9 AM
Al igual que no existen dos panes iguales, no existen dos hoteles iguales”. Son palabras de Anna Bellsolà, la propietaria de la panadería Baluard, integrada dentro del hotel Praktik en Barcelona, el hotel que casi se puede decir que llegó con una baguette bajo el brazo a la ciudad. Al despertar, sus habitaciones, diseñadas por Lázaro Rosa-Violán, son minimalistas y en su interior se combina a la perfección madera, baldosas y un blanco neutral que invita a quedarse dormido, lo más normal es sentirse con ganas de comerse el mundo, literal, ya que este hotel cuenta con una ventaja sobre el resto: el hecho de despertarse con olor a pan recién hecho. La tendencia de maridar alojamiento y gastronomía envejece bien y adquiere nuevos matices, como el olor a pan recién horneado. Son las 9am y estamos en la antesala de uno de los desayunos más caseros de la ciudad donde se pueden volver a encontrar esos croissants de masa suave y corteza crujiente, como los de antes, como los de siempre, y junto a un café con leche, comenzamos el día de la forma más dulce posible para poner rumbo a nuestra siguiente parada.
10 AM
Menos de 20 minutos caminando separan nuestro desayuno, lo suficiente para digerirlo, de uno de los santuarios urbanos más fotogénicos de Barcelona, el spa del hotel Yurbban Passage. Al cruzar el umbral de este edificio de raíces textiles convertido en hotel y situado encima de un pasaje transitado por comerciantes, vecinos y viajeros, se puede sentir cómo la vida de la ciudad queda atrás y nosotros avanzamos hacia un onírico mundo de sensaciones donde priman el bienestar y el lujo. Son las 10 de la mañana y tenemos una cita reservada en su spa, el primero vegano de Barcelona. Su interior es más bien oscuro aunque estratégicamente iluminado. Se habla bajito, se respira con calma y se camina despacio. Signature Organic Spa es un espacio donde puede, y se debe, disfrutar del silencio, y exprimir al máximo la maltrecha conexión entre cuerpo y mente. En este spa se puede disfrutar de los circuitos de agua que finalizan con un relajante baño en la zona de aguas y se puede optar por cualquier otro tratamiento. Los productos que utilizan para todos ellos son orgánicos y veganos, porque aquí, la práctica del slow beauty se predica con el ejemplo.
12 H
Relajados y armoniosos nos dirigimos hacia el hotel Alma en un recorrido de 15 minutos que, tras la sesión de spa, casi se puede decir que se recorren flotando en vez de caminando. Y como no hay nada imposible, o casi, en un hotel, el Alma nos presenta una deliciosa propuesta de desayuno para llevar por si alguien se quedó con hambre esta mañana. Pensada para huéspedes con prisas que no pueden disfrutar de un desayuno en condiciones dentro del hotel, también se puede comprar para llevar. Este take away está repleto de productos delicatesen como bollería francesa, mini baguettes de cereales y jamón ibérico, una chocolatina 70% cacao o café, además de un surtido de quesos catalanes artesanos o fruta fresca de temporada. Es el llamado The Good Box, el take away del famosísimo desayuno (catalogado como uno de los mejores de España) del hotel Alma.
1 PM
En la misma azotea que 120 años atrás acogió el primer estudio de un joven Picasso, se ubica actualmente El Sueño, dentro del magnífico Hotel The Serras, un elegante hotel boutique, que cuenta con tan solo 30 habitaciones y un marcado estilo neoyorkino. Y aquí, en esta terraza que mantiene las mismas vistas al Mediterráneo y al Puerto de Barcelona que sirvieron de inspiración al artista malagueño, podemos dedicar un tiempo de placentero trabajo ahora que el mundo es más virtual que nunca. Eso sí, lo ideal es acompañar la reunión tomando un cóctel de autor, una copa de vino o alguna de las especialidades gastronómicas del chef con estrella Michelin, Marc Gascons (1 estrella Michelin) y hacerlo junto a la chimenea en pleno invierno, pero disfrutando del aire libre. El espacio es una nueva necesidad en la que trabajar así, y aquí, es otra historia.
