Agenda cultural mundo abril 2019

AGENDA CULTURAL
por JACOBO ZABALO

Una selección mensual de conciertos,
artes escénicas y exposiciones.

MÚSICA Y 
ARTES ESCÉNICAS

MÚSICA Y ARTES ESCÉNICAS

 01 / 04 / 19 

Khatia Buniatishvili

Bilbao, 11 y 12 de abril

Khatia Buniatishvili, que durante el presente mes actuará en escenarios tan dispares e importantes como el Barbican londinense, el día 1, o dos semanas después en el Museo de Bellas Artes de Montréal -con un programa para piano solo, centrado en Schubert y Liszt- asimismo podrá ser admirada en el Palacio Euskalduna de Bilbao, protagonizando uno de los más hermosos conciertos mozartianos bajo la batuta de Pablo González. Concretamente, el Concierto en la mayor, Núm. 23, muy recordado por el movimiento lento, de un minimalismo sumamente expresivo, que parece anunciar la concepción de la obra de arte romántica. Si impresionante es el despliegue de la pianista en recital, durante los conciertos para su instrumento -con los obligados y jocosos diálogos entre secciones- destacan todavía más la musicalidad y poderío de sus prestaciones sonoras. Señalan los organizadores que la puesta en escena de la pianista -su inevitable “glamour”- hace tiempo que no amenaza la excelencia como intérprete, que la ubica entre los mejores músicos de la actualidad. Ya en la segunda parte, la clarividencia del director ovetense, al frente de la Sinfónica de Bilbao permitirá asimismo encarar con garantías una de las obras más enjundiosas de Dimitri Shostakovich, La Sinfonía núm. 11, “El año 1905”, que ha sido comparada a un Réquiem para orquesta, y que obtuvo el mayor éxito de público después de la Sinfonía “Leningrado”.  

Sónar Reykjavik

Reykjavik, 25, 26 y 27 de abril

Música, tecnología y naturaleza reunidos en un festival que no necesita presentación, especialmente para el público de Barcelona. Sónar es una marca internacional que garantiza experiencias de alta intensidad

comprometida siempre con las últimas tendencias musicales y la experimentación. También en la séptima edición de su organización en Reyjkavik la creatividad se modula gracias a las nuevas formas de comunicación, contando con artistas como Fatboy Slim, James Blake, Jamie xx, Ryuichi Sakamoto and Alva Noto, John Talabot, Jon Hopkins, Elliphant, FM Belfast, Exos, Mugison, Sin Fang, Samaris, Bjarki, GusGus, Kiasmos y Ólafur Arnalds -celebridad internacional, que recientemente actúo en Barcelona- entre muchos otros. Impresionante la fachada de cristal del edificio Harpa por Olafur Eliasson, que alberga la mayoría de eventos, en un marco natural -el de las auroras boreales, y las bahías frecuentadas por ballenas- que trasciende cualquier otra experiencia sensorial.

ORCHESTRE DE PARIS. DANIEL HARDING - KRISTIAN BEZUIDENHOUT

París, 4 y 5 de abril

Programar a Mozart y Mahler en un mismo concierto es el sueño de muchos melómanos, pues representa una especie de compendio de la mejor tradición centroeuropea, la expresión de una belleza ideal e idealizada,

la explosión y explotación de un paradigma salvífico que revela, todavía, la necesidad de creer. Mozart es el prodigio melódico, rey de los matices y diálogos tímbricos que se sale del elemento clásico -que culmina- para asomarse a la expresividad propiamente romántica. Mahler, que adoraba a Mozart, crece y sentencia la expresividad del pathos romántico, que todavía late en él. Como director de la ópera de Viena programó con deleite para su persona y para el público óperas tan enjundiosas como Las bodas de Fígaro, en las que cabe todo un mundo de relaciones afectivas. De sus propias sinfonías también se ha dicho que son algo así como cosmos cerrados sobre sí. En el presente concierto se reúnen dos de las mejores obras compuestas por ambos: el ‘Concierto para piano núm. 22’ es el más extenso, ambicioso y rico en recursos, mientras que la ‘Séptima sinfonía’ de Mahler uno de sus mejores ejemplos de monumentalidad, en que se lleva al límite las posibilidades de los instrumentos y se transforman los géneros, invirtiéndose de un modo apasionante la música popular y la música elevada, y en suma mostrándose coparticipes de una misma y única realidad. Por si fuera poco, los intérpretes que harán posible la confluencia de aquellos faros de la composición -Mozart y Mahler, alfa y omega en tensión inclusiva- no son otros que el pianofortista Kristian Bezuidenhout, uno de los más sensibles a la musicalidad de los juegos mozartianos y el director Daniel Harding, quien al frente de la Orchestre de Paris promete ofrecer una memorable versión de Mahler. Un concierto que bien vale una nueva visita a la ciudad de la luz.

