Alberto Espinós, fundador y consejero delegado de Tropicfeel. ©TheNBP

Tropicfeel crecerá con la apertura de tiendas físicas a partir de 2023

La startup barcelonesa de zapatillas, mochilas y ropa para viajeros responsables prevé facturar un 80% más este año, hasta alcanzar los 22 millones de euros. Tras dar entrada al fondo Bolsa Social, la compañía con sede en el 22@ prepara una nueva ronda de financiación y entrará en nuevos canales y categorías de producto.

En el mundo del vino son habituales las ventas a la avanzada, es decir, pagar hoy por unas botellas que tardarán todavía muchos meses o años en salir de la bodega. Se lo pueden permitir las grandes marcas y aquellos vinos de alta calidad y producción muy limitada. Aplicar este modelo al sector de las zapatillas es algo totalmente singular y más si quien intenta vender a la avanzada es una incipiente startup sin marca y sin producto demostrado en el mercado.

Es así como nació Tropicfeel, una compañía barcelonesa fundada por el emprendedor Alberto Espinós que en 2018 logró vender a la avanzada 35.000 pares de zapatillas en 50 días. Los encargos, 100% online, los realizaron 26.284 compradores de 140 países que se enamoraron de un prototipo de zapatilla muy funcional, específicamente diseñada para viajeros mochileros, y que conectaron con una filosofía de empresa concienciada con el medio ambiente y el turismo sostenible.

Con esta venta, realizada a través de la plataforma Kickstarter, se recaudaron 2,1 millones de euros, importe que se destinó a fabricar los zapatos encargados y a poner en marcha la empresa. Este sistema de preventa a través de Kickstarter se repitió hasta en cinco ocasiones, permitiendo a Tropicfeel dotarse de la musculatura suficiente para adoptar un modelo de venta convencional a través de una tienda online propia con la que ya ha logrado vender más de 500.000 pares de zapatillas. Tropicfeel, además, ha diversificado su catálogo para convertirse en una marca global de artículos de viaje sostenibles y ahora también comercializa mochilas —caracterizadas por tener mil y un bolsillos y departamentos—, camisetas, chalecos y chaquetas técnicas. “No queremos ser solo una marca de calzado, queremos vestir al viajero de pies a la cabeza”, afirma Alberto Espinós (Barcelona, 1993), fundador y consejero delegado de Tropicfeel.

“Fue durante un viaje al sudeste asiático cuando sentí la necesidad de crear una empresa que vendiera productos específicamente diseñados para viajar, muy funcionales. Además, estando en Thailandia me di cuenta del fuerte impacto que genera el turismo de masas y de como se destruyen ecosistemas idílicos, por eso, decidí crear Tropicfeel con el firme propósito de impulsar un movimiento global que contribuya a que todos viajemos de forma más sostenible y responsable“. Así explica Espinós la génesis de la empresa, que fundó en 2017 tras la experiencia que había adquirido trabajando en la plataforma de microfinanciación Crowdcube, donde se dio cuenta “del poder de la comunidad para sacar adelante proyectos”. Su gusanillo emprendedor ya se había despertado mucho antes:  cuando estudiaba Administración y Dirección de Empresa en el IQS ya fue uno de los impulsores de uno club de emprendedores surgidos en esta universidad.

Cuatro años después de esa exitosa primera venta a través de Kickstarter, Tropicfeel se ha convertido en una compañía que en 2021 facturó 12 millones de euros y que este año se ha marcado el objetivo de alcanzar los 22 millones, cifra que supondrá un crecimiento superior al 80%, según explica Espinós. Destaca que el 23% de las ventas de la startup con sede en el 22@ se generan en Estados Unidos. El segundo principal mercado es Reino Unido (12%), seguido de Alemania (12%) y España (10%), aunque se reciben regularmente pedidos de unos sesenta países.

