El Smart City Expo World Congress calienta motores para otra edición de récord, con un crecimiento de la superficie en línea con el que está registrando el sector de las ciudades inteligentes. Desde el martes 5 de noviembre hasta el jueves 7 de noviembre, el salón, organizado por Fira de Barcelona, contará con 1.100 expositores, 600 ponentes y 850 ciudades representadas. Con una asistencia previa de 25.000 congresistas, la feria pasará a ocupar los pabellones 2 y 3 del recinto ferial de Gran Via, los más grandes, con un espacio de 1.000 metros cuadrados dedicado exclusivamente a startups.
Parte del crecimiento responde al regreso de las ciudades chinas, pioneras en smart cities, con kioscos en los que resolver trámites con la administración en pocos minutos. La pandemia paralizó su participación en las ferias y congresos, y ha costado volverlas a atraer. Con nueve eventos paralelos repartidos por todo el mundo, en mercados como Estados Unidos, Brasil o China, el Smart City Expo se prepara ahora para juntarlos a todos en la capital catalana. “Aquí el evento es global. En Barcelona nos reunimos todos para aprender los unos de los otros“, resume su director, Ugo Valenti. Después de la ausencia el año pasado, tras el ataque de Hamás y la invasión de Gaza, Israel volverá a tener presencia en la feria.
— Encaráis otra edición de récord.
— Crecemos un 30% de zona expositiva. Se debe a que el sector en sí está creciendo. Cada vez más ciudades implementan soluciones inteligentes, por lo que cada vez hay más empresas y organizaciones que se dedican a esto. Pongo un ejemplo práctico. Antes, venían los alcaldes, pero ahora no solo vienen ellos, sino que vienen acompañados de diferentes miembros de sus equipos de gobierno para entender qué soluciones pueden implementar en sus ciudades. Luego, crecemos porque tanto las empresas que ya participaban incrementan sus estands para presentar más soluciones como también hay nuevas compañías que vienen por primera vez. No hay mucho secreto, lo que hacemos es acompañar al sector.
— Una de las grandes ausentes de años pasados ha sido China.
— Exacto. En 2021 los congresistas y empresas chinas dejaron de venir por la pandemia, pero, mientras que el resto del mundo en 2022 ya empezaba a sacar la cabeza, China no lo hizo. No fue hasta 2023 que empezaron a hacerlo y ahora ya vuelven casi al nivel prepandemia. Sin duda, vuelven a venir con fuerza. Además, hace poco estuvimos haciendo el Smart City Expo en China y aluciné porque vuelven a estar a un nivel muy potente de implementación.
— Pónganos algún ejemplo.
— Es impresionante lo que están haciendo en soluciones para facilitar la vida a los ciudadanos, utilizan la inteligencia artificial muchísimo. Tienen kioscos por todas las ciudades en los que cualquiera puede interactuar con la administración y solventar cualquier trámite, desde que te has comprado una casa o un coche hasta que tienes que actualizar el carnet o tienes que pagar una multa. Todo lo resuelves en un minuto.
“Uno de los problemas de las ciudades chinas, pero también de las estadounidenses, es que necesitan siempre el coche. En Europa tenemos la suerte de que en nuestras ciudades se puede caminar por la calle y pasear”
— ¿Qué más le llamó la atención?
— La cantidad de vehículos eléctricos que hay en la calle, de muy buena calidad y fabricados en China, de marcas como BYD, Geely o NIO, pero también los Tesla, Mercedes, Volkswagen… Ya hay más coches eléctricos que coches de combustión en China. Es alucinante. En Shanghái, si vas con una matrícula azul, significa que tu coche es eléctrico y, si vas con una matrícula verde, es de combustión. Pues, ya ves más matrículas azules que verdes. En China, cuando tú compras un coche eléctrico, tienes ventajas fiscales y facilidad para comprarlo muy rápido, mientras que, cuando compras uno de combustión, pagas muchos impuestos y tardas un tiempo en tenerlo. Se junta una industria de vehículo eléctrico brutal y muy desarrollada con que el gobierno les apoya muchísimo. También hay que decir que existía un problema real, y sigue existiendo, de calidad del aire en las ciudades. Con el coche eléctrico, lo van solventando, pero es una parte de la solución, no la solución única.
— ¿Qué pueden aprender de ciudades como Barcelona?
— Muchas cosas. Uno de los problemas de las ciudades chinas, y no solo chinas, también de las estadounidenses, es que necesitan el coche porque las distancias son muy grandes. En Europa tenemos la suerte de que en nuestras ciudades se puede caminar por la calle y pasear, ir a la compra, ir al trabajo… Creo ellos tienen que aprender de nosotros cómo hacer que este tipo de ciudades sean más alcanzables a escala humana. Aquí el evento es global. En Barcelona, nos reunimos todos para aprender los unos de los otros y mira a Nueva York que ha aplicado conceptos que hemos hecho aquí como la supermanzana en Times Square, con terreno que le han ganado a los coches para que sea un espacio vecinal y turístico. Ha revitalizado la zona y es maravilloso.

— Más allá de las chinas, ¿qué otras ciudades son punteras en el campo de las smart cities?
— Depende de los ámbitos. Las ciudades de todo el norte de Europa son absolutamente punteras en eficiencia energética. Son las que están más cerca de llegar a la neutralidad de emisiones de CO2. Asimismo, en Estados Unidos, hay un trabajo muy fuerte a nivel privado pero también con la ayuda de las ciudades para hacer llegar la innovación a las calles. En San Francisco, los taxis autónomos circulan por la ciudad con absoluta normalidad y no es una prueba, está funcionando de manera completamente normalizada. Luego, en Corea, están implementando muchísimas soluciones tecnológicas para mejorar la movilidad, pero también se centran en cuidar a los mayores de 65 años, les ayudan a entender la tecnología e interactuar con ella.
— Este año, por primera vez, habrá un espacio dedicado exclusivamente a startups, con 1.000 metros cuadrados.
— Para las startups siempre había habido espacios porque son una parte muy importante del ecosistema de innovación. Este año crecen en espacio, pero también hemos creado un programa específico para inversores que puedan invertir en esas startups. Estamos haciendo que haya un matching real con inversores dispuestos a invertir. También ayudamos a que estas ciudades puedan tener espacios y recursos para que se puedan implementar los pilotos. Es decir, tú puedes tener una farola que tiene luz led, que está alimentada por placas solares y que encima tiene wifi, pero no sirve de nada si luego no te la dejan instalar y probarla. Nosotros estamos ayudando y provocando este ecosistema de intercambio y de implementación de experiencias. Esto va a crecer muchísimo en el futuro.