Cuando le felicitaban por los resultados que obtenía Mango, Isak Andic (Estambul, 1953) siempre decía que él no hacía nada, que era cosa del equipo. El fundador de una marca hoy convertida en global ha fallecido a los 71 años en un accidente este sábado, en un momento dulce para el grupo, inmerso en la celebración de su 40 aniversario.
Nacido en Estambul en 1953, en el seno de una familia judía sefardí, Andic se mudó con tan solo 14 años a Barcelona con sus padres y su hermano. Poco tardó en ponerse a vender camisetas y blusas que importaba de Turquía, cerrando su primera operación en un establecimiento de la Via Augusta y yendo a encontrar clientes en coche por toda España. Empezó importando y comprando para luego pasar a fabricar sus propios productos. Junto a su hermano Nahman, abrió en 1984 la primera tienda de Mango, ubicada en el número 65 de Paseo de Gràcia.
Una empresa que “nació de una manera humilde” y que estuvo a punto de llamarse Bubbles y Scooter, según él mismo explicó hace unos meses en una de sus pocas apariciones públicas, con motivo de la entrega del Premio Reino de España a la trayectoria empresarial. Andic era un empresario extremadamente discreto, pero ese día se mostró visiblemente emocionado, acordándose de colegas como Mariano Puig y Enrique Legrain, “quienes dieron buenos consejos e integraron a este inmigrante en la sociedad”.
Definido por los que le conocían como perfeccionista, inquieto, generoso, curioso, detallista y con una gran determinación, Andic decía que seguía “teniendo el espíritu y la ilusión de una persona joven”. A lo largo de su trayectoria, ha ocupado cargos como vicepresidente del Banco Sabadell y ha sido miembro del International Advisory Board de la Generalitat y del Investment Advisory Council for Turkey. Era miembro del consejo asesor internacional de la escuela de negocios IESE y presidió el Instituto de la Empresa Familiar. También se ha vinculado con el mundo cultural, formando parte de equipamientos como el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC), el Prado y la fundación Macba.
Convertido en el hombre más rico de Catalunya, el fundador y presidente no ejecutivo de Mango deja una marca de moda líder que tiene presencia en más de 120 países, con unos ingresos que superan los 3.100 millones de euros y una plantilla de 15.000 empleados. Tras cosechar unos resultados históricos el año pasado, el grupo se ha enfrascado en un nuevo plan estratégico para incrementar en 1.000 millones de euros sus ventas en los próximos tres años.
“Su partida deja un vacío enorme”, ha expresado en una breve misiva el consejero delegado de Mango, Toni Ruiz, poco después de conocerse el fallecimiento del empresario. Andic se encontraba con su mujer y su hijo en una excursión por las cuevas del Salnitre de Collbató, en el interior del macizo de Montserrat, cuando se ha precipitado al vacío desde una gran altura. “Nos corresponde, y este es el mejor homenaje que podemos hacer a Isak y que vamos a cumplir, velar para que Mango siga siendo el proyecto que Isak ambicionaba y del que se sentiría orgulloso”, ha defendido Ruiz, quien llegó a un Mango en plena crisis, en 2015, como director financiero. En 2018, ascendió a director general de la empresa y, dos años más tarde, se convirtió en su consejero delegado. Desde 2023, es el propietario del 5% de las acciones de la compañía.