La experiencia ‘rooftop’ se impone en Barcelona

Los hoteles de la ciudad abren sus terrazas a turistas y residentes y ofrecen una excelente oferta gastronómica y actividades variadas para aportar valor a sus establecimientos

Cuando llega el verano es el momento de disfrutar de las terrazas de los hoteles y cada año tenemos una lista obligada de sitios para visitar. La pregunta que nos hacemos muchos retailers es por qué en muchos de estos establecimientos suelen ser un lugar sólo de estancia y disfrute de los huéspedes y no impera la moda de abrirlas a los residentes. Si fuera así conseguiríamos que la experiencia rooftop se instale en Barcelona de forma definitiva.

En Nueva York hace ya casi una década que esta moda ha ido evolucionando. Con el tiempo, se ha convertido en un gran reclamo de afterwork y de experiencias lúdicas para los neoyorquinos que ven en los rooftops un lugar de encuentro entre amigos y colegas de trabajo.

Es cierto que esta tendencia ha tardado algo más en llegar a Barcelona. Ahora en estos espacios de ocio se organizan muchas actividades abiertas al público en general, ya sea para tomar una copa o cenar. Las piscinas son otra historia, puesto que casi todas son de uso exclusivo para huéspedes, salvo casos contados en los que los hoteles ofrecen un day pass.

Una de las aperturas más sonadas de este año ha sido la azotea Tope del recién inaugurado Hotel Hoxton Poblenou. Una taquería mexicana en la que se unen turistas y barceloneses para disfrutar de la puesta de sol, al ritmo de las margaritas y tacos.

Los rooftops son zonas de esparcimiento, donde socializar. La mayoría de ellos ofrecen una vista única sobre el skyline de Barcelona; una oportunidad muy atractiva desde distintos ángulos. Es el caso de Tope que presenta una vista excepcional a la Torre Glòries y la Sagrada Família, dos de nuestros edificios más icónicos.

Desde el punto de vista retailer, para que los hoteles hagan atractivas sus terrazas es importante tener en cuenta algunos aspectos. Uno de ellos, y de los más relevantes, es que cada año aporten algo nuevo y cuiden muy bien su propuesta gastronómica, de este modo el ciudadano querrá repetir su estancia. Este verano el Terrat, del Hotel Mandarín Oriental, lo ha trabajado muy bien: ofrece una sugerente oferta gastronómica peruana de la mano de Gastón Acurio, una oportunidad para disfrutar de un buen ceviche.

Con un cuidado diseño, la terraza La Dolce Vitae del Hotel Majestic también ofrece gastronomía de altura, con una vista privilegiada sobre Barcelona. Su carta está creada por el chef asesor Nandu Jubany y va acompañada de la mejor selección de vinos y cócteles. La puesta de sol sobre Barcelona es mágica desde el décimo piso del establecimiento.

No hay que olvidar la propuesta de Alaire, del Hotel Condes, un punto de encuentro de los barceloneses, donde siempre se coincide con gente agradable y muy animada. Su carta es muy amplia, lo que nos permite disfrutar de un aperitivo durante el día y una cena informal al caer la noche, aprovechando al máximo el espacio.

La oferta de actividades para el divertimento es uno de los alicientes de las terrazas y debe ser variada y renovarse  

En muchos hoteles se organizan conciertos o sesiones de DJ de muchos estilos para amenizar el atardecer. La terraza del Hotel W es una de las más populares, donde se crea un ambiente de artistas internacionales junto al mar de Barcelona. Durante las tardes, en la terraza del Hotel Pulitzer suenan las mejores bandas y DJs de la ciudad, en vivo, desde mayo hasta finales de octubre.

Para ganarse al público barcelonés, las terrazas de los hoteles tienen otros hándicaps que tener en cuenta. Por ejemplo, que cuando en verano hace mucho calor, los hoteles controlen la temperatura de las azoteas. Estos espacios también deben disponer de un buen servicio, para sentirnos como en casa.

El diseño es muy importante y, si queremos atraer al público local, también será necesario organizar actividades. Una buena idea es crear noches de música y promover el brunch del domingo, ya que esta comida tardía es cada vez más popular en la ciudad.

El diseño de los espacios y el servicio del personal del hotel también son determinantes para el visitante

Otro concepto muy potente es crear pop-ups, espacio abierto durante un tiempo limitado, que permite promover nuevas propuestas de chefs, haciendo de reclamo para los visitantes. Teniendo en cuenta el clima cálido de la ciudad, las terrazas de Barcelona pueden alargar la temporada para llevarlo a cabo.

En resumen: ¿Qué pueden hacer los hoteles para convertir en atractivas  sus terrazas?

1- Cuidar su oferta gastronómica.

2- Tener una buena carta de cócteles.

3- Contar con DJs, ya que sin música no existe entretenimiento.

4- Seleccionar un buen servicio. Es imprescindible que el personal que atiende al público sea empático y con vocación de servicio. Con sonrisas y energía amable.

5- Cuidar el diseño de los espacios.

6- Controlar la temperatura, porque con calor son insufribles.

7- Alargar la temporada, ya que las terrazas pueden tener una vida útil de nueve meses.

8- Crear pop-ups.

9- Promover el brunch del domingo.

10- Crear actividades de noche como, por ejemplo, los ‘martes de jazz’.

Los hoteles deben iniciar campañas de marketing digital para promover estos espacios privilegiados como un lugar de disfrute para el turista y los residentes. Los alojamientos que tienen la opción de crear una acción en los roofs pueden aportar valor y encanto para ambos públicos y así disfrutar al máximo de la magia de nuestra ciudad.