Ciclo formativo sobre gestión del agua impartido en el Institut Escola Municipal de Treball de Granollers.

La gestión del agua, reto de futuro y opción laboral de calidad

La Escuela del Agua impulsa la FP Dual en cuatro institutos de Catalunya y en once del resto de España, con más de 700 alumnos y un alto índice de inserción laboral

Encontrar, canalizar, hacer potable y salvaguardar el agua como el tesoro vital que es para la humanidad es uno de los grandes retos de futuro en todo el mundo. Con el objetivo de compartir su conocimiento sobre la gestión de este bien tan necesario, hace 10 años se creó la Escuela del Agua, formar a profesionales del sector. Además de los programas que la Escuela del Agua ofrece a través de másteres y posgrados con la UPC y la UPF-Barcelona School of Management, que permite a los niveles de dirección y gerencia aprender a desarrollar la gestión técnica del agua y el desarrollo de negocios sostenibles, se dio impulso al proyecto de la Formación Profesional Dual. “Nuestra apuesta por la FP Dual fue muy clara desde el primer momento, en cuanto que es una de las tres patas para garantizar la calificación de los profesionales del sector”, afirma Lluc Pejó, director de la Escuela del Agua. 

Las otras dos patas a las cuales hace referencia Pejó son la formación continua en las empresas (lifelong learning) y el reconocimiento de las competencias que han adquirido los trabajadores a lo largo de su carrera. Y, en paralelo a todo esto, desde la Escuela del Agua también se lleva a cabo una importante tarea de sensibilización social porque, al fin y al cabo, toda la ciudadanía está involucrada a la hora de hacer un buen uso y conseguir una gestión óptima del agua. 

Creación de los primeros ciclos de FP sobre el agua

En 2012, tal como explica Lluc Pejó, no existían ciclos formativos específicos sobre el agua, y la modalidad dual se encontraba en un momento incipiente a nivel de todo el Estado. “Ayudamos la administración a definir los ciclos formativos del agua, y la propuesta culminó con la creación de dos ciclos y el compromiso para impartirlos en modalidad dual en diferentes lugares de España”.

“La FP Dual permite compaginar estudios en el centro educativo y en la empresa. Yo lo recomendaría a todo aquel que quiera trabajar y aprender al mismo tiempo, también porque, comparado con otros sectores, el del agua tiene muchas salidas. A mí me gustaría llegar a gestionar equipos, y sé que lo podré hacer con esta formación”, expresa Óscar Delgado, uno de los 700 estudiantes de los ciclos del agua que se imparten actualmente en quince institutos de toda España. Delgado cursa el segundo año del Ciclo de Formación de Grado Medio en Redes y Estaciones de Agua del Institut Municipal del Treball de Granollers.

Óscar Delgado (alumno): “La FP Dual permite compaginar estudios en el centro educativo y en la empresa. Yo lo recomendaría a todo aquel que quiera trabajar y aprender al mismo tiempo, también porque, comparado con otros sectores, el del agua tiene muchas salidas”

Hoy, la modalidad dual es un sistema reconocido y aplicado en muchos lugares, pero con la definición de los primeros ciclos formativos sobre gestión del agua, la Escuela del Agua estaba siendo pionera y, con la característica esencial que “desde el minuto cero, optamos por hacer una formación dual retribuida, con forma de becas salario”, puntualiza Pejó.

El primer instituto

En 2014, el IES Pere Martell de Tarragona fue el primero del Estado en impartir la FP Dual en un ciclo de grado medio del agua. Lo hizo con una titulación creada por la Generalitat, con la orientación, igualmente, de la Escuela del Agua que, todavía hoy, forma al profesorado y a tutores de empresa, colabora en el equipamiento de las aulas-taller y organiza visitas formativas a instalaciones y jornadas temáticas para alumnos.

Según se transmite desde la propia Escuela del Agua, el éxito de su modelo “se basa en la colaboración público-privada con instituciones y centros educativos, para unir la ocupación, el talento y la productividad”. En este sentido, en el programa están implicadas 20 empresas del grupo Agbar y 15 institutos repartidos por ocho comunidades autónomas, con más de 730 alumnos participando en distintos ciclos formativos.

El primer piloto  se implementó en el IES Pere Martell, en Tarragona, mientras que el Instituto Escola Municipal de Treball de Granollers y el Centro Integrado de Formación Profesional de Santiago de Compostela fueron los dos primeros centros que estrenaron los ciclos oficiales a nivel estatal, que se aprobaron el año 2017. Desde entonces, se han graduado en esta formación dual 115 estudiantes, de los cuales, el 52% han logrado una inserción laboral directa en alguna de las empresas del grupo Agbar.

Casi 600 estudiantes cursan ciclos del agua en España.

A pesar de que en la FP Dual se pueden inscribir alumnos de cualquier edad, no solo jóvenes, en general el grado medio y superior de estos estudios forman parte del sistema educativo reglado, que se dirige de manera natural a los jóvenes que han finalizado estudios obligatorios. En este sentido, la Escuela del Agua apuesta por los jóvenes que con esta formación se pueden incorporar como nuevos profesionales al sector. Porque en la base de las materias impartidas y del trabajo real en las empresas, mientras se estudia, están los marcos referenciales de las calificaciones profesionales establecidas ya en el mundo laboral. Es decir, quien se forma adquiere conocimientos, pero también reconocimiento en pericia en el trabajo a desarrollar.

“A mí me parece muy interesante y creo que se le puede sacar mucho provecho”, expresa María Manuela García, alumna del Ciclo de Formación de Grado Medio en Redes y Estaciones de Agua del Institut Escola Municipal del Treball de Granollers. “El campo laboral del sector del agua es amplio. Está la parte de hacer potable el agua, regenerarla, las desaladoras… “, argumenta. “A mí todo lo que es la parte subterránea me gusta”, añade.

