El circuito de motocross MX Golf Park, proyectado en el antiguo campo de golf de Sant Feliu de Codines y promovido por el piloto de enduro Marc Sans, fue el escenario elegido por la empresa Stark Future para poner a prueba y hacer el lanzamiento de los prototipos de su primera motocicleta eléctrica Stark Varg, un modelo de motocross.
Aquel evento, que contó con la participación de pilotos como Sébastien Tortelli y Josh Hill y que tuvo lugar a mediados de diciembre de 2021, fue el pistoletazo de salida de un negocio que proyectaron en Suecia, en 2019, Anton Wass y Paul Soucy —profesionales vinculados al motocross y a la industria de las motocicletas—, pero que radicaron desde el principio en Barcelona, en concreto en Viladecans, donde establecieron su sede central y su producción.
“Estamos en las puertas de una ciudad progresista y con visión de futuro: Barcelona”, explican fuentes de la compañía a The New Barcelona Post, al tiempo que valoran la posición de Catalunya, los pilotos y la afición en diversas modalidades deportivas. Los fundadores de la empresa contaron con el acompañamiento en el proyecto de la firma de inversión de capital de crecimiento Kichi Invest, con sede en Estocolmo, que apoya a empresas nórdicas que no cotizan en bolsa.
Ahora, seis meses después de la demostración en las pistas, los pedidos están disparados. El propósito de Stark Future era producir 5.000 unidades al año de la Stark Varg, pero “en 24 horas vendimos por nuestra plataforma cerca de 1.000 motos y ahora ya estamos en las 11.000”, exponen las citadas fuentes, que concretan que más adelante, los modelos se podrán adquirir en concesionarios especializados.
Traslado y ampliación en Sant Boi
Como las primeras unidades se quieren entregar durante el cuarto trimestre y llegar a 4.000 motocicletas vendidas a finales de este año, Stark Future debe trasladarse a unas nuevas instalaciones y ha alquilado una nave de 20.500 m2 situada en la plataforma Prologis Park de Sant Boi de Llobregat, en una operación gestionada por la consultora inmobiliaria Savills. El objetivo: llegar a una producción de 62.000 motocicletas de este modelo de motocross a partir de 2023. La inversión ronda los 20 millones de euros.
La Stark Varg es una motocicleta para profesionales pero también para aficionados porque “es muy versátil y divertida”, asegura la marca, destacando su “avanzada tecnología y gran potencia”. La motocicleta puede producir una potencia máxima de 80 CV y posee una autonomía similar a la de un modelo estándar de motocross de 450 cm3. Según fuentes del mercado, el precio de venta ronda los 12.000 euros.
Mientras las unidades llegan al usuario final, la marca está trabajando en el diseño de otros modelos de motocicletas eléctricas para dentro y fuera de la carretera, porque quiere ofrecer una gama completa de vehículos de tecnología eléctrica, pero utilizando materiales sostenibles y garantizando prestaciones de alto rendimiento, apuntan desde la marca.
La compañía cerró recientemente un contrato de suministro de piezas de material compuesto con Artificial, una empresa de Burgo de Osma (Soria) que hasta ahora fabricaba este tipo de producto para el sector aeronáutico. El chasis de la Sartk Varg está compuesto por una combinación de fibra de carbono, magnesio y aluminio de grado aeroespacial.
La marca quiere desarrollar una gama completa de vehículos eléctricos sostenibles y de alto rendimiento
Para el diseño y la producción en Barcelona, coordinados por el director de operaciones Andrés Espuelas, trabajan 40 personas, incluido el equipo de ventas para Europa, Estados Unidos y Australia –este último es uno de los países que más demanda ha generado—. Además hay un equipo de 20 personas trabajando para la marca en una empresa subsidiaria de Croacia, en la que se desarrollan los sistemas electrónicos. Stark Future también dispone de partners en Estados Unidos y Australia para la distribución logística de las motos.
El equipo de la empresa no deja de investigar y desarrollar soluciones técnicas para el rendimiento, la movilidad, la función, la energía de la batería y la sostenibilidad, según los responsables de Stark Future.
