Palau Güell
Escultura, pintura y videoarte son los protagonistas de la muestra ubicada en la buhardilla del edificio.

El Palau Güell revisita sus orígenes y se reivindica como mecenas artístico

El edificio presenta una selección de 30 obras de la colección de arte contemporáneo de la Fundació Güell, que anualmente entrega becas para jóvenes creadores

En el barrio del Raval se esconde una de las joyas arquitectónicas más emblemáticas del Modernismo. El Palau Güell es considerada la primera gran obra de Gaudí, y el primer encargo de la familia que consagraría al artista. El edificio reivindica su pasado y presenta ahora la exposición Obras de la colección de la Fundació Güell. Nuestro compromiso es con el brote, una muestra donde el edificio se reivindica como mecenas artístico, más allá de su apuesta por el incipiente Antoni Gaudí. Por primera vez, el edificio expone, hasta octubre, una selección de obras de la colección de arte contemporáneo de la Fundación Güell, que cada año, desde la década de los 80, entrega la Beca de Artes Visuales para jóvenes creadores.

Una treintena de obras —entre esculturas, pinturas y videoarte— son las protagonistas de esta exposición que reivindica el compromiso de la familia Güell con la innovación artística y los jóvenes creadores, no solo en el momento de creación del edificio apostando por un joven Gaudí sino también en la actualidad con estas becas para impulsar creadores emergentes. “La muestra recupera el espíritu fundacional del Palau, un espacio, donde ya desde sus inicios confluían elementos clásicos y modernidad”, ha expresado el director del Palau Güell, Guillem Mundet. Pasado y futuro, elementos clásicos y nuevos lenguajes, tradición y experimentación. Conceptos, a primera vista antagónicos, pero que se combinan en esta exposición, que invita al visitante a un recorrido por los diferentes lenguajes plásticos y las temáticas que han abordado los ganadores de las becas de la Fundació Güell.

La fundación fue creada en 1957 por Joan Antoni Güell i López, hijo del empresario Eusebi Güell, quien encargó la construcción del Palau a Antoni Gaudí. El propósito de la fundación era preservar y continuar la tarea de mecenazgo que había iniciado su padre como protector de Gaudí, para promover emergentes artistas catalanes. Desde 1979, la fundación entrega anualmente becas a jóvenes creadores —hasta los 30 años— de territorios de habla catalana (Catalunya, València, Islas Baleares y Andorra) para la investigación y producción en artes visuales y música y, desde 2023, también de arquitectura.

El resultado de estas becas, que tienen una dotación económica de hasta 4.000 euros y en las que cada año se presentan hasta un centenar de artistas emergentes, es la exposición que ahora se ubica en la buhardilla del Palau. “La muestra reafirma el compromiso del Palau Güell con las raíces de la creación artística, ayudando a potenciar los inicios de los artistas locales más emergentes para que después puedan desarrollar su carrera”, considera Vera Renau, especialista en historia del arte y comisaria de la exposición.

La colección se inicia con la escultura figurativa y finaliza con la experimentación audiovisual de las últimas premiadas de las becas. © TNBP

Más de un centenar de artistas han ganado las becas de la fundación desde su creación, y a través de ellas se han impulsado carreras artísticas como la del escultor Jaime de Córdoba o la polifacética Hac Vinent. Desde 2014 cada año los ganadores de las becas tienen la oportunidad de exponer en un espacio tan emblemático como es el Palau Güell, pero hasta ahora el edificio no había presentado una colección retrospectiva como esta, que repasa no solo la historia de sus premiados sino también la historia del arte contemporáneo más reciente. La colección, dividida en etapas y lenguajes, se inicia en la escultura de la década de los 80 para finalizar en el videoarte más experimental y contemporáneo, sin olvidarse de la pintura figurativa de los años 90.

A su vez, los cambios que marcan la colección también evidencian los diferentes estilos que han marcado el arte actual. Desde la figuración más tradicional, la pintura pop o la innovación audiovisual de los últimos años, el recorrido finaliza con las últimas creadoras premiadas, como Mar Reykjavik o Judit Bou. Unas obras que, además, también son un reflejo de una sociedad y sus preocupaciones: maternidad, gentrificación o identidades disidentes son temas subyacentes que conectan artistas de diferentes generaciones. Con todo, la muestra tiene el objetivo, en palabras del director del Palau Güell, de “dar a conocer la singularidad de la colección y resituarla”, con la intención que la exposición pueda convertirse en itinerante y visitar otros espacios de la ciudad a partir de octubre.