Y, en un momento como el que atravesamos a nivel planetario, de escasez de agua, aprender a gestionar bien este recurso, desde que llega del cielo, hasta el consumo y reutilización, el control de todo su ciclo y las herramientas que hacen su gestión más eficiente, estos estudios son una necesaria salida laboral, al mismo tiempo que generosa y esperanzadora, para los propios estudiantes y para el conjunto de la sociedad. Como agua de mayo, que diríamos usando la expresión del campo, aprender a gestionar el agua es una contribución para el bien común.

Dónde estudiar ciclos formativos sobre gestión del agua

En Barcelona y en su área metropolitana se pueden estudiar ciclos formativos sobre gestión del agua en modalidad dual en los institutos Rubió y Tudurí de Barcelona, y en la IES Esteve Terradas i Illa, de Cornellà de Llobregat. Y los del resto de Catalunya son el Instituto Pere Martell de Tarragona, la Escola Municipal de Treball de Granollers y el IES Alfons Costafreda de Tàrrega.

En todos estos centros y en otros ubicados fuera de Catalunya, los profesionales de la Escuela del Agua preparan la dualitzación del currículum en cada lugar donde se implanta. Es decir, “qué parte de conocimientos, de contenidos que se imparten, lo hacen en las instalaciones de agua próximas y cuáles en el centro educativo. Esto se adapta en función de los equipamientos que hay en cada lugar”, precisa el director de la Escuela del Agua, Lluc Pejó. 

Una de las visitas efectuadas por los alumnos a la depuradora de El Prat.

Desde la Escuela también se ofrece formación a los profesores que imparten las materias sobre contenidos técnicos. Por otro lado, la empresa facilita la obtención de materiales necesarios para la formación, como puedan ser cañerías, bombas, válvulas o pequeñas máquinas para experimentar en el aula taller del centro educativo.

En los últimos años, según explican, la matriculación total ha ido aumentando, por el interés que despierta la materia y también porque se han ido sumando centros. El crecimiento —puntualiza Pejó— se procura planificar en función de la demanda del sector. Precisamente, una de las ventajas de la formación dual es su conexión con las necesidades reales del mercado laboral. También para los alumnos resulta más atractivo practicar en situaciones reales y junto a trabajadores expertos en activo.

La experiencia en un contexto real de trabajo también contribuye en gran medida a mejorar la contratación. Tal como explica Lluc Pejó, “obtienes un conocimiento más directo y concreto de lo que se hace en las empresas y los mismos empleados ya ven cómo trabajas. Y, cuando hay demanda profesional, las empresas quieren retener talento”.

Visión de futuro

Son ciclos que dan respuesta a la gestión del agua, un tema clave ahora que vivimos de manera muy preocupante la escasez de este recurso natural. “Todos los indicadores del cambio climático marcan la tendencia según la cual episodios extremos, ya sea de sequía o de lluvias torrenciales, serán cada vez más frecuentes. Por lo tanto, todo lo que tiene ver con el cuidado del agua, añadiendo la digitalización, requiere que tengamos profesionales apasionados por el agua y muy preparados”, afirma el director de la Escuela del Agua.

“Estamos muy enfocados en la profesionalización del sector de una manera integral, tanto de los equipos directivos, como de perfiles técnicos y operarios. Nuestra visión para los próximos años es trabajar muy a fondo las competencias necesarias para hacer frente a los retos de la gestión del agua en un contexto europeo y global de transición ecológica y digital, y ser un agente activo en el diseño de propuestas formativas avanzadas y en la configuración de centros de excelencia para la calificación profesional” añade Pejó.

Ser capaces de generar itinerarios formativos personalizados en función de las necesidades de mejora y adquisición de nuevas competencias, con la ayuda de las tecnologías inteligentes que puedan ir apareciendo son objetivos de la Escuela del agua. Que la tecnología es importante en la gestión del agua lo saben también los propios estudiantes, “porque el sector del agua es muy complejo, y la tecnología nos permite hacer frente a los retos que nos plantea”, razona María Manuela García.

Lluc Pejó, director de la Escuela del Agua: “Todo lo que tiene ver con el cuidado del agua, añadiendo la digitalización, requiere que tengamos profesionales apasionados por el agua y muy preparados”

Y, aunque la Escuela del Agua trata de gestión de agua y la mayoría de sus profesionales son del ámbito científico-técnico, se trabaja en la incorporación de competencias artísticas y humanísticas para ampliar sus capacidades profesionales. “Por ejemplo, en nuestro programa Aquaseminar, centrado temáticamente en la crisis climática y la transformación digital, se incorporan elementos propios de las artes, como por ejemplo la música o la literatura. También estamos terminando un nuevo programa para personas de Agbar, en colaboración con cuatro instituciones culturales, que permitirá conectar varias disciplinas artísticas con su práctica profesional”, explica el director de la Escuela del Agua. Y que el arte fluya, así, como el agua, en la conciencia integral de la persona.

Sensibilización para todo el mundo

El agua, como elemento vital para la salud de las personas, en el ámbito sanitario, higiénico, para la calidad de vida y como elemento regulador del medio ambiente es, en manos de la Escuela del Agua, protagonista de campañas de sensibilización para el público escolar y para la ciudadanía en general, mediante actividades que se imparten en la misma escuela, o gestionando programas de educación ambiental para varias empresas y administraciones públicas. Como explica Lluc Pejó, “salimos de los profesionales del sector para impactar al conjunto de la sociedad, dirigiéndonos a los varios grupos de interés implicados en la gobernanza del agua, que al final interpela e incluye a todo el mundo”.