Daniel Barenboim

Berlín, 12 de abril

Daniel Barenboim vuelve a la emblemática Staatsoper Unter den Linden de Berlín. Mejor sería quizá precisar que, en un sentido, nunca se ha ido, pues es director musical desde el 1992.

Lo llamativo de la ocasión es que no dirigirá alguno de los conjuntos berlineses, como el de la Staatskapelle Berlin -con que ha realizado un gran número de actuaciones y grabaciones- sino la no menos histórica Filarmónica de Viena. El programa, a la altura de las circunstancias, lo componen la Sinfonía “Clásica” de Prokofiev, dinámica y juguetona, así como la primera gran composición de Gustav Mahler, en que el bohemio traza una suerte de periplo biográfico para recoger el testimonio del romanticismo y elevarlo a la máxima expresión, fundiendo la naturaleza interna con la externa.

DIDO & AENEAS

Madrid, 1, 3 y 4 de abril

Opera barroca y danza contemporánea se retroalimentan espectacularmente en el evento programado en el Teatro Real: una historia de amor imposible que se desarrolla metafóricamente en

medios diversos (terrestre, aéreo y acuático). Así pues, bailarines/nadadores en grandes cubetas de agua generan ondas con sus movimientos que son musica visual, y agitan los afectos. Un espectáculo dinámico, en suma, con multitud de alicientes. “Cumbre del Barroco inglés, ‘Dido & Aeneas’ se escenifica por primera vez en el Teatro Real en una impactante producción de ópera y danza. Vista por algunos como la sucesora de Pina Bausch, Sasha Waltz reinterpreta la ópera de Henry Purcell a través de su característico lenguaje coreográfico. Christopher Moulds dirige a la Akademie für Alte Musik Berlín y un reparto encabezado por Marie-Claude Chappuis y Nikolay Borchev en las cuatro funciones [tres de ellas en abril] de este espectáculo creativo y transgresor”.

EXPOSICIONES

EXPOSICIONES

 01 / 04 / 19 

De Chagall a Malévich

Madrid, hasta el 5 de mayo

Hasta finales de mes la Fundación Mapfre ofrece una muestra centrada en dos artistas rusos fundamentales para la historia del arte: Marc Chagall y Kazimir Malévich. Precisan los organizadores que ambos “representan dos polos en las innovaciones de la vanguardia pictórica: el caso de Chagall, más poético y narrativo que abre el camino al surrealismo; el de Malévich, más radical y tendente a la abstracción geométrica”. No son los únicos convocados, pues “entre ambos se despliega la obra de otros veintisiete artistas que trabajan la pintura y la escultura al tiempo que contestan los principios fundamentales de esas artes. En el elenco de creadores es destacable la presencia de una importante nómina de mujeres artistas, cuyo trabajo resultó fundamental en el desarrollo de las vanguardias rusas previo y posterior a la Revolución de Octubre”, pensamos por ejemplo en Natalia Goncharova o Liubov Popova.

Lucio Fontana. On the Threshold

Nueva York, hasta el 14 de abril

“En el umbral” (‘On the Treshold’) es el título de la retrospectiva dedicada a un artista tan reconocible como transgresor, y hasta visionario. El soporte material de sus cuadros, rasgado o perforado, logra transmitir del modo más modesto posible la inexplicable existencia del vacío.

O si acaso, de la existencia de aquel “otro lado”, para el que a priori no se reclama espiritualidad alguna, pero cuya posibilidad se magnifica como una sombra impenitente. La serie de exposiciones del Metropolitan Museum muestran la evolución del artista, inicialmente figurativo, hacia esa asombrosa modalidad de abstracción. Pues no sólo renuncia Fontana a la figura, sino que cuestiona la idea misma de soporte físico. A través de la manipulación de los materiales emerge una ausencia descarnada; la presencia de algo que no está, y con todo es exhibido. Una intervención que sugiere una forma de violencia silenciada, que inexplicablemente despierta emociones.