2 PM
Una de las necesidades que están aflorando dadas las circunstancias que estamos atravesando es la de sentirse cómodo, seguro, un poco como en casa, pero mejor, claro. ¿Y eso es posible? Pues hay que decir que en el hotel Casa Bonay están poniendo toda la carne en asador (literalmente) para conseguirlo. Así nace Bodega Bonay, un templo del vino natural y del producto de calidad, un lugar donde las estridencias se quedan en la puerta, porque aquí lo que prima es, sobre todo, la sencillez. Ha sido a lo largo de estos meses, y junto el sommelier de la casa David Amat, cuando en la propiedad se han dado cuenta de que no querían un restaurante como tal, sino una bodega. Y con Giacomo Hassan, chef del hotel, al mando, han puesto en marcha un proyecto gastronómico que favorece a los productores más cercanos, adaptando la carta en base al producto que se puede encontrar en elEixample y en el resto de Barcelona. Y eso sí, para algún corte de carne se han desplazado hasta León, pero aseguran que no mucho más lejos. El resultado son deliciosos platos como puerros al pesto, tatin de alcachofa, farcellets de pintada y foie o albóndigas al curry. Casa Bonay una vez demostrando que cuando se quiere, se puede.
4 PM
Estamos ahora ante uno de los grandes secretos a voces que encierran algunos de los históricos edificios de Barcelona, entre ellos el Hotel Astoria. Este hotel boutique puede enorgullecerse de poseer dos excelente colecciones de arte que bien merecen una visita: la de cartelismo de principios del siglo XX (con artistas modernistas y de art nouveau con una temática claramente publicitaria. Amantes de Mad Men, esto es para vosotros) y la sala-museo dedicada al artista Ricard Opisso, aprendiz de Gaudí. En esta última se puede realizar un recorrido por toda una vida a través de más de un centenar de obras del ilustrador, asiduo visitante de la taberna de artistas y bohemios Els Quatre Gats, en Barcelona, en la que, por ejemplo, coincidió con Picasso. Sus obras representan una crónica realista de la vida del artista y de la vida cultural especialmente catalana, española y francesa de la primera mitad del siglo XX. Imprescindible.
7 PM
Ya iba siendo hora de ver el mar, y de hacerlo, nada menos, que desde las entrañas del Hotel Arts y con una copa en la mano y no una cualquiera, sino una de las creaciones del mixologist del hotel Diego Baud. Y aquí estamos, en P41 Bar, una de las más nuevas coctelerías de Barcelona, un espacio repleto de sofisticación y elegancia donde todo parece maridar.
Y como tenemos muchas ganas de viajar, pero de momento es complicado hacerlo, nada mejor que embarcarnos en una propuesta de viaje líquido que bebe de Barcelona y potencia sus sabores hacia New York o Tokyo, pasando por Londres, Oporto o Chicago. Nuestro viaje combina colores, luces, ingredientes y sabores de todo el mundo. Creaciones únicas que suponen toda una experiencia y que cuentan con una presentación extraordinaria, muy elaborada, y, por qué no decirlo, bastante memorable. Es el ritual del aperitivo antes de comenzar la cena, un encuentro que si bien se ha perdido un poco, deberíamos tratar de recuperar. Este viaje único a través de la coctelería bien lo merece.
8 PM
Uno de los icónicos hoteles de Barcelona, el Majestic, acaba de rediseñar su paquete incluyendo una sabrosa novedad en su una propuesta de alojamiento, desayuno y cena para dos, con un menú especial en el que la trufa cobra, y qué alegría, un delicioso protagonismo. Cuando Dickens pronunció aquello de “era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos”, probablemente no imaginaba por lo que la humanidad tendría que pasar dos siglos después, aunque tal y como se extrae de los textos del autor británico, no todo es tan malo. Damos fe. Los barceloneses podemos hoy disfrutar de nuestra propia ciudad y de nuestros hoteles, y hacerlo además a precios razonables degustando platos platos como el huevo a baja temperatura con parmentier o el canelón de pollo asado en su jugo y trufa. Tras la cena, servida en el restaurante del hotel de 7 a 9:30 de la noche, el nirvana nos espera en cualquiera de las lujosas habitaciones de un hotel que en su tiempo recibió a Ernest Hemingway y Antonio Machado, y tras una reforma de cinco años ejecutada por el interiorista Antonio Obrador, ha retomado su lugar en la iconografía de la ciudad. Y ahora toca que nosotros lo disfrutemos.