Exposició Gabriel Casas Palau Robert
Diferentes imágenes de Gabriel Casas vinculadas al mundo del boxeo, con Josep Gironès en el centro. @Palau Robert

Modernidad de Barcelona

El Palau Robert dedica una exposición al fotógrafo Gabriel Casas Galobardes, testimonio privilegiado de la Barcelona de los años 30 y referente en retratar a los ídolos del deporte y el espectáculo del momento y en reflejar la singularidad del barrio chino

Tómense esta exposición no como un merecido homenaje a uno de nuestros fotógrafos más importantes, sino también como el descubrimiento de una Barcelona que, a pesar de todos los avatares políticos, siempre asomó la cabeza hacia la modernidad. En esta exposición no nos hablarán de técnica fotográfica, ni de los encuadres y contrapicados Nueva Visión de la época de los años 20 y 30, suficientemente visibles en la retina de Casas i Galobardes, sino que nos encontraremos un espejo hacia la sociedad donde nos gusta reflejarnos cuando queremos gustarnos.

Hay una Barcelona que no se detiene y que no decrece, y que pone imaginación y riesgo ante los retos de cada época: hay otra que se estanca o que intenta que los demás se estanquen, aunque se vista de sensatez y de orden. Ésta es una exposición sobre el despegue de toda una comunidad, donde nos esperan secretos inesperadamente revelados, como cuando los negativos de Casas i Galobardes pasaban a convertirse en verdaderas revelaciones. ¿Quieren saber exactamente de dónde venimos los barceloneses, quiénes somos y por qué a veces no nos reconocemos a nosotros mismos? Visiten el Palau Robert, hasta enero de 2023, sala 2. O sigan ignorándolo y no entendiendo lo que nos pasa, claro.

Modernidad, reza el título de la exposición, que es exactamente lo que sucedió en Barcelona durante los años de Casas i Galobardes (1892-1973), y no sólo entre las dos dictaduras: velocidad, boxeo, fútbol, ​​parques de atracciones, bohemia, globalización avant-la-lettre. Te puedes sacar una fotografía (que me temo que no se sacará nadie) con la alineación del Barça de 1919-1920, el de Samitier y Platko (este último con poema de Rafael Alberti incluido), que ganó el primer doblete del Campeonato de Catalunya y el Campeonato de España (pocos años antes de que el club fuera clausurado por Primo de Rivera, junto al Orfeó Català, por un silbido a un himno foráneo).

Exposició Gabriel Casas Palau Robert
Josep Samitier, fotografiado por Gabriel Casas. @Palau Robert

Casas i Galobardes fotografía el espectáculo, la juventud, el deporte, pero también el carácter y la expresividad de los participantes: y no sólo de los jugadores de fútbol, sino también de los protagonistas del ciclismo, el boxeo y los deportes de motor, gracias a su primer trabajo en Foto Sport (tras regresar de su huida a Argentina y Uruguay). Los retratos de los jugadores azulgranas y los periquitos no son fríos cromos para ilustrar ninguna tienda de Nike, sino auténticos cuadros llenos de expresividad y luz interior; las carreras en el circuito de Terramar o en Sitges integran los vehículos dentro del paisaje y los espectadores dentro del vértigo; a los Guardias Civiles que todavía vigilaban los derbis en 1930 se les notan ganas de que marque uno de los dos equipos (fusil en mano); los boxeadores como Gironès, Alís, Uzcudun, Spalla o Ruiz son retratados como escenas de tragedia griega y de nuevo el backstage toma relieve, con una diligente costurera de guantes. En la fotografía de Casas i Galobardes todo cuenta, nunca falta el relato, todo acaba pareciendo una trepidante película basada en hechos reales.

Buena parte del espacio expositivo se dedica al mundo del espectáculo: bailarines, cantantes, music-halls, jazz, tango, cabaret, la Demon’s Jazz Orchestra, que compaginaba el foxtrot con el pasodoble o la sardana (El somni del mariner, de la revista Chivarri, con letra de Josep M. De Sagarra)… La modernidad se expresaba en la supuesta (y seguramente exagerada) alegría de los años veinte, pero también en los espacios enigmáticos mecanizados como ascensores, funiculares, las innovadoras escaleras mecánicas, los trastos y artilugios de la Exposición Universal del 29, espacios retratados en su vacío y clavados en un estático dinámico.

