La terminal de Trasmediterránea en el Port de Barcelona pasa ahora a manos de Grimaldi. ©Edu Bayer

Grimaldi compra a Trasmediterránea las rutas entre Barcelona y Baleares

Cambio de operador en el servicio de transporte marítimo entre la capital catalana y los puertos de Mahón (Menorca), Ibiza y Palma de Mallorca. Asfixiada por sus elevadas deudas, la naviera Armas Trasmediterránea ha vendido estos enlaces y cinco de sus barcos al grupo napolitano, que da un importante salto de escala en Barcelona.

El grupo italiano Grimaldi multiplica su presencia en Barcelona. A partir de ahora, la compañía no solo gestionará las rutas marítimas que enlazan la capital catalana con Italia, sino que también se ocupará de prestar el servicio de transporte marítimo de pasajeros y mercancías entre Barcelona y los puertos de Palma de Mallorca, Mahón e Ibiza.

En un comunicado, Grimaldi ha explicado que ha firmado un acuerdo de intenciones (MOU) para la compra de determinados activos y derechos de propiedad del grupo español Armas Trasmediterránea como “primer paso de una colaboración entre ambos grupos navieros”.

El barco Ciudad de Granada es uno de los que ha comprado Grimaldi.

El acuerdo contempla la compra por parte del Grupo Grimaldi de cinco buques y de las terminales que Trasmediterránea tiene en Barcelona y en el Puerto de Valencia, así como varios edificios, oficinas y almacenes ubicados en las islas de Mallorca, Menorca e Ibiza.

Los buques que pasan a ser propiedad de Grimaldi son el Ciudad de Palma, Ciudad de Granada, Ciudad de Mahón, Volcán del Teide y Volcán de Tijarafe. El acuerdo incluye  la adquisición de los derechos de explotación entre la Península y Baleares para el transporte de mercancías y pasajeros en seis rutas marítimas: las que enlazan Barcelona y Valencia con Palma de Mallorca, Mahón e Ibiza.

Actualmente, desde Barcelona, Grimaldi cubre las rutas con Tánger (Marruecos), Porto Torres (Cerdeña) y con los puertos italianos de Savona y Civitavecchia, a los que ahora sumará los enlaces con Baleares.

“Estoy muy feliz de haber firmado este importante acuerdo con Antonio Armas, con quien establecimos de inmediato una relación de gran estima mutua y con quien sentamos las bases para una fructífera colaboración”, ha afirmadoo Emanuele Grimaldi, consejero delegado del grupo napolitano. “Una vez finalizada esta operación, nuestro grupo ampliará su oferta de servicios marítimos también al mercado interior español, generando nuevas sinergias con el resto de las conexiones operadas en el Mediterráneo occidental”, concluye el empresario naviero.

Con sede en Nápoles, el Grupo Grimaldi, de capital familiar, posee una flota de 130 barcos, con una plantilla de 16.000 personas y operaciones en el Mediterráneo, en el Báltico y en el Mar del Norte.

Grimaldi enlaza actualmente Barcelona con Italia y con Tánger (Marruecos).

Con esta desinversión, Naviera Armas trata de hacer a la crisis financiera que atraviesa la compañía, aquejada de una abultada deuda que asciende a más de 900 millones de euros entre créditos bancarios y bonos (por 582 millones) que vencen en 2023 y 2024. Asesorada por Houlihan Lokey, la familia Armas lleva meses negociando la reestructuración de este pasivo con sus acreedores, con los que en diciembre llegó a un pacto de no agresión a la espera de que el grupo adoptara medidas para reencauzar su delicada situación económica.

Antes de la pandemia, Armas ya arrastraba una deuda de más de 700 millones, pero esta cifra no ha dejado de crecer y ahora la situación se ha visto agravada ante la fuerte caída de ingresos registrada por la empresa como consecuencia de la covid-19 y las reestricciones al tráfico de pasajeros.

Fundada en los años 40, de capital familiar y líder en transporte marítimo en Canarias, el grupo Armas compró Trasmediterránea a Acciona a finales de 2017, en una operación que se valoró en cerca de 400 millones de euros, entre la compra de las acciones (por 260 millones) y la asunción de una deuda de 130 millones.

Se da la circunstancia de que en febrero Port de Barcelona autorizó la ampliación de la terminal de Grimaldi en 27.000 metros cuadrados, proyecto que requerirá una inversión de cuatro millones.