En una conversación con The New Barcelona Post, el emprendedor avanza la intención de Tropicfeel de potenciar el conocimiento de su marca y explorar nuevos canales con la apertura de tiendas físicas. El objetivo es abrir la primera tienda Tropicfeel Store en Barcelona en 2023 e inaugurar a finales del próximo año un segundo establecimiento en una ciudad del norte de Europa. Serán dos puntos de venta piloto que permitirán a la empresa analizar un futuro plan de crecimiento basado en el canal offline. La marca estudia también dar el salto al segmento de las tiendas multimarca de terceros, algo que actualmente ya realiza online a estar presente en algunos marketplace.  “Abriremos nuevos canales que nos permitirán crecer a un ritmo anual de entre el 80% y 100%”, afirma Espinós. Cada vez son más las marcas nativas digitales que dan este paso y se deciden a abrir tiendas físicas; la también catalana Freshly Cosmetics es un buen ejemplo.

Alberto Espinós estudió ADE en el IQS y trabajó en Crowdcube.

 

Actualmente, el 95% de las ventas de Tropicfeel proceden de su propia web y el 5% de tiendas online de terceros. La marca comercializa ahora ocho modelos de zapatillas —con un precio de alrededor de cien euros— que generan aproximadamente el 65% de los ingresos. Antes de fin de año,  lanzará dos nuevos modelos y entre sus planes también figura ampliar la división de ropa técnica y de equipaje con el lanzamiento de pantalones y maletas con ruedas, respectivamente. “Queremos consolidar el calzado y ganar profundidad en el surtido de ropa técnica, pero tenemos aún muchísimo recorrido con la venta de mochilas: prevemos cuadruplicar hasta 2024 el número de unidades comercializadas”, subraya el consejero delegado.

Tropicfeel cuenta con un equipo de diseño propio en su sede del Poblenou, donde ahora trabaja un equipo de 43 personas que se prevé que crezca en paralelo al incremento de la facturación. “Nuestra filosofía se basa en la cocreación con nuestros clientes, a quienes damos la oportunidad de diseñar con nosotros los nuevos modelos”, explica Espinós, quien añade que detrás de un lanzamiento hay casi 500 días de desarrollo e interacción con sus usuarios.

Albert Espinós: “Nuestra filosofía se basa en la cocreación con nuestros clientes, a quienes damos la oportunidad de diseñar con nosotros los nuevos modelos”

La empresa no tiene fábricas propias y externaliza el 100% de la producción a fabricantes ubicados en China y Vietnam —para el calzado y las mochilas— y en Portugal, en el caso de la ropa. “Tenemos una trazabilidad total del proceso de producción; nuestros proveedores deben cumplir con nuestro código de conducta y pasar auditorías”, asegura el fundador. Según Espinós, en la producción se busca “un balance perfecto” entre la funcionalidad de la prenda y el menor impacto ambiental, apostando por el uso de materiales sostenibles como el algodón orgánico y el nylon reciclado.

Nueva ronda de financiación a la vista

Hasta 2020, Tropicfeel creció financiándose con los recursos que le avanzaban sus clientes con el modelo de preventa, que le permitió captar más de ocho millones. En 2020, para acelerar su desarrollo, poder invertir en márketing y entrar en nuevas categorías de producto, la startup lanzó su primera ronda de financiación en forma de capital, consiguiendo un millón de euros de inversores privados y de Crowdcube. En 2021, se abrió una segunda ronda de dos millones liderada por el fondo madrileño de impacto social Bolsa Social. Ahora, según Espinós, para financiar este crecimiento anual del 80% y conducir la empresa a la rentabilidad, se está preparando una nueva ronda que se ejecutará a finales de año y con la que quieren levantar un importe similar.

La marca de artículos de viaje sostenibles acaba de lanzar Nothing Included, una campaña publicitaria en las redes sociales y con el apoyo de varios influyentes para acelerar su propósito de cambiar la forma en la que viajamos. “Estoy convencido de que viajar es una fuerza de cambio que nos hace mejores personas. En este 2022 en que vuelven con fuerza los viajes, debemos explicar que la forma como viajamos importa y que el turismo de masas y la cultura del todo incluido genera un impacto muy negativo para los ecosistemas y las comunidades locales. Por eso, queremos contribuir a concienciar a la sociedad con Nothing Included“, explica Alberto Espinós. La campaña ha sido creada por la agencia barcelonesa FCK (antes denominada Full Circle Karma), perteneciente al grupo Jungle21.

El emprendedor, durante la presentación de la campaña la semana pasada en Soho House. ©TheNBP