Tras una inversión de 20 millones de euros, el grupo Hines está culminando la reforma de Diagonal Vertical, el icónico rascacielos ubicado en el número 407 de la avenida Diagonal y conocido como la Torre del Banco Sabadell, hasta que la entidad lo vendió en 2021 a la firma global de inversión y gestión inmobiliaria.
La reforma, a cargo del estudio de arquitectura Batlle i Roig y del estudio de interiorismo Buckley Gray Yeoman, ya está lista, y faltan los últimos detalles para que las empresas puedan empezar a instalarse en noviembre en el edificio, con rentas superiores a los 40 euros el metro cuadrado, cifra récord en el mercado de oficinas barcelonés.
Mientras ultima los retoques finales, el edificio ya empieza a atraer a los que serán sus futuros inquilinos. El propio Banco Sabadell ocupará cuatro plantas de la torre, incluyendo un nuevo hub de banca privada en la planta baja. Además de la entidad bancaria, la empresa internacional de seguros Sompo también se instalará en el edificio, según fuentes del mercado consultadas. La compañía, que emplea a más de 9.000 personas en 25 países, alquilará tres plantas del edificio, lo que equivale a unos 1.500 metros cuadrados.
El edificio suma 11.823 metros cuadrados distribuidos en 24 plantas que escalan hasta los 83 metros de altura, y acogerá así por primera vez a nuevas compañías desde su construcción en 1969: primero fue la sede del Banco Atlántico, que fue adquirido en 2004 por el Banco Sabadell. La operación conllevó también el cambio de nombre de la emblemática torre de la Diagonal, ubicada en el cruce con la calle Balmes y diseñada por Santiago Balcells y Francesc Mitjans.
Así, tras 55 años como sede de la entidad bancaria en exclusiva, el inmueble abre una nueva etapa en la que alojará a otras empresas, que contarán con servicios de última generación, como una app propia para los usuarios, un sky lobby con recepción, salas de reuniones, un gimnasio exclusivo para inquilinos y dos terrazas verdes: una en la tercera planta y otra en la azotea, con vistas panorámicas sobre la ciudad. Pese a renovar su interior, el edificio mantendrá su característica fachada de cristal, que se recubrirá de vidrios fotovoltaicos y de vegetación con especies autóctonas.
Por su ubicación y con la reforma, el edificio se posiciona como un “enclave ideal para las compañías”, ha defendido Vanessa Gelado, responsable de Hines en España. Según Gelado, será “un edificio único adaptado a las necesidades del futuro de las oficinas”, en una Barcelona que sumará más de 115.000 metros cuadrados de oficinas nuevos este año.