Mark Rothko

Viena, hasta el 30 de junio

Por primera vez en Austria, el Kunsthistorisches Museum ofrece una exposición monográficamente dedicada a Mark Rothko, uno de los nombres fundamentales del expresionismo

abstracto, que es reconocido sobre todo por sus grandes telas, cuadros con predominancia de unos pocos colores, ricos en matices, que se distribuyen el espacio en formas rectangulares, aunque sin ningún tipo de regularidad apriorística. Uno de los puntos fuertes de la presente exposición, con todo, radica en la mostración de la trayectoria desde un el figurativismo simbólico de los años 30 -que pudiera recordar al del fauvismo- al descubrimiento de su lenguaje propio, ya en los 50 y 60, con obras ya exentas de cualquier atisbo de representación. Como si se tratara de grandes puertas, ventanas u oberturas a otra dimensión, sus colores permiten al espectador confrontarse con sentimientos que subyacen a la vida consciente. En una carta dirigida en 1954 a Katharina Ku, constataba Rothko uno de los peligros inherentes a su particular forma de pintar: “Como mis imágenes son grandes, coloridas y sin marcos, y como las paredes de los museos suelen ser inmensas y formidables, existe el peligro de que las imágenes se relacionen como áreas decorativas de las paredes. Esto sería una distorsión de su significado, ya que las imágenes son íntimas e intensas, y son lo opuesto a lo decorativo”. En la maravillosa web con que la importante pinacoteca presenta esta muestra fundamental -visitable hasta el 30 de junio- podemos encontrar toda suerte de materiales, que permiten contextualizar la creatividad de Rothko y entender su evolución y propósitos. Allí se recogen, también, extractos de una entrevista en que manifiesta sin embudos la intensidad y espiritualidad de la experiencia creadora y sacrificial, ofrecida con fines taumatúrgicos al espectador. “Solo me interesa expresar emociones humanas básicas (tragedia, éxtasis, fatalidad, etc.) y el hecho de que muchas personas se derrumben y lloren cuando se enfrentan a mis imágenes muestra que comunico esas emociones humanas básicas (...) Las personas que lloran frente a mis imágenes tienen la misma experiencia religiosa que tuve cuando las pinté. Y si, por el contrario -como usted dice- se siente movida solo por las relaciones de color, ¡entonces se pierde lo esencial!”.

diane arbus: in the beginning

Londres, hasta el 6 de mayo

La mirada de Diane Arbus ha sido celebrada por su aguda capacidad para captar los matices psicológicos de los individuos retratados. Colándose en el día a día de personas, parejas o grupos, plasmó la vida íntima de sus conciudadanos.

Fue Arbus una artista esencialmente neoyorquina, y de hecho el Metropolitan Museum de Nueva York es responsable de la presente muestra. Como explican los organizadores, ella “hizo la mayoría de sus fotografías en la ciudad de Nueva York, donde nació y murió, y trabajó en lugares como Times Square, Lower East Side y Coney Island. Sus fotografías de niños y personajes excéntricos, parejas y artistas de circo, imitadoras y compradores del centro de la ciudad se encuentran entre las obras de arte más íntimas, sorprendentes e inquietantes del siglo XX". En la presente exposición se exhiben más de 100 fotografías, “la mayoría de las cuales son ejemplares antiguos realizados por la artista, extraídos del Archivo Diane Arbus en el Metropolitan Museum of Art, Nueva York. Más de dos tercios de estas fotografías -precisan- nunca se han visto antes en el Reino Unido”.

DOISNEAU ET LA MUSIQUE

París, hasta el 5 de mayo

El costumbrismo de Robert Doisneau se ha celebrado en estampas de sólo aparente espontaneidad, en que la vida se despliega con una naturalidad entrañable.

Como si en efecto el tiempo se hubiera detenido de improviso, o el espectador estuviera mirando a través de un visor desde otro lugar, ajeno al fluir de los elementos ahí plasmados. El artificio radica en la falta de artificio, en la presencia sin filtro de lo cotidiano, fijado para siempre en un soporte que asimilamos a la propia memoria. De entre las actividades o divertimentos más populares -y que obviamente presentan esa “sólo aparente” naturalidad- es la interpretación musical, eje temático de la exposición que hasta final de mes puede contemplarse en la Philharmonie de Paris. Pero además de las previsibles captaciones de la realidad cotidiana, músicos callejeros o estancias en que habita algún instrumento, el visitante admirará los retratos realizados a artistas como Julie Greco o al ingeniero y compositor Pierre Schaeffer, padre de la llamada “música concreta”, quien quiso mostrar la porosidad de las fronteras entre la música (tradicionalmente elaborada, elevada, requerida de educación) y lo considerado como ruido (sonido circundante, involuntario, no significativo). La confluencia de perspectivas diferentes sobre el hecho musical -diferentemente fijadas en las instantáneas de Doisneau- hace de esta exposición un must para los amantes del arte.

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