Pero también como expresión de modernidad la llegada del turismo: pasajeros llegados de Liverpool desembarcando en el puerto, traseros rebozados en la playa de Sitges (una villa que ya aspiraba a ser la Biarritz o la Niza del sur), Buster Keaton llegado con la familia en Rolls Royce, un antecesor del bus turístico descapotado fotografiado desde la Torre de Sant Sebastià, las españoladas (panderitas, castañuelas y sevillanas) que como hoy ya se vendían cerca del mar, e incluso una referencia internacional en Catalunya a la revista Vu en julio del 36, cuando a punto de estallar la Guerra Civil el innovador magazine titulaba “La découverte de un pays ressucité”. Un momento que me ha entrado algo en el ojo. Ya está. ¿Por dónde íbamos?

Exposició Gabriel Casas Palau Robert
Guardias Civiles en Les Corts en el partido F.C. Barcelona – R.C.D. Espanyol. 1925. ©Fons Gabriel Casas i Galobardes. Arxiu Nacional de Catalunya.

El parque de atracciones Maricel, en Montjuïc, tobogán en forma de barriga de ballena, la montaña rusa más grande de Europa, anuncios verticales para el chocolate Juncosa o los almacenes Jorba, todos ellos configuraban Barcelona como una especie de ciudad-espectáculo de la arquitectura efímera (sobre todo a raíz de la Exposición Universal del 29). Y cuando Casas i Galobardes se atreve a retratar a los escritores y periodistas en el bar del Hotel Colón (cuando estaba en la plaza Catalunya) o en el Au Pingouin de la calle Escudellers (Planes, Sagarra, Arquimbau, Sempronio, Ventalló, Soldevila…) parece estar haciendo un favor a un grupo de amigos más que inmortalizando grandes voces de la intelectualidad. El cigarrillo que se enciende Sagarra es tan efímero, tan vivo y seductor, que casi le pedirías uno.

Exposició Gabriel Casas Palau Robert
Alf brown se entrena en la plaza de toros Monumental, frente a un cartel del cabaret La Criolla.1930. ©Fons Gabriel Casas i Galobardes. Arxiu Nacional de Catalunya.

Gracias a la exposición sabremos que en el Distrito Quinto (inmortalizado por Josep M. Planes en la revista Imatges, con fotografías de Casas i Galobardes) estaba “la reina del Barri Xino”, María de la Paz Guerrero Molina, o que la esquina de Cal Jaume era una casa de camas calientes, o la inmensa cantidad de artistas transvestidos de los años 30, que actuaban como “imitadoras” pero que también se dejaban fotografiar medio caracterizados en la calle, o que el nombre de Sister Girls era para dos catalanas transformistas inspiradas en las Sister G alemanas (y aquí es imposible no recordar que al principio de Qué tendrán ellos, qué tendrán de La Trinca, una voz las presenta diciendo ladies and gentleman, las Hermanas Sisters). También podremos pasear por un barrio gótico invadido por las luces de neón de la Criolla o de Cal Sacristà, con unos picados a ras de adoquín que nos permiten masticar la noche, y observar la lista de neologismos y anglicismos que Pompeu Fabra descubrió en Vida Privada y que no salían en su Diccionario: rimmel, suèter, cokteleres, amor lliure, lesbianisme, pippermint, gin, sex-appeal, fulanes, snobisme, nimfòmana, repicatalons, sandvitx, invertit o incluso sapastre i fúcsia. 

Exposició Gabriel Casas Palau Robert
II Premio Sitges de Coches de Carreras: Ros (12) y Edgard de Morawitz (13), con Bugatti, el 18 de octubre de 1931. ©Fons Gabriel Casas i Galobardes. Arxiu Nacional de Catalunya.

Pero también sabremos que Casas i Galobardes fue detenido, juzgado y encarcelado en el año 39, y que el negarse a adherirse a los principios del Movimiento Nacional le impidió seguir haciendo de fotoperiodista (se dedicó a la fotografía industrial y publicitaria) hasta 1973. La modernidad, en Barcelona, ​​siempre ha venido de un solo lado. Y siempre ha sido intentada detener por el otro.

Exposició Gabriel Casas Palau Robert
Josephine Baker debutó en el Principal Palace en febrero de 1930. @Palau Robert
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