La directora de Captación en Nedgia, Marta de Pablos.
ENTREVISTA A MARTA DE PABLOS

“El gas renovable no sólo soluciona un problema energético, sino también de residuos”

Naturgy se propone liderar la producción y distribución de biometano, para lo que invertirá mil millones de euros entre 2025 y 2027

¿Y si existiera una fuente de energía renovable y sostenible que se produjera a nivel local? ¿Y si esa fuente de energía proviniera de residuos y ayudara a eliminarlos? ¿Y si, además, contribuyera a crear empleo en zonas rurales y a dinamizarlas? ¿Y si resultara que esa fuente de energía no sólo existe, sino que ya se está produciendo y está llegando a hogares y empresas en España?

El biometano es un gas renovable, o gas verde, que se obtiene de residuos orgánicos, que pueden provenir de ámbitos como la ganadería y el tratamiento de aguas residuales. España es el tercer país con mayor potencial de la UE en este ámbito, con Catalunya como uno de los territorios más destacados, y Naturgy, a través de Nedgia —su distribuidora de gas—, se ha propuesto liderar la apuesta por el biometano. Así lo explica Marta de Pablos, directora de Captación en Nedgia. Ingeniera de Telecomunicaciones por la Universidad Politécnica de Madrid y con másters en instituciones como Stanford y el King’s College de Londres, De Pablos pone el foco en el desarrollo de los gases renovables y en acelerar este proceso.

— ¿Por qué apostar por el biometano?

— El biometano ayuda a resolver el trilema energético, que debe dar respuesta a tres ámbitos: la sostenibilidad, la accesibilidad con precios asequibles, y la garantía de suministro, que consiste en la seguridad de que no va a fallar ese suministro. El biometano cumple estos tres puntos: es sostenible porque aprovecha residuos para generar energía; garantiza el suministro, porque no es una energía estacional y puede ser almacenada, y es accesible económicamente.

— ¿Cómo se logra que lo sea?

— Un punto clave es que el biometano es compatible con toda la infraestructura gasista que hay en el país. Ahora sigue siendo más caro que otras alternativas porque está en desarrollo y es incipiente, pero cuando se aumente la producción de biometano, bajarán los precios, porque se ajustará la oferta y la demanda.

— ¿Cómo funciona el proceso para obtenerlo?

— Los residuos de instalaciones como granjas y plantas de tratamientos de aguas se ponen en contacto con bacterias, que producen un gas que tiene las mismas propiedades que el gas natural. El proceso no sólo obtiene el gas, sino que permite eliminar el CO2 que iban a producir esos residuos, y algo más: a partir de los residuos, las bacterias producen un fertilizante natural.

— Cierran el ciclo.

— Es una de las palancas para impulsar el gas renovable: no sólo soluciona un problema energético, sino también un problema de gestión de residuos.

— Sin embargo, es una fuente energética poco conocida.

— Un estudio que hemos encargado con 2.000 usuarios constató que sí: prácticamente, nadie lo conoce. Sin embargo, una vez explicado, el 70% asegura que estaría dispuesto a contratarlo. Un factor que valoran especialmente es el hecho de que se produzca en España, porque contribuye a la independencia energética y disminuye la afectación de conflictos externos como guerras y variaciones arancelarias.

— ¿Qué es lo que más valoran los usuarios?

— En primer lugar, el precio. Luego viene la sostenibilidad y, después, el confort. Hace unos años era al revés: priorizaban el confort por encima de la sostenibilidad. Así, la mentalidad del consumidor está cambiando y da más importancia a la sostenibilidad, pero siempre tiene que ser a un precio asequible.

La planta Elena II de Naturgy, ubicada en el Parc de l’Alba de Cerdanyola.

— ¿Y cómo irá evolucionando el precio del biometano?

— En el estudio, el 50% de los usuarios indica que estaría dispuesto a contratarlo aunque fuera más caro, siempre que el incremento no estuviera por encima del 15 o del 20%. Esto es algo asumible: creemos que el biometano puede llegar ahí. Tenemos como clientes a grandes empresas, como Inditex y AENA. La cuestión es que haya más producción para bajar esa curva.

— ¿Cómo se consigue incrementar esta producción?

— Actualmente, en España existen 15 plantas de biometano en total. Desde Naturgy tenemos un plan para construir plantas propias y también para crear alianzas para escalar todo este proceso. Para lograrlo, vamos a invertir mil millones de euros en gases renovables entre este año y 2027.

