de Gaudí, el director general de la Casa Batlló, Gary Gautier, asegura que no se quiere “tapar” su legado, sino aumentarlo y hacerlo accesible para todo el mundo. “La cultura ha quedado atesorada entre libros y museos que cada día se distancian más de los hábitos de consumo de nuestra sociedad. Todo lo que hacemos desafía el statu quo y creemos que todo se puede hacer de manera diferente. Retamos al statu quo creando una experiencia sorprendente y emocionante, divertida para todas las edades”, expone.

Sala que recrea la infancia de Gaudí en Casa Batlló
Sala que recrea la infancia de Gaudí.

Agotadas las entradas para los dos primeros fines de semana

El retorno de la Casa Batlló empezará abriendo los viernes, sábados y domingos, con un aforo del 30%, explica Gautier. Esta programación, con 140 visitas por día, está prevista hasta junio, a la espera de ver cómo evoluciona la situación epidemiológica. De momento, las entradas para los dos primeros fines de semana ya se han agotado. El precio es de 35 euros, con una promoción de 2×1 para residentes en España. Gautier señala que esperan añadir más productos a su oferta en breve, como las Noches Mágicas, que incluyen la visita y un concierto en la terraza.

La Casa Batlló es una de las atracciones turísticas y negocios vinculados a la cultura más rentables de toda Barcelona. Antes de la pandemia, en el ejercicio de 2019, facturó un total de 28,3 millones de euros, con un beneficio de 12,6 millones, es decir, de cada cien euros que ingresó, 45 euros se convirtieron en ganancias para la empresa propietariaComo consecuencia de la pandemia, sin embargo, en 2020 Casa Batlló ha registrado pérdidas, al disminuir en un millón el número de visitantes. Para este año, esperan compensar costes con ingresos, y cerrar en equilibrio. El emblemático edificio del Passeig de Gràcia pertenece a los hermanos Bernat, ex propietarios del grupo Chupa Chups.

Asimismo, después del conflicto laboral con el personal de sala, la dirección ha decidido subcontratar a una nueva empresa, Specialisterne, que emplea a personas con Asperger o autismo. En un principio, se incorporará a 20 trabajadores, pero la intención es crecer más, a medida de que vayan abriendo más días.