¿Se imaginan trabajando en el centro de Barcelona y pagando 10 euros la hora en un despacho de los 500 metros cuadrados de oficina que Hard Rock Café tiene en el edificio que ocupa en la Plaça Catalunya o en la undécima planta de la Torre Urquinaona, en el chaflán de la Ronda Sant Pere con la Plaza Urquinaona? Pues nada más fácil que alquilarlo por medio de Tribuapp, una startup que gestiona espacios de trabajo flexible.
La pandemia y la irrupción del teletrabajo son la razón de ser de este proyecto que han sacado adelante dos jóvenes emprendedores, Oriol Torremadé y Rafael Castilla, después de unos primeros pasos en el sector inmobiliario trabajando en Brickbro. “Somos un modelo de negocio de prop tech que, a diferencia del sector inmobiliario en general, no somos intensivos en capital”, explica Torremadé, porque sólo gestionan los espacios de trabajo que empresas o particulares quieren arrendar a terceros.
Se dieron cuenta, dicen, que la oferta de los coworking era excesivamente cara y no estaba ubicada en las zonas más céntricas de las grandes ciudades y decidieron “cambiar el paradigma de este segmento de actividad”, poniendo al alcance de empresas, autónomos y profesionales liberales “un espacio de trabajo decente, práctico, flexible, bien ubicado y muy rápido de reservar, a la vez que económico”. Sin embargo, no les gustan los calificativos y rehúyen que se les trate como un coworking low cost, porque “somos más que eso”, enfatiza Rafael Castilla y dice que ofrecen “zonas con oportunidades para crear conocimiento en un entorno profesional”.
El cofundador de Tribuapp argumenta que los 18 espacios de oficinas en Barcelona y los ocho de Madrid, con 3.500 metros cuadrados de superficie y unas 700 posiciones de trabajo, tienen una media de ocupación del 90% “porque damos valor añadido a un usuario que nos encuentra a sólo 10 minutos del punto donde esté a la hora de realizar la reserva”.
El alquiler puede ser por horas o por plazos más estables, pero “siempre a precios asequibles”, dice Rafael Castilla y explica, como anécdota, que para fijar las tarifas preguntaron a los usuarios de sitios como la cadena Starbucks, “punto de trabajo de muchos empleados nómadas” qué consumían por estar ocho horas y “confirmaron que sólo un café”. Por tanto, “la suscripción mensual más accesible todo incluido de Tribuapp cuesta 74 euros”, dice risueño.
Por su parte, el arrendador tiene garantizado que Tribuapp se encarga de adecuar las instalaciones y ponerlas al día y mantenerlas. “Somos una alternativa más segura para particulares que no quieren sacar a alquiler una propiedad que tienen en desuso pero que sí quieren percibir una rentabilidad”, explica Oriol Torremadé. Por eso, la empresa también busca propiedades verticales, que le permitan tener una oferta agrupada. Un ejemplo se encuentra en el número 190 de la Calle Pau Claris, de Barcelona, donde ya disponen de 1.000 metros cuadrados repartidos en tres plantas.
Dos años después de su creación en plena pandemia, en julio de 2020, acaban de abrir una nueva división del negocio: la gestión de los espacios de trabajo que muchas empresas o despachos tienen desempleados porque están aplicando la fórmula del teletrabajo completo o híbrido para algunos de sus trabajadores, “y las instalaciones se les están quedando grandes, con el coste que esto supone, pero al mismo tiempo no quieren trasladarse para no perder una ubicación céntrica”, expone Oriol Torremadé.
La plataforma da la oportunidad a estas empresas de alquilar estos metros cuadrados vacíos generando nuevos ingresos para su negocio y evitando la necesidad de buscar otra oficina adaptada a la nueva realidad laboral. En este caso, a estos jóvenes emprendedores no les parece mal que se les atribuya el calificativo de “el Airbnb de las oficinas”, porque las empresas o particulares que entran a formar parte de Tribuapp tienen “nuevos ingresos sólo para dar un uso a aquello que no utilizan”, con contratos de una duración de cinco años.
La empresa cuenta con 3.500 metros cuadrados repartidos en 26 oficinas entre Barcelona y Madrid
Sin demasiada concreción, los cofundadores de la compañía apuntan a la necesidad de lanzar una nueva ronda de financiación en los próximos meses para el crecimiento en el resto de España, con el objetivo de entrar en Valencia, Málaga, Sevilla y Bilbao, por el momento, para alcanzar los 4.000 usuarios a finales de este año. Para sus inicios, estos emprendedores dispusieron de una inversión de 350.000 euros de capital privado y business angels internacionales.
La expansión irá acompañada del incremento de la plantilla en su sede en Barcelona, que pasará de 14 a 22 empleados, con nuevas posiciones de programadores, equipo de ventas y desarrolladores de negocio. “Queremos mejorar la plataforma para ser aún más eficientes con una gestión centralizada desde Barcelona”, aseguran.