Tras cuatro años de reforma del antiguo Hostal El Nilo, el Hotel Boutique La Pau ha abierto a pocos metros de La Rambla con 24 habitaciones y con una propuesta serena en un ambiente exclusivo. El establecimiento, de cuatro estrellas, ha abierto a sus primeros clientes después de invertir cuatro millones de euros en reformar el inmueble, que el Grup Enjoy BCN compró en 2018 por otros seis millones, y emprendió después una remodelación interrumpida por la pandemia.
Situado en la calle Anselm Clavé, el hotel abrió a finales de mayo, y ha registrado buenos niveles de ocupación, según ha explicado el director del hotel, Siscu Raya, con una amplia trayectoria en el ámbito hotelero, sobre todo en el gran lujo. “Es un buen momento para abrir, hay mucha demanda”, ha defendido junto a Carmen de la Maza, responsable de sostenibilidad de Grup Enjoy BCN. Cuando el hotel esté a pleno rendimiento, el grupo prevé facturar con el establecimiento cerca de cuatro millones anuales. Estos se sumarán a la facturación global del grupo, centrado en los apartamentos turísticos y que en 2023 facturó nueve millones.
El inmueble que alberga el hotel fue construido a finales del siglo XIX como vivienda para militares y como caballeriza, después lo utilizó una empresa bananera para que maduraran sus plátanos, en el mismo espacio que ahora acoge la recepción. El edificio se convirtió en la década de 1970 en el Hostal El Nilo, y ahora el grupo familiar barcelonés lo ha reformado de forma integral. Lo ha hecho con el color rojo como hilo conductor, apostando por la obra vista, las vigas de madera al descubierto y el diseño y artesanía mediterránea. Una escultura del artista Jordi Díaz, autor también del Saltador de Urquinaona; lámparas hechas de bicicletas recicladas de Ramiro Sobral, y una pintura de Jordi Díez presiden la recepción.
Con la reforma, el establecimiento ha pasado de 53 habitaciones a 24, apostando por un modelo boutique con siete tipologías de habitaciones, que van desde los 21 metros cuadrados a los más de 100 que ofrece una zona con tres habitaciones que pueden reservarse tanto por separado como en su conjunto, para combinarse y sumar una capacidad de diez personas. Dispone también de terraza con piscina —también roja— en su tranquila azotea, desde la que es fácil que uno olvide que está junto a la bulliciosa Rambla. Sin embargo, Colón se asoma sobre los tejados a pocos metros para recordarlo, mientras que la Mercè hace lo mismo al otro extremo de la terraza, exclusiva para los clientes del hotel. A esta terraza, con vistas que esquivan edificios hasta el Port Vell y a La Rambla, se le suma otra que dará a la montaña, y que se abrirá próximamente.
Los promotores del hotel apuestan por que el proyecto aporte valor a su entorno, motivo por el que han priorizado proveedores locales con mirada social y sostenible, como tés de la marca Tetérum, que trabaja con personas con autismo. Además, el grupo colabora con la Fundació Llindar de jóvenes en riesgo de exclusión, a los que ofrece recorridos de formación y que trabajarán en el Restaurant La Pau, junto al hotel. El establecimiento se suma a la actividad del Grup Enjoy BCN, centrada en la gestión de apartamentos turísticos agrupados en edificios. Cuenta con 56 en total, sobre todo en Ciutat Vella, donde ahora ha abierto también su primer hotel.
