Ante las elevadas cifras de abandono escolar en España, Cellnex ha decidido impulsar Youth Challenge, un programa que anima a jóvenes en riesgo de exclusión a continuar con sus estudios, poniendo en valor las potencialidades del sector de las telecomunicaciones en una empresa como la multinacional catalana. “Es una gran ayuda”, explica Andrés, uno de los beneficiarios de la segunda edición del programa y que, después de participar, continuará con sus estudios de Grado Medio en Instalaciones de Telecomunicaciones y luego irá a por el Grado Superior, con el objetivo de trabajar en la empresa cuando termine.
Motivar y acompañar a alumnos como Andrés, enseñarles conocimientos que les puedan servir en su futuro laboral, completar competencias curriculares y acercarles a la realidad del sector de las telecomunicaciones son algunas de las misiones que tienen los voluntarios de Cellnex durante las horas que dedican a este programa, que desde su creación en 2019 ha beneficiado a más de 600 estudiantes. Todo esto lo hacen a través de talleres y conferencias, así como encuentros entre coachs y alumnos, realizados en un formato virtual obligado por la pandemia. Cuando la situación se normalice, el programa se prevé que se complete con la posibilidad de visitar las instalaciones de Cellnex y realizar prácticas.
Desde su creación en 2019, este programa ha beneficiado a más de 600 estudiantes
Para Esperanza y Joan, dos de los voluntarios de Cellnex, Youth Challenge permite “mostrar una motivación” a estos jóvenes, enseñándoles qué hacen en la empresa y qué podrían hacer ellos si siguen estudiando. “A mí me hubiera gustado que en su día alguien lo hubiera hecho conmigo”, reconoce Joan. Tanto a él como a Esperanza les gusta participar en el programa para acompañar a unos estudiantes de los que aprenden otra manera de ver las cosas, más calmada que el ritmo cotidiano al que les ha acostumbrado el trabajo. También les sirve para conocer a otros compañeros de Cellnex con los que en su día a día no coinciden, mejorando su vinculación con la compañía.
La falta de referentes y un entorno familiar y social que les motive a continuar con sus estudios son uno de los principales problemas que afrontan estos jóvenes. Para Esperanza, el programa permite hacerles ver que “hay alguien que quiere que sigan estudiando” y enseñarles donde pueden estar si lo hacen. “Es bueno conocer las empresas donde puedes trabajar cuando estudias”, añade Joan.
La falta de referentes y un entorno familiar y social que les motive a continuar con sus estudios son uno de los principales problemas que afrontan estos jóvenes
Así lo constatan los participantes en Youth Challenge: el 97,4% ve útil el acompañamiento que ha recibido y manifiesta que gracias al proyecto tiene claro cuál será su siguiente paso en cuanto a formación y acceso al mundo laboral. También quedan satisfechos los voluntarios: el 87,8% cree que ha aportado conocimiento de la realidad laboral a los jóvenes y el 73,4% siente que su mentoría les ayudará a mejorar su futuro.
A quién está destinado
Youth Challenge está destinado a aquellos alumnos de institutos públicos de Formación Profesional, de la familia de Electricidad y Electrónica, que se encuentren en riesgo de abandono escolar prematuro en las ciudades de Barcelona, Madrid y Roma. En concreto, se dirige a los que están cursando el programa de formación e inserción (PFI); la FP Básica y la FP Grado Medio y Grado Superior en Telecomunicaciones. En un futuro próximo, Cellnex espera llegar a otros países de Europa.
El programa empezó en octubre de 2019 en el Instituto La Mercè del barrio de La Marina en Barcelona. Este curso se ha expandido a la Escola de Treball, también en Barcelona; el Instituto José Ramón Otero de Madrid, y el Istituto Tecnico Industriale Statale Galileo Galilei de Roma.
Está dirigido a aquellos alumnos de institutos públicos de Formación Profesional, de la familia de Electricidad y Electrónica, que se encuentren en riesgo de abandono escolar prematuro
Durante estas dos ediciones, unos 200 voluntarios de Cellnex han participado en el programa, ofreciendo unas setenta actividades, que, en la primera edición, se vieron reducidas por la pandemia y se tuvieron que adaptar al nuevo contexto, y, en la segunda, ya se han adaptado completamente al formato virtual. Todo esto suma un total de 4.329 horas de formación recibidas por los alumnos gracias a Youth Challenge.
Para desarrollar este programa, Cellnex ha impulsado alianzas con entidades expertas en educación y empleabilidad, como la Fundación United Way, experta en la implementación de proyectos sociales y voluntariado; la Fundación Exit, para la implementación de las actividades de coaching y mentoría de los jóvenes, y con la colaboración de los cuatro institutos de FP donde se ha desarrollado.
Unas cifras alarmantes
Cuando Cellnex arrancó este proyecto social y de voluntariado, en 2019, la tasa de abandono escolar se situaba en el 17,9% en España, frente al 10,5% de los países europeos. Un año más tarde, el abandono escolar se ha reducido al 16,0% en España, pero aún continúa estando muy por encima de la media europea.
Esta no es la única cifra alarmante que ha llevado a Cellnex a impulsar este programa. España también es líder en paro juvenil en Europa. En 2019, la cifra de paro entre los jóvenes se situó en un 32,6% frente al 14,9% de media europea. A marzo de 2021, el país sigue en el nivel más alto, con un 37,7%. Esta tasa también se mantiene demasiado alta en el segundo país donde Cellnex ha impulsado el proyecto, en Italia, con un 33%. Tras la crisis de la covid, las perspectivas a corto plazo no son muy halagüeñas.
En 2019, la cifra de paro entre los jóvenes españoles se situó en un 32,6% frente al 14,9% de media europea
Cellnex está convencida de que la solución a esta problemática está en la colaboración entre empresas y sector educativo, así como la alianza con entidades especializadas en educación, formación y empleabilidad. Es por ello por lo que la multinacional se compromete a invertir recursos económicos y humanos para revertir estas cifras con iniciativas como Youth Challenge, incidiendo especialmente en un sector como el de las telecomunicaciones, claramente en auge y con una demanda creciente de técnicos especialistas.
“Este proyecto es uno de los pilares fundamentales sobre los que se basará la futura Fundación Cellnex”, explican desde la compañía, añadiendo que “tanto la compañía como los empleados nos hemos comprometido a invertir recursos económicos y humanos para revertir estas cifras, convencidos de que la solución está en la colaboración empresa-sector educativo y la alianza con entidades especializadas en educación, formación y empleabilidad”.
La constitución de la Fundación Cellnex contribuirá a desarrollar un entorno más conectado y socialmente responsable, y supondrá una nueva herramienta dinámica al servicio de la sociedad. Gracias a ello, la empresa continuará promoviendo la inclusión de las personas en un entorno cada vez más conectado y tecnológico, con la voluntad de que nadie se quede atrás, atendiendo a un principio de equidad social e inclusión digital.