Catalunya va a ser un vector importante en este plan de Naturgy para impulsar el biometano

— Y esta inversión, ¿cómo se concreta?

— Actualmente Naturgy tiene tres plantas de biometano: dos están en Catalunya y, la otra, en Galicia, y estamos construyendo otras dos en Sevilla y Valencia. Naturgy está 100% comprometida con liderar el ámbito del gas renovable, tanto en la producción como en distribución. Para ello, estamos impulsando alianzas para avanzar en la producción masiva de gas verde. De hecho, estamos trabajando en 300 proyectos para que en los próximos años pasen a inyectar biometano a la red. Con lo que se va a poner en marcha, vamos a poder distribuir gas suficiente como para descarbonizar medio millón de hogares.

— Así, no sólo es clave la producción, sino también la distribución.

— Sí, y hemos avanzado mucho. Tanto es así que hemos incrementado un 30% la capacidad de inyectar gas renovable a la red. Aquí es determinante el hecho de que toda la infraestructura gasista sea compatible con el biometano. De los casi 100.000 kilómetros de red de gas en España, 60.000 son de Nedgia; de los ocho millones usuarios de gas, más de cinco son de Nedgia. Por este motivo, desde la compañía tenemos que darle este impulso.

— Y en este impulso, ¿qué papel jugará Catalunya?

— Precisamente Catalunya, Castilla-La Mancha y Castilla y León concentran el 60% de nuestro plan previsto, porque tienen un gran potencial y elementos que ayudan a impulsarlo. Catalunya es pionera en tecnología en todos los ámbitos, y sin duda va a ser un vector importante en este plan.

— ¿Qué más hace falta para impulsarlo?

— Hay dos puntos que nos están fallando: que la sociedad lo conozca mejor, y que las instituciones lo apoyen más. Necesitamos un gran impulso de las instituciones para que sea una realidad, con medidas como la agilización de permisos y la promoción de tecnologías clave, como el reverse flow, que permite inyectar gas renovable a la red. Tenemos una gran oportunidad dentro de Europa para ser referentes, pero para eso necesitamos más impulso de la capa institucional.

“Sólo con el 30% del potencial del biometano, podríamos descarbonizar todo el sector de los hogares”

— A nivel europeo, ¿cómo ha evolucionado la producción de biometano?

— En Europa existen unas 1.300 plantas; en España, hay solo esas 15. En Francia, por ejemplo, han hecho una apuesta por el biometano y han construido 700 plantas en los últimos años, Tenemos mucho recorrido, y más teniendo en cuenta que España es el tercer país con mayor potencial de la UE en la producción de biometano. Este potencial es de 163 TWh/a: sólo con el 30% de ese potencial, podríamos descarbonizar todo el sector de los hogares.

— Son cifras prometedoras.

— Sin embargo, vamos muy por detrás en desarrollo. Y el Plan Nacional de Energía —el PNIEC— podría llegar a ser más ambicioso en gases renovables, puesto que ya hemos visto que la alta electrificación, aspirando al 100%, no es posible. Por ejemplo, hay industrias, como la cerámica, que no tienen suficiente con la energía eléctrica; necesitan gas, porque tiene un mayor poder calorífico. No debe haber una solución energética única, sino que tenemos que tener varias soluciones energéticas que encajen las unas con las otras.

Planta de biomentano de Vila-sana, en Lleida.

— ¿Es este el modelo que se ha desarrollado con éxito en otros países europeos que van por delante?

— Hemos estudiado casos de éxito, sobre todo en Dinamarca, donde han desarrollado tan bien el biometano que tampoco se genera ningún problema en las comunidades en las que se ubican las plantas. Y las tienen de todos tamaños: pequeñas, medianas y también grandes, lo que demuestra que se puede hacer y que es cuestión de hacerlo bien.

— Con el empleo como ventaja añadida.

— Sí, y es que el desarrollo del biometano también nos puede ayudar ante el reto demográfico. Contribuye a abordar un problema que tiene España a día de hoy, y es que permite generar empleo en zonas rurales. Con el potencial del biometano, se estima que se pueden generar en España hasta 20.000 puestos de trabajo directos y 40.000 indirectos. Y lo importante es dónde: al fin, en zonas rurales.