El evento hacía dos años que no se celebraba por la pandemia.

El multitudinario “welcome” de Barcelona Global al talento internacional

El Palauet Albéniz reunió anoche a más de 1.200 personas de 87 nacionalidades en el Hola Barcelona! Cocktail, un evento de networking con los profesionales extranjeros que han elegido la ciudad para vivir y trabajar

Cartelito azul colgado al cuello para los barceloneses de nacimiento y rojo para los barceloneses de elección. Este código de color diferenciaba anoche a los asistentes a la novena edición del Hola Barcelona! Cocktail organizado por la asociación privada Barcelona Global y que se ha consolidado como una de las citas anuales de referencia para la cada vez más importante comunidad de profesionales extranjeros que eligen la capital catalana para vivir, desarrollar y proyectar su carrera internacional.

Tras dos años de ausencia por el obligado paréntesis impuesto por la pandemia, el acontecimiento recuperó su formato original, conquistando los jardines del Palauet Albéniz de Montjuïc, que lució sus mejores galas para acoger a más de 1.200 personas de hasta 87 nacionalidades. Una sesión de networking multitudinaria en un marco incomparable, vistas privilegiadas a la ciudad y acompañada de la puesta del sol. ¿Qué más se puede pedir?

“Barcelona es una ciudad sin límites”, sentenció la nueva presidenta de Barcelona Global, Maite Barrera, al concluir su intervención en el evento, desarrollado íntegramente en inglés. La organización preparó una sorpresa para los asistentes: un pequeño concierto del trío musical Stay Homas, surgido en Barcelona precisamente durante la pandemia. El acto contó también con la participación del primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, y del consejero delegado de la asociación, Mateu Hernández, que agradeció el compromiso de los más de mil socios de Barcelona Global, a quien se refirió como Barcelona changers, personas clave para impulsar el cambio y hacer que pasen cosas en la ciudad.

Y, ¿qué tipo de cosas? Este año la asociación lo tenía muy fácil para sacar pecho, ya que ha sido la artífice de que Barcelona acoja en 2024 la 37 edición de la Copa América de Vela. Este acontecimiento deportivo, uno de los tres que suma más audiencia a nivel mundial, proyectará de nuevo Barcelona al mundo y ayer se convirtió en un elemento central del encuentro empresarialal que asistieron representantes del Alinghi Red Bull Racing Team, el primer equipo que se ha instalado en la ciudad para preparar la competición.

Otra de las protagonistas de la noche fue la irlandesa Leslie Ryan, event director de la America’s Cup, que hace tres semanas que se ha trasladado con su perro a vivir a Barcelona sumándose así a su extensa comunidad internacional. Ryan, que ya había conocido la ciudad hace 30 años —su pareja participó en los JJOO de 1992—, es la encargada de que la regata más importante del mundo se desarrolle “de forma espectacular”, por lo que su misión es lograr que todo “pase en el momento y lugar previsto y con el presupuesto asignado”, según explicó ella misma a una entregada audiencia. Ryan señaló que miles de personas estarán involucradas en preparar la competición y felicitó con énfasis a Barcelona por haber sido elegida entre las 62 ciudades del mundo que eran candidatas. Sus ganas de convertirse en una barcelonesa más y comprometerse con sus ciudadanos quedaron demostradas nada más empezar su intervención, ya que sus primeras frases fueron en catalán, un gesto que fue aplaudido por el auditorio.

Maite Barrera, nueva presidenta de Barcelona Global, con Jaume Collboni, primer teniente de alcalde.

El momento más emotivo de la noche, sin embargo, fue la intervención de Svetlana Velikanova, ucraniana residente en Barcelona que se emocionó al explicar que su ciudad natal, Mariupol, ha sido borrada del mapa por la guerra iniciada por Rusia. Velikanova es la cofundadora y consejera delegada de Harbour Space, una universidad privada no acreditada especializada en tecnología, programación, diseño y emprendeduría que tiene su sede en Barcelona. Tras relatar su trayectoria vital —centrada en la importancia de la educación para cambiar el mundo—, ofreció su testimonio acerca de los motivos que le llevaron a establecerse en la ciudad para poner en marcha su sueño: un centro educativo de alto nivel para formar a profesionales STEM  donde no se excluya al talento que no tiene recursos para estudiar, sino todo lo contrario.

“La apuesta que hacemos por la economía del talento favorece que cada vez más y más empresas decidan invertir en la ciudad y creen así nuevas oportunidades profesionales y más puestos de trabajo”, destacó Collboni. Por su parte, Barrera indicó que la asociación trabaja para hacer de Barcelona una ciudad atractiva para los profesionales globales, pero “no de cualquier talento, sino de aquel que genera un impacto positivo en la sociedad, que nos ayuda a crear un mundo más sostenible e inclusivo. Necesitamos personas como vosotros que nos ayudan a construir una Barcelona mejor”, aseveró. La nueva presidenta de Barcelona Global dijo que es el momento “de volver a apasionarse” y se comprometió a seguir impulsando acciones que permitan facilitar la llegada del talento internacional, como la mejora de los trámites para la obtención de los permisos de residencia, ofrecer una fiscalidad competitiva y disponer de colegios internacionales asequibles.

Después de los parlamentos, actuó por sorpresa el grupo barcelonés Stay Homas.

Además de enfatizar la atracción de la Copa América y esforzarse a animar a los recién llegados a convertirse en socios de la entidad, Mateu Hernández destacó otras acciones llevadas a cabo por Barcelona Global en el último año, como la acción de lobby realizada para la redacción de la nueva Ley de Startups y la apertura del Barcelona International Welcome Desk por parte del Ayuntamiento de Barcelona. 

El evento fue presentado por la periodista Bibiana Ballbè y por Rose Chong —ambas socias de la institución— y contó con la colaboración de Asabys, Banco Sabadell, Cushman & Wakefield, La Roca Village y Focus. Tras los parlamentos y la música, los food-trucks repartidos por el jardín con todo tipo de comida informal y rodeados de un sinfín de animados corrillos multilingues tomaron el protagonismo.